El Gobierno justifica el homenaje a la esposa del golpista Tejero en la Catedral del Ministerio de Defensa

La celebración de un homenaje a la esposa del golpista Antonio Tejero en la Catedral Castrense –perteneciente al Ministerio de Defensa– no merece ningún tipo de objeción por parte del Gobierno. Así se desprende de una respuesta enviada por el Ejecutivo al senador de Compromís Carles Mulet, quien había pedido información sobre este caso, dado a conocer por Público.

El pasado 15 de diciembre, el templo religioso que está bajo la órbita de Defensa fue escenario de un homenaje a Carmen Díez Pereira, esposa de Tejero, fallecida el 12 de noviembre. La convocatoria figuraba en la agenda de actos franquistas del Movimiento Católico Español (MCE), el grupo que hoy investiga el Gobierno por la celebración de un acto de exaltación de la dictadura en la madrileña Plaza de Oriente el pasado 20 de noviembre.

Según comprobó entonces Público, diversas cuentas de ultraderecha en Twitter y Facebook publicitaron también este acto religioso, al que tenía previsto asistir el golpista Tejero.

"Insultante"

En una pregunta remitida al Gobierno, Mulet preguntó al Gobierno si pensaba adoptar medidas para evitar que la Catedral Castrense "no se convierta o continúe siendo un lugar de exaltación golpista". El Ejecutivo le respondió en apenas tres líneas: "La Catedral Castrense, sita en la calle Sacramento número 11 de Madrid, es un lugar de culto en el que se celebran actos de carácter religioso, no siendo considerada como lugar de exaltación golpista", señala.

Para Mulet, esta contestación es el "enésimo insulto" por parte del ministerio que dirige Margarita Robles. "La pregunta era bien concreta y la respuesta es insultante", remarcó. "Obviamente, la Catedral Castrense no es en sí un espacio de exaltación franquista como tal, pero queda claro que se utiliza, demasiadas veces, para ese fin, como en el caso descrito", indicó el senador de Compromís en una nota de prensa. 

Subrayó además que "a pesar de advertirse por medio de esta pregunta de esta celebración, el Gobierno lo ha amparado y se ha convertido en cómplice de usar este espacio religioso" en actos que persiguen la "exaltación del régimen criminal franquista", lo que constituye –remarcó– una "humillación" a las víctimas de la dictadura.