ERC y PSC: una competición colaborativa en la pugna por la Generalitat
El segundo pacto presupuestario consecutivo entre socialistas y republicanos acentúa los acuerdos entre las dos formaciones, que mantienen una estrecha relación a nivel estatal. De momento, descartan compartir gobierno en la Generalitat.
Barcelona--Actualizado a
Por segundo año consecutivo, PSC y Govern -en manos de ERC en solitario- han llegado a un acuerdo para los Presupuestos de la Generalitat de Catalunya, que restan pendientes del aval de los Comuns para aprobarse.
Las dos mismas formaciones anunciaron hace unos días un entendimiento en las cuentas del Ajuntament de Barcelona, en este caso con los roles cambiados -los socialistas en el gobierno y los republicanos en la oposición-. A nivel estatal, ERC ha sido decisiva en las diversas investiduras del socialista Pedro Sánchez, así como en la aprobación de los tres últimos Presupuestos Generales del Estado.
Son solo algunos ejemplos de la colaboración cada vez más engrasada entre Esquerra y el Partido Socialista. Paradójicamente, coincide en el tiempo con un momento en que las dos formaciones son los principales partidos de Catalunya -con Junts a poca distancia- y en el que, según todas las encuestas, rivalizan para imponerse en las próximas elecciones al Parlament, previstas para febrero del próximo año. Es lo que se podría denominar la competición colaborativa entre ERC y PSC o, si lo quieren, la colaboración competitiva.
Algunos de los principales dirigentes de los dos partidos descartan la posibilidad de compartir el Govern en Catalunya la próxima legislatura, pero esto no impide que pasen por la etapa más intensa de acuerdos en los últimos 15 años. Seguramente tendríamos que retroceder hasta la primera década del siglo XXI para encontrar un momento de relación más estrecha entre socialistas y republicanos.
Fue la etapa de los gobiernos tripartitos de la Generalitat -de 2003 a 2010, con PSC en la presidencia, ERC como segunda fuerza e ICV-EUiA como tercer actor-. Durante el periodo compartieron responsabilidades en algunos de los principales ayuntamientos catalanes, como por ejemplo Barcelona o Manresa, entre otros.
ERC y PSC descartan la posibilidad de compartir el Govern en Catalunya en la próxima legislatura
Desde entonces, el escenario político ha cambiado mucho y más de una década después de la irrupción del Procés. Esquerra se ha consolidado como partido grande en Catalunya, mientras que el PSC se ha recuperado después de encadenar los peores resultados en las urnas de su historia en los años más intensos del conflicto territorial. De hecho, la formación liderada por Salvador Illa se ha impuesto en las tres últimas elecciones que se han celebrado en Catalunya: autonómicas de 2021 y municipales y generales de 2023.
La salida de Junts, clave
Para explicar el actual escenario de la política catalana hay un punto de inflexión muy claro, que es la salida de Junts del Govern, confirmada el 7 de octubre de 2022. La decisión culmina una historia casi interminable de desavenencias entre el partido de Carles Puigdemont y el de Oriol Junqueras, que bajo varias fórmulas acumulaban una década de colaboración gubernamental.
Del 2012 a 2015 bajo la presidencia de Artur Mas y todavía con las siglas de CiU y apoyo externo de ERC; hasta 2017, con el Govern de Junts pel Sí, la coalición electoral de ERC y CDC; y desde entonces, con gobierno compartido, primera con presidencia de Quim Torra y desde mayo del 202 de Pere Aragonès.
Ya desde el primer momento, el PSC apostó por dar oxígeno al nuevo gobierno en solitario de ERC, un hecho que se explica tanto por la necesidad del PSOE del apoyo republicano a nivel estatal, como por la estrategia política de un Salvador Illa que ha culminado el acercamiento de la formación a los grandes actores económicos catalanes y se presenta como un garante de la estabilidad, sin abandonar la crítica a la acción cotidiana del ejecutivo.
