¿Qué explica la salida de Collboni del gobierno de Barcelona?
El 1 de febrero se formalizará su renuncia como primer teniente de alcaldía para centrarse en preparar la carrera electoral. Profundizar en las diferencias con Colau e intentar detener el efecto de un Trias con el que comparte parte del modelo de ciudad son algunas de las razones de su movimiento.
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BARCELONA, Actualizado:
A partir del 1 de febrero, Jaume Collboni dejará de ser el primer teniente de alcaldía del Ajuntament de Barcelona y se centrará en exclusiva en su candidatura para las elecciones municipales del 28 de mayo. Sin embargo, su salida no implicará la ruptura del gobierno local integrado por Barcelona en Comú y el PSC, su partido. De hecho, Laia Bonet, actualmente tercera teniente de alcaldía, asumirá las competencias de gestión de Collboni hasta el final del mandato. ¿Cuáles son las razones que llevan a Collboni a dejar el consistorio cuando apenas faltan cuatro meses para los comicios, una decisión que ha sido criticada tanto por la oposición como por Barcelona en Comú?
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Profundizar en las diferencias con Colau
En una comparecencia de prensa al mediodía -horas después de que trascendiera la noticia-, Collboni ha reiterado en múltiples ocasiones que quiere ser el próximo alcalde de la ciudad. Pese a insistir en que su proyecto "no va en contra de nadie", ha pronunciado algunas frases que pueden interpretarse como una crítica a la actuación de los Comuns y que, muy probablemente, indican parte de la línea argumental que seguirá su candidatura en los próximos meses. "Quiero liderar la mayoría del cambio que pide la ciudadanía y solo podemos ofrecer a los socialistas", ha proclamado.
Collboni: "Quiero liderar la mayoría del cambio que pide la ciudadanía y solo podemos ofrecer a los socialistas"
Y a continuación ha asegurado que se trata de una "decisión meditada, honesta y necesaria para abrir una nueva etapa" y ha detallado que su proyecto pasa por "no volver a fórmulas del pasado, ilusionarnos con el futuro" , así como "priorizar una Barcelona que funcione" y en la que haya un nuevo alcalde "que dé soluciones, no más problemas; que sume y no divida". Sus palabras apuntan a que no pretende repetir un gobierno de coalición con los Comuns.
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Collboni ha manifestado la satisfacción con el "trabajo realizado" durante el mandato, pero es evidente que pretende enmendar parte de la actuación de Barcelona en Comú y, sobre todo, profundizar en las divergencias sobre el modelo de ciudad, que en los últimos cuatro años se han evidenciado con el partido de Colau en cuestiones como la movilidad, las súperilles o los macroproyectos.
Encuestas no del todo favorables
"Necesito la máxima libertad y tiempo para construir una candidatura ilusionante y seria", ha afirmado Collboni en la comparecencia de prensa, celebrada en la sede nacional del PSC, en la calle Pallars de Barcelona. Aunque acumula ocho años como concejal en el Ayuntamiento, la mayoría en el gobierno municipal -entre mayo de 2016 y noviembre de 2017 fue el segundo teniente de alcaldía y desde junio de 2019 ha sido el primero-, su grado de conocimiento entre la ciudadanía está claramente por debajo de los de Colau, el republicano Ernest Maragall o Xavier Trias, que hace unas semanas decidió ser el alcaldable de Junts y ha sacudido las encuestas.
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Collboni seguro que intensificará su agenda ciudadana en los próximos cuatro meses, con la voluntad de intentar aumentar su grado de conocimiento
En este sentido, Collboni seguro que intensificará su agenda ciudadana en los próximos cuatro meses, con la voluntad de intentar aumentar su grado de conocimiento y, al mismo tiempo, beneficiarse del buen momento que atraviesa la marca PSC. Aunque todas las encuestas señalan que su partido se impondría en unas elecciones al Parlament, en la capital no sucede lo mismo y, por ejemplo, las que se han publicado en las últimas semanas o bien le pronostican una victoria muy ajustada -la del diario Ara le daba 9 concejales, apenas uno más que ahora y con un triple empate a 8 de BComú, Junts y ERC- o lo sitúan por debajo de Trias - la de La Vanguardia pronostica 12 ediles para Junts y 10 tanto para Comuns como para PSC, con ERC descolgada-.
