La extrema derecha y su burbuja de desinformación en las redes sociales
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Madrid,
La derecha radical europea rompió su techo histórico en las elecciones al Parlamento europeo del pasado 9 de junio, pasando del 8,3% de los votos en el año 2004 al 24´7% en las últimas elecciones. Las retóricas populistas y la utilización de discursos irracionales perfilan la maquinaria de la desinformación, engrasada para esparcir sus discursos de odio en las redes sociales.
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La explotación del componente emocional es una de las principales estrategias del manual de comunicación ultra. Varios colectivos sociales -desde las personas migrantes hasta el colectivo LGTBI- son víctimas de la deshumanización perpetrada por el fenómeno ultra. Estos grupos también enarbolan la bandera del negacionismo climático y las leyes de violencia de género.
Los jóvenes son víctimas de esta atmósfera digital, intoxicada por la desinformación y las falsas proclamas de los principales líderes ultras. Según datos del CIS, el 5% de los jóvenes de entre 18 y 24 años se posicionan lo más a la derecha posible en una escala del 1-10; abriendo una brecha generacional sin precedentes.
Los agitadores de bulos, con Alvise Pérez al frente de este ejército, y los denominados ‘fachatubers’ son el tándem naciente de esta espiral de desinformación, que amenaza a la estabilidad del horizonte político.