El consejero de Sanidad de Mañueco reconoce su afinidad con García-Gallardo en materia de abortos

El consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez, recula y reconoce que en materia de aborto solo hay "pequeñas matizaciones" con respecto a las medidas anunciadas por el vicepresidente de la comunidad Juan García-Gallardo, de impulsar el 'latido fetal' para las mujeres embarazadas que quieran abortar.

Mientras el anuncio generó este jueves por la tarde una indignación generalizada entre el ámbito feminista y los partidos del Gobierno de España y los que sostienen en el Congreso a la coalición, el PP de Génova juega al despiste y el de Castilla y León obliga a través del consejero de Sanidad a apoyar la propuesta de los de Vox, también en el ejecutivo regional.

La ultraderecha se ha hecho necesaria para Mañueco para poder gobernar a cualquier precio. El tema del aborto es un claro ejemplo de ello. García-Gallardo, lejos de achantarse ante el revuelo generado, aseguraba este viernes que las medidas "pro-vida" anunciadas fueron "previamente consensuadas" con Vázquez.

Así lo indicó García-Gallardo en sus redes sociales, sobre la decisión de la Junta de esta región de obligar a los médicos a poner a disposición de las embarazadas que quieran abortar la posibilidad de escuchar el latido del feto u obtener una ecografía 4D. Unas medidas de las que la Consejería de Sanidad, liderada por el PP, se desmarcaba en un primer momento.

Juan García-Gallardo aseguró que estas medidas se aplicarán "con carácter inmediato", tal y como "figura en la nota de prensa difundida este jueves por la Consejería de Sanidad". En la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno explicó que estas medidas forman parte del plan de "fomento a la natalidad y el apoyo a las familias".

Por parte del PP, el portavoz del Comité de Campaña, Borja Sémper, ha señalado este viernes en una entrevista en Antena 3 que su partido no está dispuesto a "tragar con cualquier cosa". A su juicio, es "perfectamente compatible" la política de fomento de la natalidad con una política "clara" de "respeto a la libertad de la mujer".