Hacia las elecciones municipales El PP, convencido de que Ciudadanos no será rival en 2019 pese a la fuga de concejales
Los conservadores gobiernan en más de 3.000 ayuntamientos españoles, mientras los naranjas sólo ocupan 73 alcaldías y ninguna en capitales de provincia.
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madrid,
"Tenemos capacidad de presentar mejores candidatos en todos los sitios". Así de convencidos están en el PP cuando se les pregunta por su competencia con sus socios y rivales de Ciudadanos. Los de Albert Rivera siguen aumentando apoyos -ascenderían a la tercera posición, según el CIS- mientras los de Mariano Rajoy los pierden, pero eso no parece importar en Génova.
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El número tres de la formación cree que, pese a todo, Cs no será competencia peligrosa en las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2019, para la que ambas formaciones ya se están preparando y buscando candidatos. Fernando Martínez-Maillo negó temer el 'robo' de concejales por parte de los naranjas que ya se está produciendo en algunas provincias y confió en que el "partido original" conseguirá arrasar en las urnas frente a la 'marca blanca'.
En Ciudadanos, por su parte, aseguran que el trasvase de cargos no es un robo, sino una huida de desencantados con la dirección tomada por el partido conservador -también ocurre en el PSOE, afirman- y niegan que su estrategia consista en ganar votos a costa del PP. De hecho, aseguran no haber realizado ningún estudio sobre las posibilidades de hacerlo en una u otra localidad. "Ni hay intención de hacerlo", responden rotundos fuentes de la Ejecutiva de Cs.
En cambio, sí confirman que -tal y como adelantó El Mundo- usarán un sistema de geolocalización para mejorar su implantación en toda España y que consiste, precisamente, en analizar las tendencias políticas de los habitantes, barrio a barrio, municipio a municipio. Una vez obtenido los resultados, centrarán sus campañas (folletos, carpas, mítines, etc.) allí donde puedan reforzar su presencia, descartando las localidades donde no tengan oportunidad alguna de prosperar.
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A día de hoy, Cs cuenta con un total de 104 diputados autonómicos pero repartidos con grandes contrastes: mientras la mayor presencia está en Catalunya y Valencia, no tiene representación alguna en los parlamentos de Galicia, Euskadi, Navarra, Islas Canarias y Castilla-La Mancha. Mientras, el PP sigue gobernando en buena parte de las Comunidades; en Galicia, incluso aún con mayoría absoluta.
Con respecto a los municipios ocurre algo similar. Los conservadores gobiernan en 3009 localidades, buena parte de ellas, capitales de provincia. Mientras, Cs sólo ocupa 73 alcaldías, siendo Mijas, Arroyomolinos, Villanueva del Pardillo, Espartinas, Villanueva de Gállego y Moixent las más grandes.
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Por todo ello, el PP sigue confiando en que el "suflé" de Cs se desinfle ya que, consideran, no tienen suficiente estructura para competir con ellos. "Han echado a más de 200 concejales esta legislatura", les criticó Maillo este lunes, haciendo referencia a los garbanzos negros que, bien por ser imputados, bien por transfuguismo o rebelión contra la doctrina de la dirección nacional acabaron expulsados del partido de Rivera.
En cualquier caso, los conservadores siguen adelante con su estrategia de arremeter contra sus socios con intención de frenar su avance. Por un lado, critican que parte de sus listas se compongan de llegados de otras formaciones porque, dicen, no podrán sostener su imagen de "partido nuevo, joven y limpio". Por otro, usarán el informe con el que el Tribunal de Cuentas rechazó la financiación de Cs para presionar en la comisión sobre la financiación irregular del Senado a su responsable de contabilidad, Carlos Cuadrado.
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Por último, asumiendo sus dificultades de comunicación frente a la buena política de los naranjas en este ámbito, el PP busca tácticas nuevas para diferenciarse y marcar agenda. Es el caso de su actual empeño para evitar la derogación de la prisión permanente revisable que este viernes volverá al Consejo de Ministros para ampliar los delitos incluidos en la misma que luego tendrán que ser aprobados por el Congreso. "Tenemos que llevar la iniciativa, perder el miedo a perder alguna votación, porque serán otros los que tengan que retratarse", concluyó Maillo.