ERC advierte al PSC que el modelo de financiación debe ser en la línea del vasco, mientras crece el debate interno sobre Illa
Esquerra descarta la propuesta de Montero y prepara el inicio de las conversaciones con los socialistas sobre la investidura de Illa. Algunos sectores muestran rechazo al pacto con el PSC y la suspensión de la consulta de Barcelona tensa el partido.
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BARCELONA,
Esquerra dará este sábado el pistoletazo de salida para la toma de la decisión que marcará el futuro de Catalunya en los próximos meses: si se inviste un nuevo president de la Generalitat, con toda probabilidad el socialista Salvador Illa, o se va a una repetición electoral en octubre. Y lo hará con la celebración de un Consell Nacional –máximo órgano de dirección entre congresos- en que la secretaria general intervendrá desde Ginebra y en que Oriol Junqueras participará ya como expresidente del partido. En esta reunión, los republicanos aprobaran las bases y el formato para la consulta que deberá realizarse a la militancia, una vez negociada una posible investidura, probablemente ya en agosto.
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El paso siguiente será comenzar a hablar con los diversos actores políticos. La Ejecutiva nacional del partido prepara el inicio de la negociación con los socialistas para una posible investidura de Salvador Illa, pero también con Junts. De momento, fuentes de la dirección admiten que se han producido algunos contactos exploratorios aprovechando las conversaciones para la conformación de la Mesa del Parlament, aunque finalmente Esquerra optó por el pacto independentista con Junts y la CUP, dando la presidencia a Josep Rull. Cabe recordar que ERC desvincula totalmente la negociación del Parlament con la de la investidura y así lo ha confirmado a Público el secretario general de Junts, Jordi Turull.
La secretaria general, Marta Rovira, sitúa el inicio de la negociación para la investidura -en conversación con Público desde Ginebra- para la semana que viene. No especifica cuál será el marco de la negociación pero fuentes de su entorno apuntan que "va a ser largo y nada fácil, veremos hasta donde están dispuestos a llegar –en referencia al PSC-". Y sobre el formato, estas mismas fuentes apuntan que los equipos negociadores principales estarán acompañados por equipos técnicos más sectoriales y que "viajes a Ginebra habrá que hacer". Sin concretar si el propio Salvador Illa será necesario que se traslade a la ciudad suiza, aunque apuntan que sería "lógico" teniendo en cuenta done se encuentra exiliada la máxima líder de Esquerra.
La financiación, elemento clave
Lo que sí parece evidente es que el sistema de financiación para Catalunya va a tener un papel muy importante en el resultado final de la negociación. Rovira asegura a Público que ERC no ha recibido todavía propuestas concretas, ni del PSC ni de Junts, para valorar un posible apoyo a la investidura de Salvador Illa o a la de Carles Puigdemont si se llega a producir. Pero la secretaria general republicana afirma que será clave conseguir "una financiación singular acordada bilateralmente". En este sentido, ERC ha advertido al PSC que, a falta de más concreción, las explicaciones de la vicepresidenta del Gobierno español y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sobre un sistema de financiación para las "singularidades" de Catalunya "no parece tener mucho que ver con el modelo que planteamos nosotros".
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Esquerra advierte que cuando los republicanos hablan de "sistema de financiación singular para Catalunya" se refieren a un nuevo y distinto sistema basado en la negociación bilateral y con una estructura basada en el modelo del País Vasco o de Navarra. Y no al mismo modelo actual, pero con algunas mejoras para financiar competencias específicas como podrían ser la lengua catalana, los Mossos o el sistema penitenciario en que Catalunya tiene las competencias a diferencia de otras comunidades. "Vamos a ser claros desde el principio, y si no se entiende el concepto o se intenta tergiversar no va a haber ninguna posibilidad de un mínimo acuerdo", asegura un miembro de la dirección de ERC.
La propia Marta Rovira advertía este viernes a Público -y ratificaba en una entrevista a SER Catalunya- que "cuando nosotros hablamos de singularidad en referencia a la financiación de Catalunya estamos hablando de un acuerdo bilateral entre Catalunya y el Estado español. Esto no nos parece ninguna cosa extraordinaria porque ya existe en el País Vasco o en Navarra". "Estamos exigiendo esto y no singularidades respecto a unas competencias exclusivas que podamos tener. Eso sería un término medio entre el sistema actual y el vasco o navarro y nosotros no estamos en ese punto intermedio", reitera Rovira. Por tanto, a dos meses y 11 días de que se active la repetición electoral si no hay una investidura efectiva, parece que queda todo por hacer y un objetivo de gran complejidad prefijado.
