Los centros de tratamiento de infecciones sexuales, heridos de muerte por los planes de Moreno Bonilla
Estas instalaciones públicas, que son muy queridas por sus usuarios, todo un referente por el tratamiento discreto, cercano y empático que ofrecen, están hoy contra las cuerdas.
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sevilla, Actualizado:
El protocolo en el que ya trabaja la Consejería de Salud para atender las infecciones de transmisión sexual (ITS) a través de la Atención Primaria ha generado gran inquietud entre usuarios, asociaciones y sindicatos en Granada y Sevilla, las dos localidades andaluzas, junto con Algeciras –aunque este centro es más pequeño que los otros dos– que aún cuentan con servicios públicos especializados, referentes en este tipo de padecimientos.
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Estas instalaciones públicas, que se empezaron a abrir en Andalucía a finales de los años 80, son muy queridas por sus usuarios, todo un referente por el tratamiento discreto, cercano y empático que ofrecen, y están hoy heridas de muerte.
El centro de Málaga cerró en 2020, una vez que se jubiló la doctora que lo llevaba, y, según denuncia la Marea Blanca, sobre el resto –Granada, Algeciras y Sevilla– pesa la sombra del desmantelamiento, algo contra lo que se han levantado este jueves usuarios, sindicatos y asociaciones en Granada y hace unos años en Sevilla. La diputada Alejandra Durán, de Por Andalucía (Podemos) ha anunciado que llevará el asunto al Parlamento autonómico. El PSOE también se ha posicionado en contra.
A preguntas de Público, la Consejería andaluza de Salud, que dirige Catalina García (PP), negó que se fuera a cerrar el centro de ITS de Granada y que tampoco lo va a hacer con el de Sevilla y que ambos eran compatibles con su plan. Señalaron que lo que pretenden es "un nuevo modelo en la coordinación entre los profesionales de Atención Primaria (médicos de familia y de la comunidad, enfermería y matronas) y Atención Hospitalaria con especialistas de Dermatología, Enfermedades Infecciosas, Ginecología, Medicina Preventiva o Microbiología, entre otros".
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La idea, según el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla, es "mejorar la atención a las ITS, fomentando la transversalidad ya que permite conectar a profesionales de atención hospitalaria y profesionales de atención primaria hacia el logro de diagnósticos y tratamientos precoces bajo el reto de optimizar los resultados en salud".
El contexto en que se produce este plan, que es opuesto, por ejemplo, a lo que plantea Isabel Díaz Ayuso en Madrid, cuyo Gobierno ha anunciado la apertura de dos nuevos centros especializados, es el de un aumento de la incidencia de las ITS. "Estamos hablando de más de 30 infecciones, fácilmente evitables, y que están aumentando su incidencia, a pasos agigantados, en los últimos años", asegura Félix Alonso, de CCOO y médico él mismo.
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"En Granada, de las cinco enfermedades de declaración obligatoria (gonorrea, sífilis, SIDA, herpes genital y clamidiasis), se han contabilizado 339 casos en el año 2022, 37 por cada 100.000 habitantes. Y en el 50% de los casos se dan en población joven, comprendida entre los 15 años y los 24 años de edad", añade.
"Esta población es reacia a acudir a su médico de cabecera para tratar estos posibles contagios de transmisión sexual, en muchas ocasiones por pudor o vergüenza, y con el cierre de este Centro de infecciones de transmisión sexual existe la posibilidad de que queden sin recibir tratamiento", denuncia CCOO.
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Público ha hablado con P.A, que acudió al centro especializado de Sevilla "por primera vez hace unos 20 años". "Fue mi médico de cabecera el que me envió allí y fui usuario varios años. El trato fue siempre muy cariñoso, respetuoso y, sobre todo, especializado. Las mismas enfermeras tenían una gran especialización en el trato, incluso la persona que te atendía al teléfono te sabía tranquilizar si por ejemplo se te había roto un condón y llamabas agobiado", afirma.
A. E., también usuaria del centro de Sevilla, cuenta una experiencia similar a la de P.A. "El trato humano era excepcional, era entrar en tu familia, llegabas y a los dos, tres meses, ibas a revisar y se acordaban. Te relajabas, súperbien atendidos. La juventud que viene, ojalá que tuvieran ese espacio". A. E. lamenta, sin embargo, que ahora no está funcionando como debería. Ella tiene, por la infección que padeció, que revisarse cada seis meses, y hace diez meses le indicaron que debía ir a su médico de cabecera, en su pueblo, que está a 30 kilómetros de Sevilla.
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Reducción de plantilla
"Ahora no está funcionando como debería, no abarca los pacientes que somos. [Me dijeron] que empezara de cero en la sanidad pública, en mi pueblo. Fui allí y me derivaron al hospital Virgen de la Macarena [en Sevilla] y han pasado diez meses para conseguir la cita. Un atraso, allí me las hacía cada seis meses".
