El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas ha denunciado este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que abogados cercanos al PP le propusieron, tras la publicación de los conocidos como 'papeles de Bárcenas', que elaborara a mano una falsa contabilidad B con la intención de demostrar que las fotocopias hechas públicas eran falsas.

Bárcenas ha descrito ante el juez, al menos tres reuniones con letrados 'enviados' desde las filas 'populares'. En el mencionado encuentro, en el que también habría participado la mujer del exdiputado Jesús Merino, según señalaron a Público fuentes jurídicas, se le invitó a elaborar una nueva falsa contabilidad B que desacreditara la publicada en 'El País'.

En otro encuentro posterior, el abogado emisario del PP le ofreció el pago de medio millón de euros si transigía y retiraba la demanda laboral interpuesta contra el partido por despido improcedente. Además, el letrado le explicó que estaba coordinando las declaraciones ante el juez de los constructores que aparecían como donantes en los papeles de Bárcenas.

Según su versión, las presiones se prolongaron hasta el pasado fin de semana, momento en que el extesorero recibió en la cárcel de Soto del Real la visita de un abogado, que no ha querido identificar, que le amenazó con enviar a su mujer a prisión en el caso de que se inclinara por 'tirar de la manta'.

Bárcenas ha afirmado que se le dió aviso a una hora 'poco habitual' de que tenía una visita y debía trasladarse al despacho del subdirector de la cárcel. Allí, le esperaba el abogado, enviado con la intención de alcanzar un acuerdo que garantizara su silencio.

El extesorero ha confirmado la información publicada por El Mundo y ha asegurado que el letrado, que según el periódico y distintas fuentes jurídicas es Javier Iglesias, letrado de Alvaro Lapuerta, le aseguró que, si callaba, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, sería cesado en el último Consejo de Ministros antes del parón de las vacaciones de verano.

Asimismo, el mismo abogado le recordó a Bárcenas el caso de Mario Conde cuando, en los años 90, declaró en el juicio del 'caso Banesto' que había dado 300 millones de euros al CDS de Adolfo Súarez. El letrado le recordó que el condenado fue sólo Conde y no Suárez.

La reunión, que se celebró en presencia del directivo de la prisión, fue interrumpida en el momento en que Bárcenas expresó su extrañeza por el lugar donde estaba desarrollándose. '¿Pero esto qué es?', espetó el imputado a sus dos interlocutores, según su descripción de los hechos.

La conversación quedó interrumpida en ese punto y se trasladó al recluso al locutorio donde se celebran habitualmente los encuentros de los presos y sus visitas.