Dimite Arístegui, el embajador en la India que se lucró con el cobro de comisiones a empresas españolas
"Debería primar la presunción de inocencia y no el linchamiento"
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MADRID.- Gustavo de Arístegui ha presentado su dimisión irrevocable como embajador en la India ante la "campaña de destrucción" contra él y para "no perjudicar ni al gobierno ni a su presidente en plena campaña electoral". La dimisión se produce un día antes del debate que mantendrá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el candidato socialista a las elecciones generales, Pedro Sánchez.
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"Debería primar la presunción de inocencia y no el linchamiento"
Gustavo de Arístegui explica que, con su renuncia, quiere tener completa libertad para poder defenderse como funcionario de la carrera diplomática, "a la que me honro en pertenecer desde 1989", y también como ciudadano con todos sus derechos. En un Estado de Derecho, recuerda el diplomático, "debería primar la presunción de inocencia y no el linchamiento mediático". "Ha sido un honor servir a España estos casi cuatro años y creo que en esta legislatura hemos relanzado las relaciones bilaterales en todos los sectores. Espero de corazón haber estado a la altura del desafío de este gran puesto".
Gómez de la Serna, sin embargo, permanece aferrado a la candidatura del PP al Congreso por Segovia. El número dos de la lista ha recibido un toque del presidente del partido en la provincia, Francisco Vázquez, que pidió al diputado "que renuncie" a la candidatura: "Que dé paso a la siguiente persona de la lista porque está haciendo daño y perjudicando al partido, independientemente de la resolución final" del expediente que se le ha abierto.
Comisiones millonarias
Arístegui y De la Serna supuestamente cobraron comisiones millonarias en el extranjero por lograr contratos para empresas españolas de gobiernos de África y Latinoamérica, según El Mundo y la cadena Ser. Bajo la marca Voltar Lassen, registrada por ambos en la Oficina Española de Patentes y Marcas, han ejercido como conseguidores de contratos públicos para una veintena de empresas españolas en diversos países. Para ello se valían de agentes expatriados que conocen el terreno y que utilizaban sus influencias y contactos para conseguir esos grandes contratos a cambio de comisiones.