Interior se justifica alegando que las concertinas también se usan para proteger fincas
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, asegura que el objetivo de la valla con cuchillas es "tener una imagen de la frontera que parezca inexpugnable"
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El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha asegurado este lunes que si "se puede proteger una finca privada con concertina" parece "sensato pensar", aunque sea "difícil de decir y una decisión tremendamente dura y desagradable", se pueda "defender también así la frontera" de España y de la Unión Europea con "la idea de que parezca imposible de penetrar".
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Martínez, en una entrevista en Onda Cero, también se ha referido a la propuesta del PSOE de utilizar radares tecnológicos y aviones no tripulados en la frontera, agradeciendo la propuesta pero ironizando al matizar que "las aportaciones han de ser constructivas y resolver problemas reales".
En este sentido ha precisado que el problema no es "tanto saber por dónde se puede producir el asalto, sino "tener una imagen de la frontera que parezca inexpugnable" con el objetivo "no de que nadie se dañe, sino para que nadie intente saltar una valla de siete metros, por mucho que sea algo muy duro y difícil".
Ha recordado, además, que en Ceuta también existen concertinas en superficie y coronando la valla y que en Melilla se instalaron hace ocho años. "Las medidas de reforzamiento del perímetro ya se adoptaron en el año 2005 pero hay que retocarlas en algunos momentos porque hay tramos que a ojos de las mafias parecen más vulnerables". En este punto ha añadido que los asaltos son de "100 en 100 ó de 500 en 500".
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Según ha indicado, las cuchillas se instalaron en Ceuta y Melilla y "nunca se han retirado". Ha añadido que las únicas que se han quitado fueron las de la parte superior del perímetro melillés y "ahora lo que se ha hecho es reforzarla en un tramo de tres kilómetros ". Ha recordado, no obstante, que las concertinas no son las únicas medidas que se han adoptado. "Es un debate muy complejo porque la decisión de reforzar el perímetro no es agradable y es muy duro, pero se está entendiendo como la única política y esto es sólo una parte, la más desagradable, pero es complementaria de otras que son mucho más aficaces".