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100% de los impuestos, cupo para el Estado y aportación solidaria
El sistema de financiación que exige ERC para la investidura de Salvador Illa ya fue establecido por el Govern del actual president de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès. A grandes rasgos, el nuevo modelo singular prevé recaudar el 100% de los impuestos que se generan en Catalunya, frente al 9% actual. Así pues, Catalunya tendría una "soberanía fiscal plena". La encargada de elaborar el nuevo modelo de financiación singular fue la actual consellera de Economia i Hisenda en funciones, Natàlia Mas Guix. Además de recaudar todos los tributos que se generan en Catalunya -como el IVA, el IRPF, el impuesto sobre sociedades o los impuestos especiales-, también prevé aportaciones económicas al Estado en función de los servicios prestados al estado al estilo del cupo vasco, y otra aportación a un fondo de reequilibrio territorial que el modelo vasco no incluye. El actual modelo de financiación autonómica acumula una década de caducidad y abordar su reforma era uno de los compromisos del acuerdo entre Esquerra y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez.
Crece el debate interno sobre investir a Illa o no
"En la militancia de Esquerra hay muchas ganas de oír argumentos sobre las cruciales decisiones que debe tomar el partido, y sobre todo hay muchas ganas de hablar, opinar y expresarse". Con esta frase resume un importante exdirigente de Esquerra el estado de ánimo que se vive entre las bases de ERC frente a tres grandes decisiones que debe tomar el partido en los próximos días y meses: la ratificación o el rechazo del acuerdo con el PSC para incorporarse al Gobierno de Barcelona, investir o no al socialista Salvador Illa como president de la Generalitat, y quién tiene que pilotar el partido en la nueva etapa que se abre a partir del congreso del 30 de noviembre.
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Esquerra Republicana es estos días un hormiguero de militantes que se encuentran en las agrupaciones locales, se intercambian llamadas y mensajes, y se interpelan respecto al futuro del partido, con la investidura del president de la Generalitat como protagonista. A la espera de que arranque el proceso negociador, se extiende en Esquerra el debate entre partidarios y detractores de investir a Salvador Illa. Algunos sectores ya se organizan para fomentar el rechazo al pacto con el PSC. Y aunque pocos, incluso algunos ya lo explicitan públicamente. Es el caso de las juventudes del partido, Jovent Republicà, que en bloque rechazan un acuerdo con los socialistas. La corriente interna, minoritaria pero muy activa, llamada Col·lectiu Primer d'Octubre, que prevé presentar candidatura en el congreso de noviembre. O la agrupación local de Lleida. Todos ellos solo en los últimos días.
Mientras exdirigentes históricos como Joan Tardà propugnan que sería "un grave error" no hacer presidente a Illa. O con algunos guiños difíciles de interpretar como el del recientemente dimitido presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, que no cierra la puerta a la entente con los socialistas pero es ambiguo: "ERC debe intentar ponerse de acuerdo con todo el mundo y construir los mejores acuerdos posibles". Otros sectores rechazan de lleno investir al dirigente socialista. Para Jovent Republicà: "No se puede permitir que "el unionismo se apodere de la Generalitat -en referencia al PSC-". Pero también añaden que tampoco se puede dar "apoyo gratuito" a Junts, que "vive del independentismo mágico" y está "vacío de propuestas realistas"". Mientras que en Lleida los militantes han aprobado también su posición contraria y aseguran consideran en un comunicado que "no tenemos miedo a volver a las urnas".
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La polémica consulta de Barcelona
Y por si faltaban alicientes de debate para la militancia, el fiasco que vivió este jueves la consulta de la federación de Esquerra de Barcelona para ratificar o rechazar la entrada en el Gobierno municipal del socialista Jaume Collboni en la capital catalana ha añadido más leña al fuego. La suspensión de la consulta, por problemas de aforo en la sala donde debía celebrarse el congreso extraordinario y la votación pertinente, ha enrarecido todavía más el clima existente en Esquerra respecto al papel que deben tener los republicanos en los próximos meses.
