Pablo Casado ha acudido este lunes a la Moncloa requerido a petición del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Más de medio año después de romper la relación a nivel institucional, ambos han retomado el contacto "forzados" por las circunstancias. El líder del PP felicitó telefónicamente al socialista durante la noche electoral y, tras este encuentro, es la primera vez que se ven asolas desde agosto de 2018.

Sin embargo, el contexto no podría ser distinto, entonces Casado acababa de ser nombrado líder del PP tras el Congreso Extraordinario de julio y Sánchez llegaba a la Moncloa casi de casualidad, con un moción de censura que acabó con la retirada de Mariano Rajoy. Sánchez ha sido ahora ratificado por las urnas y ha pasado de 84 a 123 escaños, mientras que el PP de Casado ha perdido más de la mitad de sus escaños: de 137 a 66. Su única baza para esta legislatura es la de ser líder de la oposición; saca 9 escaños a la formación de Albert Rivera, que ha pasado de 32 a 57.

El líder del PP considera que el debate sobre si Rivera lidera la oposición es "estéril y algo pueril" porque "las cifras son las que son". "Hay normativa aprobada, con una diferencia no mucho mas amplia entre Podemos y el PSOE, nadie ponía en cuestión que el PSOE es quien lideraba la oposición", ha zanjado.

Sobre las duras palabras que le ha dedicado a Sánchez durante la campaña -como las "manos manchadas de sangre"- ha asegurado que él nunca ha cruzado "la línea de la descalificación personal" con ninguno de sus adversarios, y que todas las críticas han sido vinculadas a "una actuación de gobierno".

"Hay dos partidos que han participado de la historia democrática, el PP y el PSOE, siempre he defendido el bipatidismo". A juicio del líder del PP, la inestabilidad que supone un sistema de multipartidos da como resultado la "imposibilidad de hacer reformas". Además, ha incidido en que "las discrepancias no son impedimento para que dos grandes partidos puedan entenderse".

El 'popular' ha explicado durante la rueda de prensa posterior al encuentro -que ha durado aproximadamente hora y media- que Sánchez tendrá en el PP una oposición "fuerte, firme pero responsable" y ha asegurado que no facilitará un gobierno de los socialistas, aunque "entenderá que otros partidos que respeten la Constitución y la unidad de España consideren hacerlo", en una clara alusión a Ciudadanos.

Casado acusó a Sánchez de ser "responsable y partícipe" del procés independentista

La tensa relación entre Pedro Sánchez, y Casado llegó a su punto álgido con las duras palabras que el presidente del PP le dedicó al socialista el pasado mes de febrero. Desde "traidor" pasando por "felón", "incapaz", "incompetente", mediocre", "mentiroso compulsivo", "ilegítimo", "okupa" hasta un total de 21 descalificaciones en una sola intervención.

El presidente del Ejecutivo rompió la relación con Casado el 24 de octubre de 2018 -la primera vez que se decretó la ruptura de las relaciones institucionales con el líder de la oposición- con un breve comunicado remitido a la prensa a las 22:51, tras lanzar varias advertencias en el debate que se había celebrado la mañana de ese mismo día en el Congreso, en el que el 'popular' le culpó de ser "responsable y partícipe" del procés independentista.