Aquellos "hilillos de plastilina" de Rajoy
El entonces vicepresidente del Gobierno y actual jefe del Ejecutivo calificó así el vertido de fuel del Prestige, además aseguró que "no es un marea negra, son manchas localizadas"
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Han pasado once años desde que Mariano Rajoy, entonces vicepresidente del Gobierno y hoy jefe del Ejecutivo, definiera el vertido de fuel del Prestige que tiñó de negro las costas gallegas como "pequeños hilillos solidificados con aspecto de plastilina".
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Ocurrido el 13 de noviembre de 2002, el desastre del buque petrolero ha sido la mayor catástrofe medioambiental de la historia de España y, diez días después de que comenzaran a desprenderse 67.000 toneladas de fuel que anegaron las costas gallegas, portuguesas y francesas y de visitar una de las zonas afectadas, Rajoy declaraba que "no es en ningún caso una marea negra, se trata sólo de manchas muy localizadas".
Poco después, el 5 de diciembre de 2002, el actual presidente del Gobierno volvía a la carga afirmando que el petróleo que salían de la proa no eran más que "unos pequeños hilillos que se han visto, cuatro regueros que se han solidificado con aspecto de plastilina en estiramiento vertical". Esos "hilillos" se convirtieron en una marea negra que incluso provocó daños en el ADN de muchas de las 300.000 personas que acudieron a recoger chapapote.
Según el portal medioambiental Ambientum, el entonces ministro de Aznar comunicó que el Prestige tenía 14 grietas por las que se desprendía el fuel, 250 toneladas de combustible diariamente, algo más que unos hilillos de plastilina pese al intento de Rajoy de quitarle importancia al desastre ocurrido en Galicia, el peor que ha conocido este país.
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El pasado mes de enero, el Gabinete de Rajoy zanjaba el asunto asegurando que "no existe riesgo de que pueda producirse un vertidos de fuel que amenace el medio ambiente marino". Fue la respuesta a una pregunta redactada por la líder de UPyD, Rosa Díez. El Ejecutivo sostuvo también que en la última inspección del casco se comprobó el sellado de las grietas realizado en los años 2002 y 2003, así como el estado de las válvulas instaladas para extraer el fuel. "Todo está en perfecto estado", insistió el Ejecutivo .
Este miércoles, once años después de la tragedia, verá la luz la sentencia que pone fin a un largo proceso judicial y a un enredo en la búsqueda de responsabilidades e indemnizaciones. Entre los acusados se encuentran el capitán del buque, el jefe de máquinas y el ex director general de la Marina Mercante. Ninguno de ellos pisará la cárcel, a petición del fiscal de Medio Ambiente de Galicia -Álvaro García Ortiz- y los letrados de acusaciones particulares, además de porque todos ellos superan los setenta años.
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Hace un año -octubre de 2012- que empezó el macrojuicio, el de mayores dimensiones celebrado en Galicia, y con él, la reapertura de las heridas de los afectados, afirmando entonces que "pocas cosas habían cambiado hasta ahora. A estas alturas nadie espera nada del juicio" , espetó Félix Porto, alcalde de Muxía (A Coruña) que se convirtió en la zona cero de la catástrofe.
Y es que, pese a las promesas del entonces presidente del Gobierno -José María Aznar-, que dotó de 12.000 millones el llamado Plan Galicia -ideado para reactivar la economía de la zona afectada y dotarla de nuevas infraestructuras-, al comienzo del proceso judicial lo único cierto es que "la autovía está sin hacer" y que las obras del Parador comprometido "empezaron en agosto", aclaró Porto.