El independentismo catalán ha dado finalmente luz verde a la investidura de Pedro Sánchez. Tras semanas intensas de negociación, el PSOE ha cerrado, por separado, un acuerdo político con ERC y Junts. De esta forma, el socialista se garantiza el voto afirmativo de los diputados de ambas formaciones para ser investido presidente y revalidar así el Gobierno de coalición. Aunque ambos partidos independentistas han firmado pactos similares en cuanto a reclamaciones y condiciones, hay matices importantes que evidencian una vez más la batalla por el relato de los exsocios de Govern. Explicamos las similitudes y diferencias.

A simple vista, en el acuerdo entre ERC y PSOE, que tiene hasta 13 páginas, hay más concreciones que el texto que los socialistas han firmado con Junts, de tan solo tres hojas. Eso sí, en ambos pactos, el PSOE reconoce la existencia de un conflicto político en Catalunya -con la diferencia de que en el documento de Junts aparece la palabra “histórico”- y se abre a iniciar un proceso para buscar soluciones.

Mediador “internacional” y sobre el referéndum

Unas soluciones que tanto ERC como Junts dicen que se conseguirán a través de un proceso de negociación enmarcado en la celebración de reuniones periódicas. Ahora bien, con un mediador de por medio. ERC habla de una persona de reconocido prestigio. Junts también, pero añade la palabra “internacional”, aunque no especifique ningún nombre. De hecho, habla de mecanismo, por lo tanto, podría ser tanto una persona como una institución. Ésta era una de las demandas históricas de Junts al Ejecutivo español para abrir un diálogo con el Estado.

En ambos pactos, el PSOE reconoce la existencia de un conflicto político en Catalunya

Sobre el referéndum, en el acuerdo con ERC se habla de una Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo y de pactos que puedan ser refrendados por el pueblo catalán, pero no específica si se preguntará sobre la independencia o el Estatut. Por su parte, en el de Junts y el PSOE los dos partidos admiten que tienen propuestas distintas: el partido independentista defenderá en la negociación la celebración de un referéndum de autodeterminación amparado en el artículo 92 de la Constitución, mientras que el PSOE apuesta por el despliegue del Estatut del 2006 -antes de ser recortado por el Constitucional-, así como por el “respeto a las instituciones del autogobierno y la singularidad institucional, cultural y lingüística de Catalunya”.

Sobre los hechos de otoño de 2017, en el pacto con ERC se dice que se produjo un referéndum anulado por el Tribunal Constitucional. En cambio, en el acuerdo con Junts consta que la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) del 27 de octubre de 2017 fue “válida” y que el mandato del 1-O todavía está “vigente”. Por su parte, el PSOE lo niega. Asimismo, constatan que se pueden alcanzar acuerdos importantes sin renunciar a las respectivas posiciones.

Sobre la ley de amnistía

Ambos partidos independentistas han centrado buena parte de las negociaciones en la futura ley de amnistía. El primero en anunciar un acuerdo con el PSOE al respecto fue ERC. Los republicanos no firmaron el pacto hasta que tuvieron la garantía de que la causa del Tsunami Democràtic estaría incluida. El texto dice que la norma debe servir para “recuperar la plena normalidad”.

Junts concreta un poco más y habla de las causas de los hechos del 9N y el 1-O y de las movilizaciones independentistas, y ha logrado introducir el concepto de lawfare o judicialización de la política, aunque queda por definir el perímetro de ésta.

Sobre financiación e infraestructuras

Uno de los puntos fuertes del pacto ERC-PSOE es el apartado de la financiación, ya que ambos partidos se comprometen a conseguir una financiación adecuada para garantizar la suficiencia de los servicios públicos en Catalunya. Aparte del traspaso “integral” de Rodalies por fases, el acuerdo habla de la condonación parcial de la deuda del FLA, es decir, que el Estado perdona 15.000 millones  en Catalunya, lo que permitirá el ahorro de 1.300 millones anuales en intereses. También acuerdan una comisión pensada para singularizar el modelo de financiación  para Catalunya.

En el texto sellado por el PSOE y Junts no hay ningún acuerdo real en materia de financiación

En cambio, en el texto sellado por el PSOE y Junts no hay ningún acuerdo real en esta materia, más allá de que se abordará en una negociación en la que ambos partidos acuden con propuestas distintas. Así, el documento recoge que Junts planteará modificar la LOFCA para que se establezca una “cláusula de excepción de Catalunya que reconozca la singularidad en la que se organiza el sistema institucional de la Generalitat” y pide la cesión de todos los impuestos que se pagan a la Generalitat, mientras que el PSOE habla de un diálogo que permita la autonomía financiera. Los postconvergentes tampoco hablan de ninguna infraestructura en concreto.

Estabilidad y gobernabilidad

El PSOE ha detallado que el acuerdo con Junts es de legislatura, y no sólo de investidura. Los postconvergentes se comprometen a procurar la “gobernabilidad” de la actual legislatura estatal si los socialistas “contribuyen a resolver el conflicto histórico sobre el futuro político de Catalunya” y se cumplan los acuerdos firmados.

Los diputados de ERC también darán “estabilidad” a la legislatura  a través de una “negociación de buena fe y de la voluntad de aprobar los principales objetivos legislativos”. Los republicanos se han comprometido a hacerlo especialmente en el ámbito presupuestario y en relación a los fondos de recuperación de la UE, algo que Junts no ha hecho mención.

Por último, a diferencia de ERC, Junts y el PSOE pactan “la ampliación de la participación directa de Catalunya en las instituciones europeas y otros organismos y entidades Internacionales”.