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MADRID.- Mientras Público entrevista a Pablo Bustinduy (Madrid, 1983), los británicos votan "sí" o "no" a su salida de la Unión Europea. El secretario de política Internacional de Podemos ha sido el único responsable de un partido contrario al Brexit que ha ido a hacer campaña a Reino Unido, cuenta en la entrevista a este diario. Bustinduy estuvo con United, el mayor sindicato del país, que pide el voto por la permanencia de los británicos en la UE; con políticos del partido laborista, del partido verde, con representantes de la sociedad civil y con activistas de movimientos sociales.
Su periplo antiBrexit le llevó a Manchester, a participar en un mitin de la campaña Another Europe is possible (Otra Europa es posible), la plataforma que ha intentado crear "un espacio político, plural y abierto de fuerzas progresistas que defienden un voto para quedarse en Europa, y cambiarla", explica apelando a la implicación en este proyecto del líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, o de Owen Jones, escritor y autor de Chavs, la demonización de la clase obrera.
"En España, el país más europeísta por nuestra propia historia, ha aumentado 15 puntos el euroescepticismo"
El "no" a la salida de Reino Unido de la UE por el que aboga Unidos Podemos está fuera de duda, pues; el objetivo de esta permanencia, sin embargo, es distinto al que busca, por ejemplo, la ultraderecha europea, con el que tratan de identifcarlos sus adversarios políticos. Bustinduy lo explica en su artículo de este jueves en la revista Newstatesman y en esta entrevista con Público.
"La austeridad es un proyecto político, que aprovechando la crisis financiera de 2008, emprendió la voladura controlada del Estado social"
¿'Otra Europa es posible' con Reino Unido dentro?
Parece un desafío complejo, pero nuestra lectura es que un apoyo a la salida de Reino Unido de la UE abonaría un escenario para instalar el discurso xenófobo, identitario, nacionalista o excluyente que se ha visto en toda la campaña. Ese escenario sería muy nocivo para Reino Unido y todas las fuerzas progresistas, que tienen que fundar esa coalición contra la austeridad y dar la batalla por Europa. Lo contrario sería entregar los valores fundamentales del europeísmo a xenófobos, oligarcas y especuladores.
¿La crisis europea se explica sólo por la aplicación de las políticas de austeridad?
La aplicación de las políticas de austeridad no es una cuestión menor; no se trata sólo de un conjunto de políticas económicas o macroeconómicas. La austeridad es un proyecto político, que aprovechando la crisis financiera de 2008, emprendió la voladura controlada del Estado social o del bienestar. La austeridad ni siquiera ha funcionado para sanear las cuentas públicas; es trata de un proyecto constituyente y el TTIP, por ejemplo, es su punta de lanza. Por eso, la batalla contra la austeridad es la batalla contra el proyecto político que va a definir la UE si ganan los oligarcas que nos gobiernan ahora desde Bruselas.
Institucionalmente, además, hay que abordar el desequilibrio profundo entre una Unión monetaria antidemocrática y una Unión política inexistente y aplicar una agenda social para constituir una constitucionalidad nueva, democrática y transparente. Todo esto constituye un desafío colosal, pero es que el momento histórico en que nos encontramos es muy duro... y casi desesperado.
"Hay que ver lo blanditos que han sido los poderes de Bruselas con Cameron y lo inflexibles y sádicos que fueron con Grecia"
¿Qué consecuencias dejaría a Europa una salida de Reino Unido de la UE?
Una especie de limbo normativo, al principio. Dos años en los que Reino Unido sigue en la UE, pero carece de voz, sin capacidad para participar en la elaboración de nuevas normativas, por ejemplo. Hay analistas que apuntan a que esa situación se mantendría, precisamente, porque Reino Unido no tiene interés en desmantelar el acervo comunitario, el mercado único. Su único interés es el de blindar el mayor paraíso fiscal europeo, el suyo, la City londinense. Otras voces evalúan el impacto financiero, incluso con versiones apocalípticas, por la compleja maquinaria instalada entre la City y Franckfurt. Es decir, que entraríamos en una fase de imprevisiblidad; viviríamos otro episodio de crisis inducida, con pánico en los mercados o caídas de las bolsas que se aprovecharían políticamente para imponer más políticas de ajuste y recortes.
¿Y en el propio Reino Unido?
Frustración, crispación, incluso violencia -no sólo verbal, como vimos con el asesinato de Cox en esta campaña-. Se produciría un repliegue conservador y xenófobo muy preocupante, con un paisaje político desolador en el que Cameron tendría que dimitir y su espacio sería ocupado por un liderazgo aun más conservador y reaccionario, probablemente encarnado en Boris Johnson, el exalcalde de Londres partidario del Brexit. Además, el UKIP (Partido por la Independencia del Reino Unido) saldría muy reforzado y con él, todos sus aliados xenófobos y prefascistas en todo a esta internacional reaccionaria que está intentando formar Marine Le Pen.
"Aceptar las condiciones de UK en Bruselas es el inicio del desmantelamiento de un ideal de Europa en el que los trabajadores somos libres e iguales"
Sin embargo, las condiciones de Reino Unido para permanecer en la UE constituyen un desafío al principio de equidad más básico entre los Veintiocho, o eso se le critica...
