Este artículo se publicó hace 9 años.
Iglesias reconoce su "decepcionante" resultado: "A lo mejor ha sido un error hablar de derechos sociales"
"No sacrificamos la responsabilidad por razones electorales", asegura el líder de Podemos, que cree que los resultados de este 27-S dejan a Catalunya en una situación de "callejón sin salida", y que no tiene previsto hacer cambios en su hoja de ruta para las generales.
Alejandro López de Miguel
Actualizado a
MADRID.- "El resultado ha sido altamente decepcionante". Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, ha resumido así los resultados obtenidos por Catalunya Sí que es Pot (en la que se integra Podemos) en las elecciones de este domingo -en torno a 360.000 votos y 11 escaños-, y ha advertido que tras este 27-S Catalunya queda en una situación "difícil", de "callejón sin salida".
El líder de Podemos ha reconocido su decepción en varias ocasiones, y ha apuntado que los resultados obedecen a que Podemos ha antepuesto la "responsabilidad y el sentido de Estado" al electoralismo. "Lo que no ha funcionado ha sido apostar por la responsabilidad", asegura Iglesias.
"España no necesita a un presidente que amenace a los catalanes con enviar al Ejército. Necesita un presidente que escuche a Catalunya, y yo quiero ser ese presidente"
En un escenario fuertemente polarizado, el politólogo sugería que quizás su "error" "ha sido hablar de derechos sociales" o de la necesidad de que los catalanes puedan disfrutar de servicios públicos básicos, frente al austericidio recetado en los últimos años por el president Artur Mas. "Si ese ha sido nuestro error, lo seguiremos cometiendo", sostenía este domingo el líder del partido del círculo, que ha aprovechado para cargar contra la actuación del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, durante estas semanas de campaña. "España no necesita un presidente del Gobierno que amenace a los catalanes con enviar al Ejército". "España necesita un presidente que escuche a Catalunya, y yo quiero ser ese presidente", afirmaba el líder de Podemos, que promete esforzarse para lograr su meta en las generales de finales de año.
Lo que no tiene previsto Iglesias es revisar la política de alianzas del partido, ni tampoco su estructura orgánica. No habrá cambios en la hoja de ruta, seguirán el camino hacia las generales sin recurrir a alianzas estatales, sólo recurriendo a pactos territoriales, y siempre luciendo su marca en primer lugar.
El secretario general de Podemos ha realizado estas valoraciones desde la sede de la formación, en la madrileña calle Princesa, arropado por varios miembros de la Ejecutiva -entre ellos Carolina Bescansa y Luis Alegre, los números tres y cuatro del partido- minutos después de que el cabeza de lista de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, hiciera lo propio desde Barcelona.
Catalunya era un terreno difícil, como el propio líder de Podemos ha reconocido a lo largo de toda la campaña. Los resultados cosechados por Catalunya Sí que es Pot, en la que participan Podem, Equo e ICV-EUIA son peores de los que lograron las dos últimas fuerzas en las elecciones de 2012, cuando ICV-EUIA lograron 13 escaños juntos.
Las últimas encuestas les situaban como tercera fuerza, tras Junts pel Sí y Ciutadans, y la dirección esperaba que lograran adelantar al partido de Alber Rivera para hacerse con el segundo puesto -aunque el discurso oficial siempre sea que salen a ganar-. Finalmente no ha sido así, y la candidatura de Lluís Rabell se ha visto convertida en la cuarta fuerza del nuevo Parlament, casi a medio punto del PP, que le iguala en el número de escaños en la cámara.
Desde el partido reconocen que la marca y el candidato eran desconocidos, ya que los presentaron en julio, e Iglesias ha empleado todo su capital mediático en acercarlos a la opinión pública. También aluden a la polarización plasmada en las urnas, que ha dejado fuera del debate político todos los argumentos ajenos al debate soberanista.
La candidatura Catalunya Sí que es Pot se edificó sobre los cimientos de la defensa de los derechos sociales y del derecho a decidir, aunque Iglesias siempre ha enarbolado la necesidad de "seducir" a los catalanes para que no optasen por abandonar España.
Otras fuentes de la formación critican la falta de definición de Podemos en lo que respecta precisamente al derecho a decidir, y en cualquier caso todos los dirigentes consultados coinciden: los 360.000 votos logrados no suponen un buen registro.
El resultado queda lejos de los mejores registros alcanzados en las autonómicas y municipales del mes de mayo, y también de los comicios al Parlamento andaluz, cuando se hicieron con un 15% de los votos, frente al 8,90% logrado en esta cita con las urnas.
En cualquier caso, está previsto que la formación amplíe la valoración de su secretario general este lunes, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Coordinación de Podemos, la Ejecutiva del partido. Previsiblemente, el partido del círculo llamará entonces a no extrapolar los datos de este 27-S al marco estatal, e insistirá en sus posibilidades de hacerse con La Moncloa en las generales de finales de año, su objetivo prioritario desde su nacimiento, el pasado 17 de enero de 2014.
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