Este artículo se publicó hace 2 años.
Los diez momentos que sacudieron el tablero político en 2022
La votación de la reforma laboral, la guerra en el PP, el giro histórico de Sánchez sobre el Sáhara, el 'caso Pegasus' o el desafío del Constitucional al Senado, entre los episodios más destacados del año.
Pilar Araque Conde
Madrid-Actualizado a
El 2022 se despide dejando para los anales nuevos momentos que han sacudido el escenario político, la mayoría de ellos protagonizados en el Congreso, epicentro de la vida política a nivel estatal. El 2022 ha estado marcado por las respuestas para hacer frente a la crisis energética y económica derivada de la guerra en Ucrania, pero también por nuevas negociaciones a contrarreloj, elecciones autonómicas, decisiones de gran calado, el aumento de la crispación auspiciada principalmente por Vox, y la injerencia del poder judicial en el legislativo con la decisión inédita del Tribunal Constitucional.
Votación de la reforma laboral
La convalidación de la reforma laboral en el Congreso se saldó con varios giros de guion, ruptura de la disciplina de voto mediante, por la mínima y, sobre todo, gracias a un error de un diputado del PP, el ahora famoso Alberto Casero, al emitir su voto telemático. El PP impugnó la votación ante el Tribunal Constitucional, que tendrá que resolver sobre ese recurso, e incluso acusó a Meritxell Batet de "prevaricación", pero los letrados del Congreso rechazaron que fuera un "error técnico" y el propio parlamentario popular reconoció meses más tarde en una entrevista su equivocación.
La norma impulsada por Yolanda Díaz tras un acuerdo con los agentes sociales no concitó el apoyo de los socios del Gobierno. ERC, EH Bildu y PNV la rechazaron, pero Ciudadanos sí votó a favor. Por su parte, los dos diputados de UPN, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, se saltaron la disciplina de voto y votaron en contra de la norma (motivo por el que fueron expulsados dos años y medio de su partido, aunque siguen como diputados no adscritos), pero la acción de Casero fue determinante para que el real decreto-ley fuera convalidado el 3 de febrero por solo un voto de diferencia.
Vox entra en un gobierno por primera vez de la mano del PP
El PP de Alfonso Fernández Mañueco volvió a imponerse en los comicios autonómicos de Castilla y León del pasado 14 de febrero, unas elecciones convocadas de forma anticipada por la ruptura de los populares con Cs y en las que Soria ¡YA! (una de las cinco candidaturas de la España Vaciada que concurrieron a la cita) desbancó al bipartidismo en su provincia e irrumpió en las Cortes con tres procuradores.
Pero la otra cara de la moneda fue el posterior acuerdo de los de Mañueco con Vox, permitiendo por primera vez la entrada de la ultraderecha en un Ejecutivo con la vicepresidencia de la Junta, ostentada por Juan García-Gallardo, y tres consejerías. Desde que echara a andar el nuevo gobierno autonómico, las polémicas protagonizadas por los de Abascal han cobrado más peso que la gestión. Esta, además, quedó en entredicho especialmente por la falta de respuestas ante los incendios forestales que arrasaron Castilla y León al final de la primavera y el verano.
Guerra en el PP entre Casado y Ayuso, y ascenso de Feijóo
A mediados de febrero, estalló la guerra total en el PP, una pugna entre Génova y la presidenta de la Comunidad de Madrid que se llevaba barruntando varios meses atrás. Solo los comicios de Castilla y León dieron una tregua al conflicto entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, que se saldó con la defenestración del partido de quien estaba llamado a llevar al PP a la Moncloa y el ascenso del expresidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del partido conservador.
Antes de que este fuera coronado en el congreso extraordinario del PP celebrado a primeros de abril en Sevilla, Casado se vio obligado a claudicar delante de los suyos por las presiones de dirigentes y barones del PP, y el goteo de abandonos, como las dimisiones del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, al frente de la portavocía nacional del PP, y la de Teodoro García Egea como secretario general de la formación.
Histórico giro de Sánchez sobre el Sáhara
El 18 de marzo, la Casa Real marroquí filtró un acuerdo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por el que España reconocía la propuesta de autonomía del régimen alauí para el Sáhara Occidental y abandonaba su posición de neutralidad activa en un conflicto prolongado durante 46 años.
La decisión, que ni Unidas Podemos conocía, causó la ruptura de las relaciones con el Frente Polisario y el alejamiento de Argelia (impuso el boicot comercial, aunque las exportaciones de gas no se han visto afectadas), país aliado de los saharauis. También, provocó el aislamiento de Pedro Sánchez, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el PSOE en el Congreso. De hecho, el viaje de Sánchez a Rabat para sellar el acuerdo coincidió con el rechazo frontal de la Cámara Baja, incluido de Unidas Podemos, a las nueva etapa en las relaciones con Marruecos.
'Caso Pegasus'
La publicación en abril del estudio de Citizenlab acerca del espionaje a más de 65 líderes y activistas independentistas abrió una brecha entre Pedro Sánchez y los de Pere Aragonès que se mantuvo durante varios meses, poniendo en riesgo la estabilidad de los apoyos brindados durante los dos primeros años de legislatura. El caso Pegasus sigue sin resolverse, pero el acercamiento entre el PSOE y ERC se ha evidenciado con los acuerdos alcanzados en torno a la derogación de la sedición y la reforma de la malversación en el marco de la desjudicialización del conflicto catalán.
