PARTIDO POPULAR
Feijóo fuerza el repliegue en la bronca con Vox y busca un tono comedido en campaña
Las declaraciones y "la gira de entrevistas" de María Guardiola de la semana pasada cabrearon al PP. "Había ido algo lejos", señalan desde Génova.
Publicidad
MADRID, Actualizado:
"Había ido algo lejos". Es el diagnóstico que hacen en Génova de lo sucedido en la última semana entre la presidenta del PP extremeño, María Guardiola, y Vox. Por eso han recibido con muy buen agrado el paso atrás que ha dado este lunes rebajando el tono contra la extrema derecha —en pocos días ha pasado de volar todos los puentes a reconocerla como "imprescindible"— y, sobre todo, colocándose detrás de Alberto Núñez Feijóo. Es la crónica de una retirada inducida por el partido.
Publicidad
Las declaraciones de Guardiola sobre Vox de la semana pasada rompieron las costuras de un PP que gobierna con la extrema derecha en Castilla y León desde hace un año, que acaba de cerrar otro acuerdo de gobierno en la Comunitat Valenciana, que tiene mesas de negociación abiertas en Murcia, Aragón y Baleares, que ha pactado con los de Santiago Abascal en más de 100 ayuntamientos y que, a día de hoy, no tiene otro horizonte para llegar a La Moncloa que no sea de su mano.
"Ofendió a todos"
Así, ni Génova ni los barones del partido digirieron bien que Guardiola rompiese la negociación con Vox argumentando que no pactaría con un partido que niega la violencia machista, deshumaniza a los inmigrantes y amenaza los derechos de las personas LGTBI por la complicada posición en la que les dejaba a ellos. Tanto esa rueda de prensa como la posterior "gira de entrevistas", señala un destacado dirigente del PP, sentaron mal en las filas de un PP que depende de Vox en casi todo el territorio. "Ofendió a todos", critica.
Otras fuentes, que celebran el repliegue de este lunes como "un paso muy importante", creen que "se vio envuelta en una fama" repentina que la llevó a hacer declaraciones "demasiado fuertes". Hasta que el partido la frenó.
Publicidad
Aunque Feijóo le dio respaldo público a Guardiola, en el PP nadie quería que sus negociaciones con Vox generasen tanto ruido y las presiones sobre la dirigente extremeña para que frenase abandonase su estrategia de confrontación se fueron sucediendo. "No le quedaba otra salida", coinciden las distintas fuentes consultadas por este periódico.
Según ha contado La Sexta, el encuentro del pasado viernes entre Guardiola, Feijóo, Carlos Mazón, Alfonso Fernández Mañueco e Isabel Díaz Ayuso en la investidura de esta última como presidenta de la Comunidad de Madrid fue definitivo para cambiar el paso a la líder del PP en Extremadura, que envió un mensaje al candidato de Vox Pelayo Gordillo nada más salir de la Puerta del Sol, donde huyó de la prensa. Guardiola está en silencio desde ese día.
Publicidad
Lo única noticia sobre ella saltó a ultimísima hora de este domingo —al filo de las 00.00 horas— cuando sorprendió a los afiliados del PP extremeño con una carta en la que daba por suspendida la Junta Directiva Autonómica y al Comité Ejecutivo Regional prevista para dos días después. En la misiva, Guardiola aseguraba que la presión sobre el PP extremeño "se está trasladando injustamente al PP en su conjunto" y que aplaza la reunión con los militantes para que no se utilice "para hacer daño a la organización, ni desviar la atención de lo importante".
Otros dirigentes del PP aseguran, sin embargo, que Guardiola "ha cabreado también" a su propio partido en Extremadura y que con este movimiento intenta aplacar las críticas internas al menos en lo que dure la campaña para las generales.
Publicidad
Porque, la dirigente extremeña que se ha hecho con el protagonismo absoluto en las últimas semanas por defender, entre otras cosas, que "Extremadura no se gobierna desde Madrid" o que sus "jefes" son los extremeños, dice ahora que la "prioridad" y "el reto más importante" que afronta el PP extremeño es "llevar" a Feijóo a La Moncloa. Así es como continúa la carta remitida a los afiliados.
En Génova lo aplauden, visiblemente incómodos con el excesivo foco que había acaparado la dirigente extremeña. Negociar con Vox sí, pero sin que el ruido manche a Feijóo.