La Iglesia se declara víctima de 'fake news' en su afán por mantener el privilegio de la casilla de la renta
Los obispos relativizan el apoyo que reciben del Estado y aseguran que se "autofinancian" a través de las "aportaciones directas" de sus fieles y por la campaña del IRPF, una iniciativa que el Gobierno no se atreve a tocar.
Bilbao-Actualizado a
La Iglesia está de campaña. No busca votos, sino dinero para financiar sus actividades. Los obispos han puesto en marcha todas las iniciativas a su alcance para tratar de conseguir el apoyo de los contribuyentes en el marco de la Declaración de la Renta, un privilegio que goza la institución eclesiástica y que el Gobierno prefiere no tocar.
La Conferencia Episcopal Española (CEE) está volcada en la campaña 'XTantos', dirigida a conseguir el mayor número posible de adherentes a la denominada "casilla de la iglesia", identificada con el número 105. Al seleccionar ese recuadro, el declarante permite que el 0,7% de su cuota vaya a directamente a la Iglesia católica.
En caso de seleccionar la casilla 106, denominada "Fines sociales", el dinero retraído acaba principalmente convertido en subvenciones a organizaciones del entorno de la Iglesia católica. "Si no seleccionas ninguna de las casillas, el 0,7 de tu cuota va directamente a la caja común de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), donde se atiende a los fines y necesidades sociales en los capítulos de los ministerios y demás organismos destinados a los gastos sociales", explicaba Ramón Soriano, Catedrático emérito de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, en un artículo de opinión en Público.
Este privilegio quedó fuera del acuerdo alcanzado a finales de marzo entre la CEE y el Gobierno para eliminar las exenciones fiscales que afectan a las Contribuciones Especiales y al Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). En cambio, los beneficios obtenidos vía IRPF o la exención del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) continúan blindados.
Los obispos relativizan el apoyo que reciben del Estado
En su nueva campaña a favor de la "casilla de la Iglesia", los obispos relativizan el apoyo que reciben del Estado y defienden que desde 2006 no cuentan con ninguna asignación en los PGE, de tal forma que "son los ciudadanos los que libremente pueden decidir que el 0,7% de sus impuestos se destine al sostenimiento de la labor de la Iglesia", señalan los obispos en una publicación especial.
A lo largo de esas páginas, la institución católica se declara víctima de una campaña de 'fake news' y asegura que a menudo sufre "el descrédito de comunicaciones falsas e interesadas". Entre otros aspectos, califica como "falso" que se financie en base a los impuestos de la ciudadanía y alega que "la Iglesia se autofinancia".
De esta manera, asegura que sus fuentes económicas a día de hoy son las "aportaciones directas de los fieles" –ya sea por medio de "colectas" o mediante "donativos y suscripciones"–, las "herencias y legados" y la "asignación tributaria", en alusión al IRPF.
"La cantidad que se recibe del porcentaje de los impuestos de los contribuyentes que marcan libremente la casilla de la Iglesia se reparte a través del Fondo Común Interdiocesano en función de las necesidades de cada diócesis", explica la CEE, que asegura que "este dinero es distribuido solidariamente, de forma que las diócesis que están en provincias con rentas altas ayudan a sostener a las diócesis de la España despoblada y, por tanto, con menor capacidad para su sostenimiento".
En esa línea, el dinero procedente de la 'X' de la renta "supone una media del 22% de la financiación de las diócesis, aunque puede alcanzar el 75% en el caso de los territorios con menos recursos".
Apoyo en aumento
Según datos de la CEE, las declaraciones a favor de la Iglesia católica en la campaña de la renta del año pasado, correspondiente al ejercicio fiscal de
2021, "aumentaron en 84.201", de tal forma que "el número de contribuyentes que confían en la labor de la Iglesia supera ya la barrera de los 8,5 millones".
"La aportación media que recibe la Iglesia de cada contribuyente es de 37,73 euros, sin que por ello pague más ni le devuelvan menos. En total, la cantidad recaudada se sitúa en los 320.723.062 euros, lo que supone un aumento del 8,5%
respecto al año anterior que va a permitir a la Iglesia hacer frente al aumento de las necesidades sociales en un contexto de inflación y repunte de precios", defienden los obispos.
De Ucrania a España
La campaña para tratar de captar apoyos en la Declaración de la Renta de este año incluye el testimonio de una refugiada ucraniana que, según relata, obtuvo el apoyo de la Iglesia. "Nos dio comida, ropa y una cama. Nos buscó una casa y hasta trabajo. ¡Nos ha ayudado tanto!", afirma la mujer.
También incluye el testimonio de Ruth, una víctima de violencia machista. "El infierno era el maltrato, esos tentáculos de los que tan difícil es desembarazarse", indica la publicación de la Iglesia. En su testimonio, la mujer relata que recibió la ayuda de unas amigas que la llevaron "a una asociación de mujeres maltratadas de la Iglesia".
"Bondad infinita de Dios"
La campaña cuenta también con las historias de un hombre que estuvo preso por robo y luego se hizo legionario, un joven que sufrió adicción a las drogas y posteriormente se convirtió en sacerdote y una mujer con síndrome de down que vive en un piso de acogida de la Iglesia.
"Cuando las cosas habían llegado a un callejón sin salida, cuando nada parecía ya tener sentido –eso es, al menos, lo que ellos comparten–, obró la bondad infinita de Dios. Y lo hizo a través de la Iglesia: de sus parroquias, de sus sacerdotes, de asociaciones de laicos y laicas voluntarios, de la generosidad de tantos", afirma la campaña eclesiástica.
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