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De hecho, hasta hace pocos meses eran persistentes los rumores de que los socialistas buscaban otro candidato, con mayor tirada electoral que Collboni, visto como un clásico representante de aparato de partido sin carisma.
La irrupción de Trias
La irrupción de Xavier Trias en la carrera electoral ha sacudido las encuestas. Quien fue alcalde de la ciudad entre 2011 y 2015 confirmó el pasado mes que intentaría recuperar el cargo, una decisión que ha disparado las opciones de Junts, que hasta entonces aparecía como una formación residual en el futuro pleno municipal. Asimismo, reajustaba la batalla por el voto del establishment, que hasta hace poco tenía al PSC como opción preferente.
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El modelo de ciudad que propugnan Trias y Collboni tienen bastantes similitudes
Y es que el modelo de ciudad que propugnan Trias y Collboni tienen bastantes similitudes. De hecho, comienza a imponerse un relato que reduce la alcaldía a una pugna entre Trias y Colau, como paradigmas de modelos antagónicos, y el dirigente socialista intenta evitarlo con ese gesto.
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Ambos defienden los macroproyectos -son partidarios de la ampliación del aeropuerto del Prat, que no quiere Colau-, y rechazan banderas de Barcelona en Comú como las súperilles, que más allá de pacificar la ciudad implican un cambio de paradigma en el que el peatón gana presencia en el espacio público en detrimento del coche privado. De hecho, la apuesta de los socialistas para que la ciudad gane espacio verde es recuperar interiores de manzanas de pisos, un proyecto que no tiene ningún impacto en el tráfico y, por tanto, en ningún caso reduciría la contaminación de Barcelona.
La aparición de Trias, por tanto, es uno de los factores que seguro ha tenido en cuenta Collboni a la hora de tomar su decisión, con la voluntad de poder defender con "toda la libertad" su modelo de ciudad, que en algunos aspectos se aleja claramente del de Colau y, por tanto, le era bastante más difícil de hacer si se mantenía como primer teniente de alcaldía. Sin embargo, no puede decirse que el gobierno fuera monolítico y, por ejemplo, la semana pasada el PSC votó en contra del Plan de Usos del Eixample, que previamente había pactado con Barcelona en Comú.
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Los rivales cuestionan su gesto
La inminente salida del gobierno municipal para dedicarse solo a la carrera electoral ha sumado críticas del resto de grupos políticos. "Que un primer teniente abandone el gobierno de Barcelona para hacer campaña contra el gobierno del que ha formado parte cuatro años es irresponsable y poco creíble", ha tuiteado Jordi Martí, sexto teniente de alcaldía. El concejal de Barcelona en Comú ha vinculado la decisión del socialista a los resultados de la última encuesta publicada en relación a las elecciones municipales, en La Vanguardia: "Los nervios de la última encuesta publicada juegan malas pasadas".
Que un primer tinent abandoni el govern de Barcelona per fer campanya contra el govern del qual ha format part 4 anys és irresponsable i poc creïble.
— Jordi Martà Grau (@JordiMartiGrau) January 23, 2023
Els nervis de la darrera enquesta publicada juguen males passades.https://t.co/eEsLZwCtuj
Ernest Maragall (ERC) considera que su decisión es "una forma desesperada de intentar quitarse de encima las responsabilidades que ha compartido en estos cuatro años (con Ada Colau)". Maragall ha añadido que la renuncia al cargo "parece muy claro una necesidad de afirmar su distancia de lo que ha construido y decidido él mismo" desde el gobierno de coalición entre socialistas y comuns.
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Por último, para Xavier Trias (Junts) la marcha de Collboni muestra el "fracaso espectacular" de este ejecutivo municipal y le ha criticado el gesto por "poco serio". En una atención a los medios de comunicación, ha reconocido que le ha sorprendido la decisión de Collboni y ha lamentado que no son formas de hacer las cosas. Según Trias, ésta es una decisión "muy mala", una equivocación, y le ha reprochado al hasta ahora primer teniente de alcaldía que todo es un gesto por querer desmarcarse de la política de Ada Colau, cuando lleva cuatro años gobernando con ella.