MADRID.- El Gobierno en funciones que preside Mariano Rajoy insiste: no quiere someterse al control del Congreso de los Diputados surgido de las urnas el pasado 20 de diciembre. La mayoría de la cámara quiere que desde Rajoy hasta cualquier miembro del Ejecutivo acuda a los reclamos del parlamento. El conflicto de atribuciones, contemplado por la Constitución, está por lo tanto abierto.

El presidente del Congreso de los Diputados, el socialista Patxi López, ha enviado esta misma mañana una carta a la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, en la que le reclama la presencia de cualquier miembro del Gobierno ante la Cámara baja para evitar "un conflicto institucional grave". Su respuesta no se ha hecho esperar: "Pido al señor López que reflexione, porque muchos empezamos a tener la sensación de que la cámara se quiere convertir en un sitio para hacer precampaña política".

Sáenz de Santamaría ha afirmado ante la prensa que ni los precedentes ni los informes del Congreso avalan el control ordinario que quiere ejercer  López sobre el Gobierno de Rajoy, aunque dejó claro que pedirá el aval del Congreso para asuntos que excedan de lo que puede decidir un Ejecutivo en funciones.

"¿Como va a ejercer un control de un Gobierno que ya no tiene capacidad política"?, se preguntó la vicepresidenta, que pasó del desprecio a la ironía cuando subrayó que ahora hay casi más peticiones de comparecencia al Gobierno en funciones que cuando estaba en plenitud de sus competencias.

El Gobierno en funciones se declara en rebeldía

El viernes, ante la petición de comparecencia del ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, el Ejecutivo remitió a la cámara una misiva en la que le comunicaba que no iba a hacerlo.

Patxi López envía carta a Sáenz de Santamaría en la que le reclama la presencia de cualquier miembro del Gobierno ante la Cámara

Pero ni Morenés ni ningún otro miembro del Gobierno en funciones. Tampoco Mariano Rajoy, quien por ley debe informar de los contenidos y resoluciones de los Consejos Europeos de la UE. En pocas palabras, el actual Gobierno en funciones se declara en rebeldía y se niega a dar cualquier explicación de sus gestiones al actual parlamento. Su argumento se centra en que no tiene la confianza del actual hemiciclo, que se debe a la Cámara que quedó disuelta ante las pasadas elecciones generales.

El presidente López, que se ha mostrado muy cauto a la hora de hacer juicios de valor, ha explicado que todos los grupos de la cámara, salvo el PP, mantienen la misma actitud: obligar al Gobierno en funciones de Rajoy que acuda a la cámara cuando sea requerido, desde Rajoy hasta el último de los secretarios de Estado. De no ser así, aunque no ha querido adelantar acontecimientos, se abre un conflicto de atribuciones que el Congreso de los Diputados, por mayoría del pleno, podría presentar ante el Tribunal Constitucional. “Vamos a esperar acontecimientos”, ha dicho.

Es la primera vez que se produce desde la vigencia de la Carta Magna de 1978 un enfrentamiento de este cariz entre el poder Ejecutivo y el poder Legislativo.