Críticos de la izquierda abertzale defienden la amnistía como “eje principal de lucha”
“Única solución”
Publicidad
BILBAO.- Sábado 9 de enero, 20.00. Las calles del Casco Viejo de Bilbao están repletas de gente. Los bares, también. La mayoría ha estado en la multitudinaria manifestación por el acercamiento de los presos de ETA, celebrada ese mismo día en esa misma ciudad. De repente, unas mil personas se colocan detrás de una pancarta, empiezan a agitar banderas y se lanzan a recorrer las estrechas arterias de esta zona de la capital vizcaína. El grito, prácticamente único, coincide con el texto que enseñan los que van por delante: amnistía.
Publicidad
“No somos escindidos de Sortu, simplemente porque nunca formamos parte de ese partido”
La polémica ha llegado también a las cárceles españolas y francesas. El debate tomó estado público a comienzos de diciembre pasado, cuando seis militantes de ETA que eran juzgados en París por el asesinato de un policía francés en 2010 dieron a conocer una carta en la que se referían a este asunto. En la misiva, publicada por el portal informativo Naiz y el periódico Berria, denunciaron los intentos de “romper el Colectivo de Presos Políticos Vascos” (EPPK, por sus siglas en euskera) e incluso aseguraron que uno de ellos había sido “invitado a abandonar” ese grupo, que nuclea a la mayoría de los reclusos. “Quien actúa contra el EPPK –concluyeron- no está apoyando a los presos”.
Pocos días después, ATA negó tajantemente estas acusaciones y cargó contra sus adversarios. “Nuestro movimiento ha sufrido constantes campañas de intoxicación desde el mismo momento de su nacimiento”, denunciaron. “Al principio negaron nuestra existencia, más tarde dijeron que trabajábamos para la Policía y la Guardia Civil, tampoco han faltado insultos de carácter personal, en algunos casos nos han amenazado con la pérdida de nuestros empleos y, ahora, están tratando de extender que estamos intentando dividir al EPPK”, subrayaron.
Publicidad
“Nuestro movimiento ha sufrido constantes campañas de intoxicación desde su nacimiento”
El efecto acción-reacción incluyó otra carta, en este caso de un preso de ETA. A mediados de diciembre, Daniel Pastor, quien se encuentra encarcelado –posiblemente para el resto de su vida- en la prisión de Puerto III (Cádiz), envió una nota al portal “La Haine”. Bajo el título “En mi nombre ¡no!”, Pastor –señalado como ex jefe del comando Otazua- hizo pública su “expulsión del conjunto de organizaciones que forman la actual Izquierda Abertzale oficial”. También defendió la vía de la amnistía y aplaudió el trabajo de ATA a favor de la “socialización de esa demanda democrática”.
Publicidad
“Única solución”
En ese contexto, Uriarte explicó a Público las claves del conflicto con Sortu. “Sus responsables han dicho en reiteradas ocasiones que no ven la amnistía como una lucha objetiva”, comentó el militante de ATA. En cualquier caso, aseguró que las bases del partido independentista “continúan teniendo muy presente esta reivindicación, la única que traerá la resolución real del conflicto”. “Lo que pedimos es que los prisioneros vuelvan a casa sin ningún tipo de condiciones, teniendo muy claro que su lucha ha sido política”, agregó.