Antes de escribir, piénselo dos veces. El ministerio de Exteriores recomienda a los turistas españoles que se desplacen a Turquía evitar cualquier comentario en las redes sociales que pueda ofender al gobierno de ese país, al tiempo que advierte que ese tipo de acciones pueden ser castigadas con penas de cárcel. La recomendación está plenamente vigente a día de hoy, en plena campaña de ataques del Gobierno turco contra la población kurda en Siria.

Precisamente, el ministerio que dirige en funciones Josep Borrell actualizó las recomendaciones sobre Turquía el pasado jueves 10, tras el inicio de los ataques turcos en el área del Kurdistán. “Unidades de las Fuerzas Armadas Turcas penetraron en territorio del norte sirio el pasado 9 de octubre, en dirección al este del rio Éufrates en la llamada ‘Operación Fuente de Paz’. En el momento presente continúan las operaciones militares en la zona”, señala el documento. Según datos del Instituto Nacional de Estadística turco (TÜIK) citados por la web Hosteltur, 170 mil turistas españoles visitaron ese país en 2018.

En ese contexto, Exteriores recomienda “viajar con extrema precaución y abstenerse de hacerlo por determinadas zonas”. En concreto, advierte sobre los peligros que existen a día de hoy en las provincias fronterizas con Siria. “Debido tanto a la actividad militar turca en el norte de Siria como por la propia guerra en ese país se desaconseja absolutamente acercarse a menos de 10 kilómetros de la frontera con Siria, en particular en las provincias de Mardin, Sanliurfa, Gaziantep, Kilis y Hatay, en las que existe un riesgo muy alto”, subraya.

Tras recordar los vaivenes de la política interior turca, Exteriores recomienda a los turistas “abstenerse de manifestar opiniones comprometidas, incluido en las redes sociales”. “Los controles realizados por las autoridades turcas, incluidos aquellos que tienen lugar en aeropuertos, pueden incluir el registro del contenido de los teléfonos móviles”, alerta el ministerio.

En tal sentido, el ministerio remarca que en Turquía “se prohíbe, bajo pena de cárcel, ofender o insultar a la nación turca y al Jefe del Estado o atacar la bandera, lo que incluye retirarla de su mástil”.

Asimismo, señala que “están prohibidas las manifestaciones y marchas callejeras en la ciudad de Ankara y toda su provincia por razones de seguridad”. “No obstante, algunos grupos políticos podrían convocar ocasionalmente concentraciones y manifestaciones, por lo que se recomienda evitar las zonas de dichas concentraciones tanto por el riesgo para la seguridad como por la posible intervención y detenciones que puedan llevar a cabo las autoridades turcas”. “Igualmente –continúa–, se han prohibido las concentraciones de personas al atardecer”.

Exteriores señala además que “la alcaldía de Ankara mantiene la prohibición de manifestaciones públicas LGTB”, lo que incluye “exposiciones, cine, teatro…”. “Asimismo, los Gobernadores provinciales suelen adoptar prohibiciones específicas para este tipo de eventos”, subraya.

De hecho, advierte que en los últimos años “algunas autoridades locales han prohibido o restringido de forma indefinida o temporal la realización de actividades relacionadas con el colectivo LGTBI (manifestaciones, actividades culturales…)”. Por ello, “resulta conveniente informarse, antes de participar en dichas actividades, acerca de la situación concreta en el lugar de celebración”.

Sin “efecto vinculante”

En su página web, Exteriores señala que el propósito de estas recomendaciones de viaje –disponibles para un largo número de países– es “ofrecer al ciudadano información relevante para la realización de cualquier viaje al extranjero”. “Estas recomendaciones de viaje carecen de efecto vinculante alguno y operan como mero aviso o consejo. Ningún viaje al extranjero puede ser considerado totalmente seguro y la decisión de viajar o no es responsabilidad exclusiva del viajero”.

Estas recomendaciones son elaboradas por las delegaciones diplomáticas de España en los países en cuestión, que se encargan de actualizarlas cuando se producen hechos significativos que alteran la situación interna del país.