Dirigentes del Gobierno y del PSOE muy cercanos al líder socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le están haciendo llegar la necesidad de hacer una apuesta fuerte en las candidaturas para la Alcaldía de Madrid y para el cabeza de lista a las elecciones europeas del último domingo de mayo de 2019, al considerar determinante un victoria en ambos escenarios de cara a las elecciones generales.

Por ello, según fuentes consultadas, se va a retrasar al máximo la designación de estos dos nombres —ya están prácticamente elegidos todos los candidatos autonómicos y de las principales ciudades de España— tanto por el factor sorpresa que pueda suponer, como por el hecho de que muchos creen que van a ser miembros del actual Gobierno de Pedro Sánchez.

Los nombres que más se "aconseja" a Sánchez para que tome la decisión y les anime a dar este paso son los del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y el de ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Aunque no son los únicos, y también se mencionan a varias ministras.

Sánchez, antes de ser presidente, ya ofreció a Grande-Marlaska la posibilidad de ser candidato a la Alcaldía de Madrid, y el magistrado, aunque un tanto reacio a aceptar, dijo que se lo pensaría. El tsunami que supuso la moción de censura enterró la oferta, y luego Sánchez contó con él como ministro del Interior.

Un miembro de la Ejecutiva del PSOE no ha dudado en recomendar a Sánchez que vuelva a apostar por Grande-Marlaska como un candidato que puede ganar a Manuela Carmena y, además, conseguir que Madrid vuelva a tener un alcalde socialista. Quien así piensa, admite que el juez "lo está haciendo bien en Interior", pero considera que más fácil cubrir el hueco en este ministerio, que buscar otra candidatura igual de potente para Madrid.

Según algunas fuentes, a Borrel también le ofreció Sánchez meses atrás ser candidato a la Alcaldía de Madrid, lo que rechazó el ahora ministro. Pero no son pocos los que piensan que al dirigente catalán le sigue llamando Europa y que sería un cabeza de cartel potente para ganar con claridad estas elecciones, donde el PSOE confía en que se disgregue mucho el voto entre los partidos de derecha.

Si fueran ambos nombres, eso explicaría por qué el secretario de Organización, José Luis Ábalos, justifica constantemente el retraso de ambas designaciones, ya que obligaría a Sánchez a su primera crisis de Gobierno no motivada por escándalos y polémicas. Ábalos es uno de principales convencidos de que el PSOE tiene que poner lo mejor que tenga en Madrid para volver a gobernar.

Lo que se da por hecho es que en la cumbre de líderes socialdemócratas europeos que se celebrará en Madrid a finales de febrero o principio de marzo, con Pedro Sánchez como anfitrión, el PSOE podría seguir siendo uno de los pocos partidos del viejo continente que aún no tuviera designado el candidato. "Casi con toda probabilidad que antes no se sabrá", comentó un destacado dirigente del partido, aunque ya no descartó que se utilice este encuentro como escaparate para anunciarlo.

Lo que es seguro es que, a día de hoy, el PSOE no tiene decidido quiénes serán sus candidatos o candidatas a estas dos importantes contiendas electorales, que seguro que van a servir para medir buena parte del éxito o fracaso de los socialistas en los comicios de mayo.