María Dolores de Cospedal, la que ha sido el número dos del PP desde 2008, ha sido una de las protagonistas del inicio del Congreso para elegir al sucesor a Rajoy. Cospedal deja el testigo como secretaria general del partido y ha dado por terminada una década de "victorias del PP", asegurando que abandona su cargo con la cabeza bien alta, el "sentido del deber cumplido" y confiando en que el nuevo ciclo que ahora se abre mantendrá "la llama del partido".  

Se ha despedido así, al borde de las lágrimas, entre alabanzas a Mariano Rajoy, recordando a figuras pasadas del PP como Rita Barberá o Manuel Fraga y conmemorando a las víctimas del terrorismo de ETA. Entre ellos, asesinados que formaban parte de la formación como Miguel Ángel Blanco.

Asegura que abandona el puesto número dos de la formación sin albergar "ninguna frustración", entre un discurso que ha estado encaminado en ensalzar el sentimiento español. Se ha despedido ante los aplausos y con el plenario en pie: "Yo siempre voy a estar con mi partido. Cuando me pregunten quién soy o qué siento, diré que doblemente española, porque me siento española y del Partido Popular".

La número dos del PP también ha hablado de los muchos casos de corrupción por lo que se encuentran imputados o condenados decenas de cargos del partido: "A quien más nos ha indignado los casos de corrupción, ha sido a los que queremos al PP. Los corruptos no tienen cabida en nuestro proyecto, pero también tenemos que defender a todos los compatriotas buenos y honrados que hay en el partido", ha querido reclamar la secretaria general. 

No ha dejado pasar su intervención sin lanzar críticas al PSOE, denunciando la moción de censura como una infamia y “un acto de traición e injusticia” para el todavía presidente del PP, Rajoy. “No tenemos que pedir permiso ni someternos a los dictados de un socialismo que todavía necesita resucitar a Franco para poder respirar”.

Cospedal fue una de las primeras candidatas para liderar el PP. Fue la tercera más votada, pero los ganadores de la primera vuelta de votación fueron Santamaría y Cospedal. Se quedó así fuera de juego a la otrora todopoderosa Cospedal, pasando tras la derrota a apoyar a la candidatura de Casado.