Este artículo se publicó hace 4 años.
CoronavirusLas contradicciones del liberalismo con la crisis del coronavirus: cuando 'papá Estado' tiene que intervenir
Uno de los máximos exponentes en España de esta doctrina en España es el economista Juan Ramón Rallo, que ahora apuesta por medidas de carácter restrictivo por parte del Estado para evitar que haya más casos de coronavirus, poniendo de ejemplo a China.
marta monforte
Madrid-Actualizado a
La crisis provocada por el coronavirus está afectando a todos los ámbitos de la vida. Los gobiernos y diferentes especialistas alertan de la especial incidencia de las consecuencias económicas derivadas pandemia. Las 'recetas' para paliar los desastrosos efectos del virus son diversas, pero sí existe cierta unanimidad respecto a lo que debe hacer el Estado: medidas de contención para evitar su propagación, aunque sean de carácter drástico. Una propuesta que contradice el principio de 'laissez-faire' —la doctrina que se opone a la injerencia gubernamental en asuntos económicos— defendido por los liberales.
Uno de los máximos exponentes en España de esta doctrina es el economista Juan Ramón Rallo, que en estas últimas semanas ha estado defendiendo— a través de su cuenta de Twitter y en distintos artículos de prensa— medidas de carácter restrictivo por parte del Estado para evitar que haya más casos de coronavirus, poniendo como ejemplo lo realizado por el Gobierno chino. "¿Cómo ha conseguido China derrotar al coronavirus?", es el nombre de una de sus habituales columnas en El Confidencial, en la que explica que el "acierto" de cerrar la zona 0 del virus, Wuhan, así como los prohibición de las actividades grupales, la cuarentena y los estrictos controles. Rallo justifica la intervención del Ejecutivo al tratarse de un caso "drástico" -como lo es una pandemia- pero ya advierte de que si el Estado no sirve para contenerla, "no servirá para nada".
El economista liberal ha manifestación su preocupación por la falta de camas en la UCI en España -a pesar de haber defendido en el pasado los recortes en sanidad- e incluso aboga por que la prueba del coronavirus sea gratuita en Estados Unidos, donde el Estado apenas interviene en la economía, y las personas de clase media-baja no tienen igual acceso a la sanidad al carecer de seguros y no poder permitirse el elevado coste de la misma.
El economista y MBA por la Darden School de la Universidad de Virginia, Stuart Medina, con más de 30 años de experiencia profesional en los sectores de material eléctrico, TIC y biotecnología, explica a Público lo paradójico del caso de Rallo: "China no representa para nada los valores que él defiende. Tienen un Estado que interviene mucho mas en la economía que el nuestro", señala. "No sé si es un esfuerzo de descrédito contra el Gobierno por no actuar pero contradice su posicionamiento tradicional de que solo el sector privado resuelve problemas".
"En una semana puede haber una demostración entre las diferencias entre el sistema publico y privado"
Para Medina Francia, Alemania y España están "10 días por detrás de Italia" y vaticina que "en unos días también llegaremos a esos niveles", al igual que también lo hará Estados Unidos: "En una semana puede haber una demostración entre las diferencias entre el sistema publico y privado", explica. "Allí hay un alto porcentaje de la población que no tiene seguro privado. Hay una franja de renta intermedia, media baja, que no puede permitirse pagarse un sistema privado".
Las consecuencias del virus: un 'doble shock' económico
El economista sostiene que el virus provoca un 'doble shock' de oferta y demanda en la economía española. El de oferta, provocado por la falta de suministro, ya que muchos trabajadores tienen que pedir la baja por diversos motivos —sus hijos no van al colegio, contraen el virus y tienen que estar aislados, lo que provoca que la producción se ralentice—. Y el de demanda, en la que los asalariados y autónomos pueden perder el empleo al no haber trabajo que cubrir, en restaurantes y hoteles, por ejemplo, lo que puede hacer que pierdan sus rentas.
Medina considera que el Gobierno debe aplicar "medidas muy potentes" para paliar la crisis que se avecina, como que las cuotas de las hipotecas no sean exigibles, algún tipo de ayuda a los negocios que han sido más afectados y no puedan pagar a los proveedores o a sus bancos, ayudas a las empresas a condicion que no hagan un ERE. "Va a subir el paro de manera exponencial en el mes de marzo. Y veremos en abril", vaticina. Y lamenta que el Ejecutivo no tenga más margen de maniobra al estar "muy constreñido" por los objetivos de déficit de la Unión Europea.