Hasta llegar a este punto, varios fueron los gestos que desde el Gobierno se llevaron a cabo en aras de calmar las aguas, como el desbloqueo de la comisión de secretos oficiales a través del cambio de mayorías, el cese de la entonces directora del CNI, Paz Esteban, y el anuncio por parte de Sánchez de la aprobación de una nueva ley de secretos oficiales, contemplada en los planes normativos anuales anteriores, y la reforma de la ley orgánica reguladora del control judicial del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Asimismo, se rechazaron varias comisiones relacionadas con el asunto al fiar esta cuestión a la investigación judicial toda vez que se conocieron que los móviles de Pedro Sánchez, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska también fueron espiados por el programa Pegasus.
El PP se consolida en Andalucía
La victoria aplastante de Juan Manuel Moreno Bonilla en las elecciones andaluzas del 19 de junio consolidó el cambio del ciclo político en una región que hasta 2018 era feudo histórico del PSOE. De hecho, los socialistas obtuvieron sus peores resultados en Andalucía, solo 30 escaños, mientras que las izquierdas alternativas, divididas en dos candidaturas (Por Andalucía y Adelante Andalucía) empeoraron los datos de los anteriores comicios.
Vox, de la mano de su candidata Macarena Olona (defenestrada en la actualidad del partido), pese a aumentar en votos y en escaños (dos más que en los anteriores comicios), pasó a la irrelevancia de cara a la conformación del gobierno por la mayoría absoluta del PP. Ciudadanos, en la senda descendente iniciada con la debacle de Albert Rivera en las generales de noviembre de 2019, desapareció del Parlamento andaluz.
Primer debate del estado de la nación siete años después
Entre el 12 y el 14 de julio, el Congreso albergó un nuevo debate del estado de la nación siete años después. La cita parlamentaria, que contó con la presencia del líder de la oposición (no pudo intervenir al no tener escaño en el Congreso), sentó las bases de que lo que se consideró el giro a la izquierda del presidente del Gobierno de coalición.
El anuncio de la creación de un impuesto a la banca y a las energéticas (estos gravámenes entrarán en vigor, junto al de las grandes fortunas, este 1 de enero y tendrá carácter temporal) reconcilió en buena medida a las formaciones que sostienen al Ejecutivo en el Congreso, especialmente las de izquierdas, con el líder del Ejecutivo.
Cambios en la Ejecutiva del PSOE y en el grupo parlamentario
Justo cuando el Gobierno gozaba de una suerte de luna de miel tras la celebración del debate del estado de la nación, en el PSOE hubo una serie de cambios que sumieron al partido en el desconcierto durante varios días en julio. La renovación en la formación liderada por Pedro Sánchez era cuestión de tiempo después de los pésimos resultados obtenidos en Andalucía y de cara al ciclo electoral del 2023.
No obstante, la salida de Adriana Lastra de Ferraz, sobre la que planeaba la sombra del cese, precipitó la renovación en la cúpula del partido y, por ende, en el grupo parlamentario en el Congreso. La ministra de Educación, Pilar Alegría, pasó a ser la portavoz del partido en sustitución de Felipe Sicilia; la titular de Hacienda, María Jesús Montero, lo hizo como vicesecretaria general; y Patxi López, como portavoz en el Congreso en lugar de Héctor Gómez. Asimismo, la dimisión de Lastra, que alegó motivos personales y de salud en cualquier caso, supuso el relevo definitivo en el núcleo más próximo a Sánchez desde que este ganara las primarias hace más de cinco años.
Vox sobrepasa todas las líneas rojas en el Congreso
La crispación en el Congreso tampoco ha estado ausente este año, aumentando los decibelios en el último tramo de 2022. Los exabruptos lanzados principalmente por los diputados de Vox, acostumbrados a bajar al barro para increpar verbalmente a otros representantes de la soberanía popular (con la connivencia del PP), sobrepasaron todas las líneas rojas durante el debate de los Presupuestos. Y es que, a colación de la polémica por la interpretación perversa de la ley del solo sí es sí, la diputada de Vox Carla Toscano señaló que el "único mérito" de Irene Montero "es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias".
Ante las nuevas quejas de la mayoría de los grupos por la pasividad para atajar las alejadas del decoro y que trascienden lo político por parte de la Presidencia de la Cámara Baja, ostentada por la socialista Meritxell Batet, tanto ella como quien le sustituye cuando no está presente en el hemiciclo, en la mayoría de los casos, el vicepresidente primero de la mesa y compañero de filas, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, han puesto en las últimas semanas más énfasis en esta tarea a través de broncas y regañinas a los parlamentarios. No obstante, estas llamadas al orden se han diluido en el eterno debate entre la libertad de expresión y las faltas de respeto al meter en el mismo saco los diferentes insultos y exabruptos lanzados desde la tribuna.
El desafío del Constitucional al Senado
Por último, quizás el hecho más insólito y trascendental del año tuvo lugar hace apenas unos días, cuando el Tribunal Constitucional, mediante su actual mayoría conservadora, impidió por primera vez una votación en el Senado de una reforma legislativa que afectaba a la renovación del propio tribunal de garantías. La medida, impulsada por los grupos del Gobierno e incluida en la propuesta ómnibus para derogar la sedición y reformar la malversación (aprobada en la Cámara Alta el pasado jueves), iba encaminada a rebajar las mayorías en el CGPJ para elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional que le correspondía.
Ante el veto sin precedentes del Constitucional a la capacidad del Senado para votar dicha reforma, y a pesar de que el CGPJ ha decidido poner fin esta semana al bloqueo para actualizar dicho órgano (después de nueve años y medio habrá una mayoría progresista), la mayoría de grupos políticos, a excepción de PP, Vox y Cs, son favorables a impulsar una iniciativa legislativa para impedir que esta situación vuelva a producirse.
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