Carlos Cuadrado y José María Espejo, vicesecretarios generales de Ciudadanos, han decidido dar un paso a un lado tras el fracaso de la moción en Murcia nada más arrancar la Ejecutiva del partido. Ambos permanecerán en el Comité Permanente de la formación para "seguir trabajando en el proyecto de Ciudadanos junto a Inés Arrimadas". Su peso queda así diluido pero ambos siguen formando parte del núcleo duro, el que toma las decisiones estratégicas.

Varias voces territoriales, con el valenciano Toni Cantó a la cabeza, habían pedido la cabeza de Cuadrado, número dos de facto de Arrimadas, al que responsabilizan directamente de la moción frustrada en Murcia y la debacle en Catalunya, donde perdieron 30 escaños.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha propuesto a la Ejecutiva nacional del partido cambios en el Comité Permanente para afrontar la nueva etapa. En ella, se detalla una ampliación del órgano de dirección del partido, que pasaría de tener siete a 16 miembros.

La propuesta de Arrimadas es conformar una "permanente de concentración" ante los retos que tiene el partido por delante, en la que figuran la propia Arrimadas como presidenta, Marina Bravo, que se mantiene en la secretaría general y entra Edmundo Bal, como portavoz nacional, un cargo desempeñado hasta ahora por, Melisa Rodríguez, que pasa a ser portavoz adjunta.

La propuesta de Arrimadas incluye doce secretarios: Ignacio Aguado, Toni Cantó, Jordi Cañas, Carlos Cuadrado, Guillermo Díaz, José María, Espejo, Sara Giménez, Fernando Giner, Borja González, Juan Marín, Daniel Pérez y Begoña Villacís). Todos han aceptado el encargo a excepción de Cantó, que ha dimitido. Uno de los argumentos esgrimidos por la actual dirección para no integrar estos nombres hace un mes se debía a la dificultad para cuadrar las agendas de esos líderes territoriales.