"Los mercados son inútiles a la hora de proveer las pandemias"
Lídia Brun, economista e investigadora doctoral en macroeconomía y desigualdad en la Universidad Libre de Bruselas, establece dos enfoques: en primer lugar, la naturaleza de una emergencia de salud pública, y el segundo, la magnitud y la escala del shock económico. Sobre la salud pública, opina que "más allá de ser un derecho humano, tiene varias características que hacen que los mercados sean inútiles a la hora de proveerla, y que una pandemia que se transmite por las redes de contacto humano pone especialmente de relieve".
"Cuando hay un shock tan bestia, no hay modo de que los problemas en un sector o una parte de la economía se compensen por la fortuna o la fortaleza de otros"
La economista considera que "ningún actor individual tiene incentivos para actuar, tiene que hacerlo el gobierno por decreto": "En cuanto a la parte económica, me recuerda a la famosa frase de "todos somos Keynesianos en las trincheras" que dijo Nixon durante la crisis del petroleo y retomó Bernanke durante la crisis financiera en 2007. Cuando hay un shock tan bestia que afecta tanto a todo el mundo, no hay modo de que los problemas en un sector o una parte de la economía se compensen por la fortuna o la fortaleza de otros, o de que pequeños estímulos asumibles por el sistema hagan de cortafuegos".
"Las empresas no quieren perder dinero parando la producción de manera obligatoria, los trabajadores no quieren perder el empleo y pueden ir enfermos o cuando es desaconsejable. Ningún actor individual tiene incentivos para actuar, tiene que hacerlo el gobierno por decreto. Ante fenómenos de estas características la respuesta puramente de mercado se va a caracterizar por la inacción en lo que hay que hacer, en una mala asignación de los recursos reales, y en pánicos financieros. El único actor que tiene la capacidad para dar una respuesta contundente, efectiva y global en una situación excepcional es el sector público", concluye.
Edu Bayón: "La UE se vuelve a mostrar inoperante y lenta"
"La situación que está generando la propagación del coronavirus está evidenciando la importancia de contar con un sistema sanitario público y un Estado capaz de intervenir para atajar el problema. Los postulados neoliberales siempre se han movido respecto al Estado en base al beneficio que han podido obtener de este", explica el politólogo Eduardo Bayón, editor de Debate 21, en conversación con Público. "Ahora estamos viendo en numerosos ejemplos como la sanidad privada no cubre las pruebas por el covid-19, como pretenden cobrar altas sumas de dinero y como derivan pacientes a hospitales públicos".
"las recetas basadas en la austeridad con las que se afrontó, no solo se han asumido como erróneas, sino que dejan ahora mismo en evidencia que ante una nueva recesión económica"
Bayón opina que no solo en el ámbito sanitario la intervención pública se hace necesaria: "Las lecciones de la crisis económica y financiera de 2008 y las recetas basadas en la austeridad con las que se afrontó, no solo se han asumido como erróneas, sino que dejan ahora mismo en evidencia que ante una nueva recesión económica la principal repuesta para paliarla deberá venir del gasto público".
El politólogo también hace un particular énfasis en el contexto en el que estamos afrontando la pandemia: "En un momento en el que el repliegue identitario de los países está al alza, con nacionalismos de todo tipo, incluidos los de la ultraderecha, estamos viendo como las únicas respuestas vienen de los propios Estados. La Unión Europea se vuelve a mostrar, por desgracia, inoperante y lenta, tanto en la acción como en presencia, mientras los Estados actúan adoptando medidas de forma particular."
Casos como el de Italia, en el que de nuevo está afrontando la gestión de una crisis con cierta soledad (al igual que ha ocurrido durante mucho tiempo con la cuestión migratoria) cree que pueden "ayudar a retroalimentar este auge identitario: "Todo ello sumado a una reconfiguración geopolítica donde el liderazgo chino no se ha hecho esperar, tanto que ya hemos visto como ha ofrecido su ayuda a Italia. Resumiendo, esta situación puede acabar siendo la puntilla a las décadas de la globalización, al menos tal y como la conocíamos", expone.
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