Del "España va bien" de Aznar al "España va mejor" de Rajoy
El expresidente del Gobierno y su sucesor se encuentran en la clausura del Campus FAES. Aznar defiende ante Rajoy su reforma fiscal y recuerda que ha hecho lo que se espera de él: "Hacer propuestas constructivas para España".
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Mariano Rajoy y José María Aznar llevaban casi ocho meses sin verse en público, desde el 26 de noviembre. Sí se habían visto en privado en el Palacio de la Moncloa en una reunión que trascendió hace unas pocas semanas. El reencuentro, tanto tiempo después, fue frío, al menos de cara al público.
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Pueden que en el ánimo de los dos pesaran las críticas que Aznar lanzó contra el actual presidente del Gobierno en una entrevista televisiva el pasado mes de mayo. En cualquier caso el expresidente Aznar aprovechó la ocasión para volver a proponer ante Rajoy la reforma fiscal que ha planteado la Fundación FAES. La misma reforma que hasta ahora Rajoy ha ignorado, pero que, según se desprende de sus palabras, ya no ignorará más: "Hemos recibido la propuesta fiscal de la fundación, y estoy absolutamente convencido de que los expertos atenderán los planteamientos que allí se hacen, como no podía ser de otra manera"
Aznar estuvo serio y displicente en su intervención, algo ya habitual en el expresidente. Aznar señaló que en el campus FAES se ha hecho lo que se espera de esta fundación, hacer propuestas constructivas para España que puedan ser "analizadas, discutidas, y, en algunos casos, incluso aprovechadas". Todo un mensaje para Rajoy al que el presidente del Gobierno fue poco receptivo: en su discurso se limitó a recitar, como si de una letanía se tratara, las medidas aprobadas por el Gobierno y las que quedan por aprobar. Hasta en lo de la reforma fiscal, casi vendió la idea como suya. El jefe del Ejecutivo ha recalcado que el objetivo de la reforma es "un sistema que favorezca el desarrollo económico, y habrá de ser una reforma eficiente, que incentive el crecimiento y la creación de empleo así como la internacionalización de empresas"
Rajoy prefirió poner en valor ante el expresidente José María Aznar las reformas económicas que está poniendo en marcha. Dijo que, aunque no se puede asegurar aún que "España va bien", sí se puede afirmar que "España va mejor" que hace un año. Rajoy citó algunos de los logros de su política económica al inicio de su intervención en el acto de clausura del campus de verano de la fundación FAES, donde subrayó que la economía española "ha dado la vuelta al reloj de arena" y ya está "en la cuenta atrás hacia la recuperación". "No podemos decir como en otros tiempos que España va bien, pero España va mejor y el rumbo marcado es el correcto", recalcó Rajoy aludiendo con la primera de esas frases a las declaraciones de Aznar sobre la marcha de España cuando él estaba al frente del Ejecutivo. De la corrupción, ni media palabra.
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Pero el presidente del Gobierno también lanzó un mensaje a Aznar: dijo que "no es justo y no conduce a nada" hacer balances de la política del Gobierno ahora, al principio de la legislatura, cuando quedan dos años y medio para que acabe. Y tras admitir que es consciente de que muchos de los que le dieron la confianza al PP pueden estar en desacuerdo o descontentos con algunas de las decisiones tomadas, añadió que "nadie podrá decir que el Gobierno no haya tomado decisiones, no haya planteado reformas estructurales y que éstas no sean de un enorme calado".
Antes de comparecer en público para clausurar el Campus FAES, Rajoy y Aznar se reunieron durante unos minutos en privado. Rajoy llegó al mediodía al complejo Fray Luis de León de Guadarrama. Aznar le recibió al pie del vehículo. Ambos se saludaron y se dirigieron al lugar que se había habilitado en medio del jardín del complejo en el que se celebra el campus para que departieran a la vista de los periodistas.
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La escenificación fue similar a la de la clausura del campus FAES del año pasado, la primera con Rajoy en el Gobierno y que se celebró en Navacerrada. El presidente del Gobierno y el expresidente ocuparon dos sillas situadas en torno a una pequeña mesa y delante del logotipo de la fundación que preside Aznar.
Antes de la llegada de Rajoy, los periodistas pidieron a Aznar que les hiciera alguna declaración en torno a la situación del extesorero del PP Luis Bárcenas. El expresidente, sonriente, indicó con su dedo que no iba a hacer declaraciones.