El centro de Sevilla contaba, según las fuentes consultadas por Público, hace diez años con dos administrativos, una dermatóloga, una médico de familia y tres enfermeras a tiempo completo. Hace cinco años, cuando llegó el PP al Gobierno, eran dos administrativos, dos dermatólogos, una médico de familia y tres enfermeras. Todos los días había asistencia médica mañana y tarde (salvo los viernes en los que pasaban los dos equipos por la mañana). Hoy son una administrativa y tres enfermeras que van a diario y un médico, que acude un solo día por la mañana.
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"Con poco personal y servicios reducidos, con un coste mínimo en gastos de personal, se atendía en Sevilla a 20.000 usuarios al año cuando el centro estaba a pleno rendimiento. Ahora hay entre 7.000 y 10.000 consultas. Esto es recortar un servicio", asegura a Público María José Wanceulen, de CCOO sanidad. En Granada fueron 15.000 los usuarios atendidos por el centro ITS a lo largo de 2022, según el sindicato.
"La Atención Primaria no está con músculo. En sus horas más bajas no se le puede endosar esto a un médico de familia por dos motivos: por la saturación que tienen y por el tipo de servicio que estamos dando. Aquí hay colectivos vulnerables muy afectados. Estamos al revés, estamos con medidas que descarguen al médico y esto es ponerle más. Y esto está relacionado con la confidencialidad. Hay gente que no acude a su médico, porque además atiende también a su familia", agrega Wenceulen.
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"La consecuencia final es que habrá menos usuarios atendidos, por lo que se infravalora el volumen real de infecciones y se fomenta la cadena de transmisión. Y así aumentarán más las infecciones", asegura un facultativo consultado por Público al respecto de los recortes de personal en el centro de Sevilla.
En un mundo ideal, con una Atención Primaria potente, con plena capacidad de prevención y empática, podrían ser innecesarios estos centros especializados, pero esa no es la situación a día de hoy, aunque la Junta trabaja en ello (forma parte del plan la formación de los médicos) y tiene firmado un acuerdo, que de momento no ha cumplido, para invertir en la Primaria el 25% del presupuesto total de la sanidad.
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¿A dónde iría hoy en día si no existiera el Centro de ITS? "A mi médica de cabecera, porque tengo una buena relación con ella. Pero tuve un médico de cabecera, por suerte se fue de mi centro de salud, que llegó a cuestionar mis prácticas sexuales cuando fui a pedirle que me hiciera las pruebas del VIH", asegura P. A.
"Hoy por hoy no tenemos las herramientas. El problema es que se cierren [los centros ITS] si esto no está en marcha. Si los centros de salud tuviesen herramientas y profesionales formados no haría falta. El problema fundamental es el estigma. Y las barreras que los profesionales tenemos a la hora de abordar algo sobre lo que no trabajamos con fluidez", asume una médico de familia en conversación con Público.
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Impacto devastador
"Algo que funcionaba bien, ¿qué necesidad había de quitarlo?", se pregunta Félix Alonso, de CCOO en Granada. El plan de la Junta de acudir a la Atención Primaria para tratar las ITS es "comprensible en áreas remotas o con baja incidencia", argumenta, consultado por Público, un especialista en estas infecciones, pero "en ciudades como Sevilla o Granada donde ya hay una infraestructura especializada que funciona no tiene sentido ese cierre para dejarlo todo en manos de la Primaria".
"El cierre del Centro de ITS de Granada tendría un impacto devastador porque desempeña una función clave en materia de salud pública, prevención y tratamiento y se ha constituido como un espacio seguro y de confianza para abordar realidades relacionadas con la salud sexual y libre de estigmas, que garantiza la accesibilidad a personas y poblaciones clave que por diversos factores podrían no recurrir a otras vías", asegura en un manifiesto la Plataforma granadina No al cierre del Centro de ITS.
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"Estas infecciones no distinguen género, orientación sexual, edad o estatus socioeconómico, y el cierre de centros especializados que aseguran el acceso a estos servicios sólo perpetúa la exclusión y aumenta los riesgos para la salud de todas las personas y, especialmente, de aquellas que pueden encontrarse en situaciones de mayor vulnerabilidad", aseguran los miembros de la Plataforma, que hoy son Granada Visible; la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública; Médicos del Mundo; la Federación Española de Asociaciones de Estudiantes de Medicina (IFMSA), y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
"Es preciso fortalecer las distintas puertas de acceso de la ciudadanía, siendo necesario, por un lado, mantener los recursos específicos que existen al mismo tiempo que, por otro lado, se dota a la Atención Primaria de un papel esencial en el diseño de una estrategia que contemple todas las realidades y recursos", asegura la Plataforma.
La especialista Isabel Pueyo trabajó en el centro de Sevilla desde que abrió hasta que se jubiló hace ya unos años. Ella considera que lo que hay detrás de los planes de la Junta "es un recorte en recursos sanitarios públicos": "Han decidido que esto va para Atención Primaria. Hemos hecho manifestaciones e imposible. Es una sinrazón".