MADRID.- "Y si al final, los poderes fácticos acaban con nosotros, en nuestra lápida pondrá muertos por votar no a la derecha. Orgullo. No es no". Con esta frase, la secretaria de Política Municipal del PSOE ha hecho pública la firme intención de Pedro Sánchez y los suyos de mantener su "no" a la investidura de Mariano Rajoy y, por tanto, de intentar buscar una alternativa a un gobierno de los conservadores.

El tweet de Lastra, sin embargo, vale más por lo que significa de puertas para dentro que para fuera. Ante los continuos rumores sobre la continuidad de Pedro Sánchez al frente de los socialistas, las presiones recibidas desde dentro y fuera del partido para facilitar la investidura de Rajoy y el movimiento de última hora para 'blindar' a Sánchez, al menos, hasta el 1 de octubre, el mensaje de Lastra reitera que la actual dirección del PSOE no piensa apearse de sus propias convicciones y que mantendrá el 'no' a Rajoy. 

Y es que el ruido de sables de varios de sus barones llega a Ferraz. El ambiente es irrespirable y todas las batallas están abiertas y todas las jugarretas posibles se pueden dar.  Tal y como ha informado Público este jueves, Sánchez quiere poner las cartas sobre la mesa y que cada cual se pronuncie en la dirección que debe actuar el PSOE.

Uno de los que se ha pronunciado, al menos sobre el tweet de Lastra, ha sido Eduardo Madina, que compitió por Pedro Sánchez para alcanzar la secretaria general del PSOE en unas primarias que venció el madrileño. Madina ha respondido a Lastra que "es mucho mejor un PSOE que gane elecciones que proponer una lápida para 137 años de historia...". Ante las palabras de Madina, Lastra ha aclarado que ella no propone la lápida y sí aquellos que quieren que el PSOE desaparezca. 

La batalla está abierta en el PSOE y el secretario general, aseguran fuentes de Ferraz, retará a los críticos a posicionarse de forma clara y, de haber discrepancias, forzará la votación de las diferentes posturas. Es decir, quiere que los críticos se retraten y digan si quieren que el PSOE facilite un Gobierno de Rajoy. Por su parte, Sánchez y los suyos se mantendrán firmes en no apoyar a Rajoy ni con la abstención.