El barómetro del CEO sitúa al PSC entre 39 y 45 diputados. ERC entre 29 y 34
A nivel práctico esto se ha traducido en el apoyo del PSC a los Presupuestos de la Generalitat de 2023 y 2024, gestos capitales para abrir la puerta a Aragonés a culminar la legislatura. La eterna pugna para la hegemonía independentista entre Junts y ERC en un contexto de baja movilización de este espacio también ha facilitado un crecimiento de los acuerdos entre republicanos y socialistas a escala municipal y supramunicipal.
También se ha disparado la sociovergència. Así, PSC y ERC gobiernan conjuntamente las diputaciones de Barcelona, Lleida y Tarragona -la primera bajo presidencia socialista , y las otras dos lideradas por Esquerra- , y ayuntamientos como Tortosa (Tarragona) o Manresa (Barcelona).
El pacto presupuestario en Barcelona puede ser la antesala de la entrada del grupo liderado por Elisenda Alamany al gobierno de Jaume Collboni. En este caso el dirigente del PSC tiene que ser capaz de hacer encajar las piezas de un rompecabezas en el que necesita el apoyo de un tercer grupo -Junts o Barcelona en Común- para tirar adelante las cuentas, a la vez que los republicanos no quieren a los Comuns en el ejecutivo municipal.
ERC, socio estable del PSOE
Donde hace más tiempo que Esquerra y los socialistas se entienden es a nivel estatal. Han pasado de la desconfianza inicial a una colaboración cada vez más cercana y a una relación de mayor complicidad. Los republicanos apoyaron la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy en junio de 2018 y a partir de aquí han votado a favor de las dos investiduras de Sánchez -enero de 2020 y noviembre de 2023- y de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, 2022 y 2023.
En contrapartida, en esta etapa en la que ERC se ha convertido en un socio estable del PSOE se han aprobado los indultos a los presos independentistas. Posteriormente se derogó el delito de sedición -por el que fueron condenados- del código penal y se ha pactado una ley de amnistía que todavía necesita el apoyo de Junts para salir adelante.
Además, se ha recuperado la mesa de diálogo entre gobiernos para abordar el conflicto político, se ha acordado el traspaso de varias líneas de Rodalies a la Generalitat y se ha condonado parte de la deuda del Govern con el FLA, entre otros acuerdos.
La pugna por el Govern
Cuando, teóricamente, resta alrededor de un año para las nuevas elecciones al Parlament, la mayoría de encuestas sitúan al PSC como favorito para imponerse, mientras que ERC sería segunda fuerza. Hay que recordar que en los comicios de 2021 los dos partidos obtuvieron 33 diputados -Junts se quedó en 32-, si bien los socialistas recibieron más votos. El último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) da al PSC entre 39 y 45 diputados, mientras ERC se movería entre los 29 y los 34 -Junts caería de los 19 a los 24-. Posteriormente, una encuesta del Institut de Ciències Polítiques i Socials (ICPS) eleva a los republicanos a la primera posición en intención directa de voto.
La aritmética que salga de las urnas será decisiva para determinar quién presidirá la Generalitat el próximo año, con muchas incógnitas por resolver, como por ejemplo si todavía se mantendrá la mayoría independentista en el Parlament. Si no es así y, por lo tanto, hay un cambio de ciclo con un ejecutivo liderado por el PSC, sin descartar la opción de uno presidido por ERC, pero con un apoyo que no sea el de Junts.
Lo que ahora mismo parece descartado es un acuerdo entre PSC y ERC, cuando menos así lo han reiterado esta misma semana tanto Pere Aragonès -quién, en cambio, no cierra la puerta a gobernar con Junts, a pesar de todo- como Salvador Illa. Veremos si sus palabras resisten la hemeroteca. Hasta que llegue el momento, de una manera u otra parece seguro que mantendrán una colaboración más o menos estrecha a la espera de competir en las urnas para lograr la presidencia de la Generalitat.
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