Son vergonzosas, completamente vergonzosas. Tendrán también un impacto dramático, pues el acuerdo que Cameron logró arrancar a Tusk se fraguó mediante la técnica más clásica del chantaje. Y hay que ver lo blanditos, flexibles y acomodaticios que han sido los poderes de Bruselas con Cameron y lo inflexibles, arrogantes y sádicos que fueron con un Gobierno elegido democráticamente, como el griego. Ese acuerdo quiebra, además, dos principios fundamentales de la UE para las personas y el espíritu fundamental del proyecto de integración europea: el de la igualdad de trabajadores comunitarios y el de su libre movilidad. El acuerdo de Cameron impide que se proyecte un horizonte político para el proyecto europeo, pero además, lo más probable, es que se forme una cola de países pidiendo la restricción de derechos sociales a la carta. Ése es el principio del desmantelamiento de un ideal de Europa en el que los trabajadores somos libres e iguales.
Entonces, según Unidos Podemos, ¿es mejor que Reino Unido se quede en la UE o es mejor que se vaya conforme a las condiciones impuestas por Cameron?
Nuestra apuesta geopolítica está clara: que se quede, que Corbyn gane las elecciones y que Reino Unido -que no es un actor cualquiera- se una al campo de esa coalición antiausteridad llamada a encabezar la refundación democrática del proyecto europeo, que está en bancarrota política, económica y social y, como hemos visto en la crisis de los refugiados, que está en bancarrota moral también.
"No existe un solo argumento racional con el que un partido pretenda ganar las elecciones mientras defiende el TTIP"
Pinta un panorama desolador...
Los gobiernos de la UE -lo decía Isidro López, diputado madrileño de Podemos- se han convertido en los "gestores del dolor social". ¿Para qué sirve votar si la política económica viene dictada desde Bruselas sin que haya ningún espacio ni margen, siquiera, de rendición de cuentas? ¿Por qué en España, el país más europeísta por nuestra propia historia, ha aumentado el euroescepticismo 15 puntos en poco años? Porque la UE no garantiza los derechos sociales ni el progreso ni el espíritu de paz y cooperación entre los pueblos. Si lo hiciera, ¿quién querría irse de la UE?
Y con todo lo que representa para nuestro futuro, el de la UE, ¿por qué el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) apenas ha estado en campaña y sólo Público le dedicó un debate esta semana?
Cada vez que voy a comprar el periódico, le digo al quiosquero:
- ¿Cuánto es?
- 1,50 euros
- Por cierto, ¿sabe usted lo que es el TTIP? [Se ríe]
En serio, por mí no será; yo no hablo de otra cosa, y creo que desde que Podemos entró en el Parlamento Europeo, ha habido un incremento de la presencia del TTIP en el debate político y en el conocimiento ciudadano. Esto, por cierto, que hacen cada vez más improbable que el Tratado pueda salir adelante; por eso, también, tratan de mantenerlo en secreto. Hay 3,5 millones de firmas en Europa contra el TTIP, movimientos sociales muy articulados...
Vamos avanzando, pero ¿por qué no se habla aquí? Porque aunque nosotros insistamos e intentemos meter la cuña cada vez que podemos, las otras tres fuerzas políticas nacionales mayoritarias [PP, PSOE y Ciudadanos] apoyan sistemáticamente el TTIP. Además, como conocen perfectamente el contenido del TTIP y cuáles serían sus consecuencias, lo meten en un cajón para cambiar de tema. No existe un solo argumento racional con el que un partido pretenda ganar las elecciones mientras defienda al TTIP.
"Si gobierna Unidos Podemos, el TTIP no se va a aplicar en España requiera lo que requiera, aunque creo que la movilización social lo va a parar antes de nacer"
Sin embargo, en el debate que organizamos en Público, PSOE y Ciudadanos aseguraban que no apoyarían el TTIP si sus condiciones eran las que dio a conocer Greenpeace, las cuales, por otro lado, conocían...
¿Entonces por qué han votado a favor de esos mismos contenidos en el Parlamento Europeo a pesar de nuestro trabajo titánico, hercúleo, quijotesco... , para intentar empujarles un centímetro hacia el lado de la duda, de la fiscalización o el debate? Simplemente, han pasado el rodillo, aunque es verdad que el PSOE, en varios ayuntamientos aquí, ha votado a favor de mociones contrarias al TTIP. La realidad es que, sea el tema que sea, el PSOE parece Hamlet en este momento: intenta ponerse de lado para una decisión que no puede esquivar; y no le pasa sólo al socialismo español, sino a toda la socialdemocracia europea. Pero el PSOE sólo tiene dos opciones: ser la cara amable de la gran coalición como gestores del dolor de la sociedad o dar un giro radical, renovar un compromiso con su propio discurso y unirse al campo de las políticas antiausteridad. Jeremy Corbyn y los socialistas portugueses han tomado esta vía.
"El PSOE sólo tiene dos opciones: ser la cara amable de la 'gran coalición' o dar un giro radical y unirse al campo de las políticas antiausteridad; Corbyn y los socialistas portugueses han tomado esta vía"
¿Qué plantea Podemos, fuera Gobierno o fuera oposición en la próxima legislatura, para frenar el TTIP?
En cualquiera de los dos escenarios, planteamos la paralización inmediata de las negociaciones, aunque como esto no depende exclusivamente de un gobierno o de un parlamento, tendría que suponer una forma de presión en Bruselas, ante el Consejo o la Comisión. Por ejemplo, plantearíamos la retirada de los representantes españoles de esas negociaciones, y en el caso de que se exigiera un borrador de acuerdo, exigiríamos un referéndum vinculante en todos los países de la UE. Y, desde luego, si hay un Gobierno de Unidas/Unidos Podemos, el TTIP no se va a aplicar en España requiera lo que requiera, aunque sinceramente creo que la movilización social y ciudadana lo va a parar antes de nacer.
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