Por una parte, el error en el cálculo del aforo que obligó a suspender el congreso extraordinario de Esquerra de Barcelona ha "molestado" e incluso "indignado" a los militantes consultados, que hablan de "sensación de ridículo y de poca eficacia en un momento difícil para el partido". Por otra parte, la decisión de la federación barcelonesa de activar el acuerdo con el PSC y la consulta a la militancia en estos momentos, ha generado mucha tensión interna en el seno del partido y un gran malestar en una parte de la Ejecutiva nacional que lo considera "contraproducente dado el contexto general".
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La nueva consulta
La secretaria general, Marta Rovira, principal líder de Esquerra después de la salida de Junqueras y jefa del equipo negociador, no esconde su disgusto con la federación de Barcelona. Pero asegura a Público que "dadas las circunstancias" apuesta por repetir lo más inmediatamente posible la votación en Barcelona. "El impacto sobre la negociación para la investidura ya está hecho desde el momento que se desvela el acuerdo, y por tanto ya lo damos por descontado. Lo más prudente es zanjar el tema lo antes posible y que la militancia se pronuncie".
Pero los responsables de ERC en Barcelona, que han pedido disculpas por el fiasco, asegura que la nueva consulta se realizará "en la fecha más adecuada" teniendo en cuenta la ronda de consultas del presidente del Parlament, Josep Rull, para la investidura previsto para la semana que viene. En un comunicado, la presidenta de la Federación municipal, Eva Baró, y el secretario general, Antoni Vidal, afirmaron que con este debate no quieren "interferir" en las conversaciones sobre la investidura y, por eso, querían celebrar el congreso y la consulta entre las elecciones europeas y la ronda de contactos de Rull con los grupos. Se justifican así de las acusaciones de "precipitación" e incluso de "imposición" que se han vertido sobre las excesivas prisas con que se ha convocado el congreso del jueves pasado. De todas formas, admiten que "el momento es complejo" y que esto "podía llegar a generar discrepancias sobre su idoneidad en el tiempo".
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Está por ver si se repetirá la convocatoria presencial en una sala mayor o se optará por cambiar a una consulta telemática. Hay que tener en cuenta que Esquerra tiene un millar de militantes en Barcelona ciudad, y que, por ejemplo, en la votación para ratificar hace un año el frustrado acuerdo para la frustrada elección de Xavier Trias para la alcaldía de Barcelona participaron 150 personas. Este jueves comparecieron más de medio millar de militantes con derecho a voto y la sala tenía una capacidad para 250 personas. Pero Marta Rovira asegura que la Ejecutiva nacional se ha puesto al servicio de la federación para realizar la consulta lo antes posible y "aceptaremos el resultado que salga". Ahora, el elemento de discusión entre las bases es si la gran asistencia de militantes que desbordó la consulta es indicativo de que el pacto con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona no saldrá adelante.
En definitiva, ERC es un partido en ebullición. Algunos dirigentes consultados quitan dramatismo a la contraposición de opiniones y aseguran que "es buena noticia porque es una señal que el partido está vivo y que la gente tiene ganas de participar, a pesar de los fuertes reveses electorales que hemos sufrido". Algunos veteranos niegan que el partido se pueda partir y alejan la repetición de una fractura como la que se produjo entre el 2008 y el 2010, al final del tripartito presidido con José Montilla. En aquella ocasión se produjeron múltiples escisiones y acabó con el enfrentamiento y la defenestración de sus líderes, Josep-Lluís Carod-Rovira y Joan Puigcercós. "Nada que se le parezca, el partido lo está pasando mal y hay división de pareceres, pero dentro de una normalidad democrática en que las bases opinan y deciden", asegura un importante dirigente de la época de Puigcercós.
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A pesar de ello, en política -y más en Esquerra- todo importa, y el aspecto ambiental también. Los debates, las opiniones expresadas o el resultado de la consulta de Barcelona, la presión que se vaya ejerciendo, tendrán su impacto en el decurso de las negociaciones entre el PSC y ERC, o entre los republicanos y Junts. En este marco habrá que ver si se llega a algún acuerdo o no. Y finalmente, si la militancia opta por aceptarlo o rechazarlo con el peligro de una repetición electoral que puede ser complicada para un partido en proceso de renovación interna, sin un candidato prefijado y con un inmenso socavón que ha dejado el último ciclo electoral.