Descordinación en el PP Nervios en el PP tras los últimos incendios y salidas de tono del partido
El exabrupto de Isabel García Tejerina sobre Andalucía en plena precampaña para las elecciones del 2-D -con desmarque del candidato, Juanma Moreno-; las críticas a la portavoz en el Congreso, Dolors Montserrat, o los solapamientos entre distintos dirigentes se unen a los comentarios sobre la improvisación del líder del partido, Pablo Casado, o a sus ataques a las cuentas del Ejecutivo desde Bruselas.
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MADRID,
El PP ha intentado echar tierra sobre el asunto, pero la salida de tono de Isabel García Tejerina a cuenta de los niños andaluces, el jueves, viene a cerrar una semana muy difícil para los conservadores.
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"En Andalucía te dicen que lo que sabe un niño de diez años es lo que sabe un niño de ocho en Castilla y León", afirmó la vicesecretaria de Política Sectorial y exministra de Agricultura, forzando al candidato a las elecciones del 2-D y líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, a desmarcarse de su mensaje. Apenas iniciada la precampaña para los comicios del 2-D, hay nervios entre las filas de los conservadores, e incluso algún diputado del PP critica la "falta de nivel" de los nuevos dirigentes conservadores, y su "bisoñez" ante ciertas situaciones.
Según García Egea, los andaluces no tienen la culpa de que el Gobierno de Díaz gaste "más en temas de prostitución que en educación"
Tras el exabrupto de Tejerina no ha habido asunción de este error -ni por ella ni por otros dirigentes-, y lo más parecido a la autocrítica han sido las palabras del excordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, hoy portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados: "No es lo más adecuado hacer comparaciones de niños y profesores"; "Probablemente no sea una expresión muy afortunada", apuntó el exnúmero tres.
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Mientras tanto, el líder del partido, Pablo Casado, y su número dos, Teodoro García Egea, se apresuraban a disparar contra la presidenta de Andalucía, Susana Díaz; en vez de referirse a las palabras de Tejerina , Casado y García Egea preferían criticar a Díaz por censurar estas declaraciones.
Los andaluces, venía a decir el secretario general del PP, no tienen la culpa de que el Gobierno de Díaz gaste "más en temas de prostitución que en educación".
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Andalucía y las críticas de Casado desde Bruselas
Las palabras de Tejerina llegan, además, en un momento en el que los dirigentes conservadores no se ponen de acuerdo sobre sus opciones en Andalucía, el foco de sus atenciones; unos se muestran más que optimistas, mientras otros dan por hecho que sería un "milagro" que lograsen formar gobierno con Ciudadanos.
"Le falta rodaje" es la frase compartida sobre Montserrat, tanto por quienes la defienden como por quienes cuestionan su trabajo
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Y la polémica sobre Andalucía es el colofón a una semana en la que diputados y otros cargos públicos conservadores han expresado a este medio sus reservas sobre la conveniencia del viaje de Casado a Bruselas para criticar los Presupuestos para 2019 de Pedro Sánchez -no consideran responsable cargar contra el Gobierno español y sus cuentas desde el otro lado de la frontera-. También muestran su preocupación -antes sorpresa- por el desempeño de Dolors Montserrat como portavoz en el Congreso.
"Le falta rodaje" es la frase compartida tanto por quienes la defienden como por quienes cuestionan su trabajo. Su discurso fue particularmente errático el miércoles, en la sesión de control al Gobierno, en lo que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se apresuró a tildar de "performance".
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La exministra de Sanidad, que ya suena en algunas quinielas como candidatable a la Alcaldía de Barcelona, venía a exigirle a Calvo que "coordinase" el Ejecutivo, y coordinación es precisamente lo que falta en el PP en muchas ocasiones, como reconocen entre sus filas.
A menudo, la frenética agenda del presidente del partido eclipsa las actividades de otros portavoces. Hay quienes consideran que está quemando su imagen y su discurso demasiado rápido
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A menudo, la frenética agenda del presidente del partido eclipsa las actividades de otros portavoces, y no es ningún secreto que hay quienes consideran que está quemando su imagen -y su discurso- demasiado rápido. "No puede tener la misma exposición como vicesecretario de Comunicación que como presidente", resumen.
Además, esta hiperactividad ha cristalizado en ocasiones en anuncios casi improvisados, contradictorios o poco desarrollados, que meses después se quedan apenas en un titular -a veces, hasta repetido-. Ocurrió con una de sus promesas estrella en campaña: una "Ley de Memoria y Justicia" para las víctimas del terrorismo a la que volvió a referirse hace apenas 15 días con una denominación algo distinta. Todavía no ha visto la luz.
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La primera vez que la nombró fue en julio -durante la campaña por la Presidencia de su formación-, y desde entonces el PP ha obviado las preguntas de este medio sobre cómo afectará -si lo hace- a las víctimas del franquismo. Otro ejemplo es la Ley de Concordia anunciada el 2 de septiembre, llamada a ser la sustituta de la Ley de Memoria Histórica, que Casado quiere enterrar.
Como ocurre con la fundación de nombre casi idéntico -Concordia y Libertad, presidida por Adolfo Suárez Illana-, no han trascendido más detalles sobre esta normativa. Recientemente, El Mundo recogía el testimonio de una persona conocedora del funcionamiento del partido tras el desembarco de Casado, que afirmaba que la cacareada ley fue un invento de ese mismo día, e incluso que fue ideada sobre la marcha, durante ese mismo acto.
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En última instancia, entre los conservadores hay diferencias sobre el modo de relacionarse con Vox: Casado ha optado por resaltar sus posicionamientos compartidos con el PP, por girar más a la derecha, mientras otros dirigentes optarían por ignorarlos, por volver a pelear mirando al centro político.
Y, sobre el más que mencionado efecto Casado, García Egea afirmó el lunes que hay datos que demuestran su existencia, aunque hasta ahora las encuestas no lo recojan. Sostuvo que han detectado un aumento de afiliaciones en distintos territorios, pero decidió no concretarlo con cifras.
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Llegados a este punto, con el Gobierno cada vez más cerca de alcanzar el balón de oxígeno que supondría la aprobación de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2019, Andalucía cobra un papel más que relevante, también como termómetro del año electoral que se avecina, con elecciones municipales, autonómicas y europeas.
Conscientes de ello, en el PP prometen poner toda la carne en el asador, si bien saben que un mal resultado en Andalucía, hasta hoy bajo el dominio de los socialistas, no podría ser atribuido en exclusiva a su nuevo líder. Sin embargo, fracasar en las municipales y autonómicas sí sería un duro golpe, aunque hoy intenten no ponerse en esta hipótesis.