La Guardia Civil presiona para que la agente lesbiana que se pegó un tiro en el pecho sea interrogada
"No comunicación" con la Guardia Civil
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@CdelCastilloM
MADRID.- La agente de la Guardia Civil Vanesa Fraga, que intentó suicidarse en diciembre el pasado año tras denunciar el acoso que estaba sufriendo por parte del cuerpo por su condición sexual, está siendo presionada por sus mandos para que se someta a un interrogatorio para explicar los hechos, a pesar de la prohibición expresa de sus médicos de tener cualquier relación con la Guardia Civil.
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"No comunicación" con la Guardia Civil
Su familia ha explicado a este medio que la Guardia Civil la ha citado a sabiendas de que sus médicos le han prohibido expresamente que tenga cualquier relación con el cuerpo. Esta restricción ha provocado que Fraga y su mujer deban abandonar incluso el pabellón que reformaron en el cuartel de Pontedeume (A Coruña).
"Los médicos dijeron que no estaba preparada para declarar ni para hacer nada. Cada dos por tres llaman a sus padres por teléfono, a su mujer, a ella…"
"Se lo están saltando todo a la torera —acusa su familia—. Los médicos redactaron un informe que incluía que no estaba preparada para declarar ni para hacer nada. Cada dos por tres llaman a sus padres por teléfono, a su mujer, a ella… No están respetando absolutamente nada".