Fallece Ascensión Mendieta, símbolo de la lucha de las víctimas del franquismo
La mujer consiguió que la Justicia de Argentina ordenara la exhumación de su padre, Timoteo, que estaba enterrado en una fosa común en el cementerio de Guadalajara tras ser fusilado por el régimen de Franco. Tenía 93 años.
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MADRID, Actualizado:
Ascensión Mendieta ya descansa en paz. La mujer, símbolo de la lucha de las víctimas del franquismo por recuperar a sus familiares, ha fallecido este lunes con 93 años. Mendieta consiguió recuperar los restos de su padre, Timoteo, de una fosa común ubicada en el cementerio de Guadalajara, donde fue enterrado por los franquistas tras ser fusilado en 1939. Lo hizo gracias a la Justicia de Argentina y a la exhumación practicada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que fue financiada por el sindicato noruego de electricistas Elogit.
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"Deseo que me entierren con mi padre y pudrirme con él. Podré decirle 'ya estamos juntitos'", decía Ascensión a Público en una entrevista de enero de 2016, tras acudir a Buenos Aires (Argentina) a explicar su caso personalmente a la jueza María Servini, que instruye desde el país sudamericano la única causa que investiga los crímenes del franquismo.
Fue, de hecho, la Justicia de Argentina la que ordenó la exhumación de Timoteo Mendieta, un sindicalista de Sacedón (Guadalajara), que fue fusilado en 1939 por el franquismo. Pero el camino fue harto complicado. De hecho, en un inicio, la Justicia española desoyó el exhorto de Argentina y rechazó la exhumación. Pero Ascensión continuó luchando para recuperar los restos de su padre. Era lo que llevaba haciendo toda su vida. Se lo había prometido a su madre.
Finalmente, la Justicia española aceptó el exhorto de Argentina y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se puso manos a la obra. Gracias, sobre todo, a la financiación del sindicato noruego de electricistas Elogit. Pero las dificultades continuaron.
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La ARMH exhumó la fosa nº 2 del cementerio de Guadalajara, donde según la disposición existente, se encontrarían los restos de Timoteo. Pero ninguno de aquellos cuerpos pertenecía a Timoteo. La documentación también estaba equivocada. La prueba de ADN practicada en Buenos Aires así lo confirmaba.
Pero, otra vez más, Ascensión decidió continuar luchando. También la ARMH, que procedió a exhumar los restos de la fosa número 1. Existía la posibilidad de que la documentación hubiera ubicado mal el cuerpo del padre de Ascensión. Y esta vez, sí. Las pruebas de ADN determinaron que Mendieta había encontrado los restos de su padre, Timoteo. Tras alrededor de 78 años de búsqueda. De pensamientos. De anhelo.
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Ascensión era la hermana pequeña de siete hermanos. Su miedo, tal y como relataba a Público, era morir sin haber cumplido el objetivo de su familia: devolver la dignidad a su padre sacándolo de la fosa común: "Mi madre no lo pudo cumplir y mis hermanos tampoco. Espero sacarlo antes de que me muera", dijo Mendieta a este periódico.
Y lo consiguió. Ascensión consiguió dar a su padre un entierro digno. En julio de 2017 la familia Mendieta, acompañada de alrededor de 2.000 personas, rindieron un más que emotivo homenaje a Timoteo Mendieta, que sería por fin enterrado en el cementerio civil de La Almudena, en Madrid. "Que no ocurre esto para nadie. Nunca más. Gracias a todos por venir a un acto tan triste", zanjó Ascensión.
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