Elecciones generales 10-N El giro al centro de Casado no incluye a Franco
Para los 'populares' el problema radica en la ley de memoria histórica, que pretenden derogar. También en que una parte de sus votantes es nostálgica del franquismo. Sin olvidar que el fundador de Alianza Popular fue ministro franquista.
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madrid,
Pablo Casado quiere un PP "reconocido por moderado". Tras el fracaso de su estrategia en los anteriores comicios del 28 de abril, en los que el partido sufrió una absoluta debacle, al pasar de 137 escaños a 66, el líder de los 'populares' toma nota de los errores cometidos y trata de enmendarlos. Ahora apuesta por un tono más conciliador, aparece menos en público y limita sus declaraciones a la prensa para no realizar declaraciones peliagudas. "Pablo no es así, pero se ha visto a obligado a bajar los decibelios por el bien del partido", señalan a Público fuentes cercanas al presidente del PP.
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Desde la dirección, reconocen que hay temas que provocan incomodidad en el seno del partido y dañaron mucho la imagen pública del PP. Algunas como el aborto ya pusieron en apuro a Casado la anterior precamapaña. También a algunos de sus fieles, como Adolfo Suárez Illana. De hecho, desde Génova ya se comprometieron en febrero a no hablar de temas polémicos como la interrupción voluntaria del embarazo, la eutanasia o el dictador Francisco Franco, ya que decían que el resto de partidos políticos lo utilizaban para atacarles. "No volveremos a morder el anzuelo, es lo que quiere la izquierda", explicaban.
Sin embargo, este jueves conocíamos que el Tribunal Supremo daba vía libre al Gobierno para proceder a la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos. La Sala de lo Contencioso ha dictado una providencia que autoriza al Gobierno a acceder ya a la Basílica para extraer sus restos, a pesar de las reticencias del prior, Santiago Cantera, que asegura que no lo autorizará.
Respecto a esta cuestión —que el Gobierno aprobó mediante un decreto ley el pasado año y posteriormente ratificó en el Congreso con la abstención de PP y Ciudadanos— los de Casado interpusieron, en primera instancia, un recurso ante el Tribunal Constitucional. Los conservadores alegaron que el Ejecutivo empleaba la vía de urgencia para sacar al dictador del mausoleo y para ellos esta "urgencia" no era tal. Meses más tarde, el entonces vicesecretario de organización, Javier Maroto, anunció que su formación retiraba el recurso, al no tramitarse por esta vía. "Siempre nos hemos opuesto a las formas, no al fondo de la cuestión", subrayó.
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Por mucho que se quiera evitar el tema, especialmente con una nueva repetición electoral en apenas un mes, la actualidad no se lo permite, por lo que los cargos 'populares' se limitan a decir que "respetan las decisiones judiciales" y que el tema carece de interés público. "Me preocupan más los dictadores vivos que los muertos"; "Tenemos que mirar al futuro. Me gustaría estar hablando de la España de mis hijos y no de la de mis abuelos"; "Yo no gastaría un euro ni en enterrarlo ni en desenterrarlo". Han sido algunas de las recientes frases del líder del PP al respecto.
El problema de fondo: la ley de memoria histórica
Para los 'populares' el problema radica en la ley de memoria histórica, que pretenden derogar. También en que una parte de sus votantes -a los que ahora apela la formación ultraderechista Vox- es nostálgica del franquismo. Sin olvidar que el fundador de Alianza Popular -el partido origen del actual PP-, Manuel Fraga, fue ministro del régimen franquista.
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Mientras la dirección 'popular' trata de imponer el silencio y cuida sus palabras para no avivar el debate público ni perder votantes, hace una semana la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sacó el tema en una sesión de control parlamentario en la Asamblea de Madrid. Poco después, se dio orden directa a los cargos del partido de no valorar esta cuestión públicamente.
"Esa es la hoja de ruta de la izquierda, con un objetivo muy claro: la Transición, la bandera, la Corona y la Constitución, porque simbolizan la unidad, la fortaleza de las instituciones y la convivencia entre todos los españoles", aseguró. "Los que sí vivieron ese periodo decidieron pasar página. ¿Quiénes se creen que son para saber mejor qué sentían o pensaban quienes se fundieron en un abrazo en el 78? ¿Qué será lo siguiente? ¿La cruz del valle? ¿Todo el valle? ¿Las parroquias del barrio? ¿Arderán como en el 36? (...) Sánchez pretende que sea Franco quien le saque del desastre".
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El líder del PP se apresuró a justificar el día siguiente las palabras de Ayuso: “Hablé ayer con ella y lo que me dijo es que ella reivindicó la concordia y criticó una frase que Rita Maestre -portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid- dijo al asaltar una capilla de la Universidad Complutense [en 2011]. Díaz Ayuso solo repitió la frase". Sin embargo, no hay ninguna prueba de que Maestre pronunciara esa frase al asaltar una capilla en la Universidad Complutense en su época universitaria.