Uno de los aspectos más controvertidos de los indultos a los nueves presos del 'procés' concedidos este martes por el Gobierno es la condicionalidad de los  mismos; un concepto que, según valora el Ejecutivo, no se opone a la cualidad de irreversible que tiene toda medida de gracia. Los indultos de este martes están condicionados a que los presos perdonados no vuelvan a delinquir durante un periodo de tiempo.

El Gobierno ha impuesto una horquilla de entre tres y seis años para los nueve indultados; si en ese periodo vuelven a delinquir de manera grave, el perdón será revocado. Así lo han explicado fuentes de Moncloa.

No tienen los nueve indultados los mismos tiempos de prueba. Dolors Bassa es a la que menos periodo de condicionalidad se le ha aplicado: tres años. A Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, a los que más: seis años. A Raül Romeva y Carme Forcadell se les pide cuatro años para que no reincidan en el proceso independentista; y a los 'Jordis' (Jordi Sànchez, presidente de Assemblea Nacional Catalana, ANC; y Jordi Cuixart, líder de Òmnium Cultural), se les pide cinco. 

La diferencia de periodo condicional entre unos y otros se debe, según han explicado fuentes del Gobierno, a que algunos presos del 'procés' han mostrado "una contumacia en la vía unilateral", mientras que otros han mostrado cierto arrepentimiento; si bien, el Ejecutivo insiste en que este paso no es un requisito para la concesión de un indulto.

Además de esta condicionalidad impuesta a los indultos, el Gobierno de Pedro Sánchez está convencido de que el 'procés' independentista no se volverá a repetir porque la inhabilitación a la que fueron condenados doce líderes independentistas se mantiene íntegra en los expedientes de indultos; es decir, de entre nueve y tres años, tiempo en el que ninguno de ellos podrá ejercer cargo público ni presentarse a unas elecciones. 

Los tres condenados en la sentencia del 'procés' , de octubre de 2019, que no han tenido que ser indultados porque ya han cumplido la pena a la que fueron sentenciados --Santi Vila, Maritxell Borràs y Carles Mundó-- ya han extinguido la pena de uno año y ocho meses de inhabilitación absoluta por un delito de desobediencia.