Bárcenas declara que, cuando fue despedido, su chófer sacó de Génova el 'pendrive' con la grabación de Rajoy

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha asegurado este miércoles, en una nueva declaración ante el juez que investiga la operación 'Kitchen', que el 'pendrive' donde  guardaba la grabación que habría hecho al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, y que demostraría que éste conocía la existencia de la caja b, salió de la sede de la calle Génova junto con otro material sensible con destino al estudio de su mujer, Rosalía Iglesias --que también ha declarado este miércoles --, de donde habrían desparecido en manos de la brigada política del Ministerio del Interior, según ha podido saber Público de fuentes relacionadas con la investigación. 

Bárcenas ha comparecido ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, días después de que el magistrado haya levantado el secreto de sumario sobre una parte de la pieza, que versa, entre otras cosas, sobre el registro al chófer Sergio Ríos; y días antes de que declare María Dolores de Cospedal como investigada en el caso 'Kitchen'. El extesorero ha  declarado que tanto esa grabación de Rajoy como otra realizada al exsecretario general del PP Javier Arenas las habría guardado en dos 'pendrives' y en una nube 'online'.

Bárcenas atribuye la desaparición de esas grabaciones al espionaje parapolicial del que habría sido víctima con la 'Operación Kitchen', presuntamente ideada desde el Ministerio de Interior, y costeada con fondos reservados, con el objetivo de sustraer a Bárcenas y a su entorno la documentación comprometedora que pudieran tener sobre el partido y sus dirigentes. 

En esta ocasión, Bárcenas ha relatado a García-Castellón que en su despacho en el cuartel general del PP, en la calle Génova, almacenaba una serie de cajas con diverso material, incluidos los dos 'prendrives'. Una vez materializado su despido, su chófer, Sergio Ríos --investigado por haber espiado al matrimonio Bárcenas--, las trasladó, según sus indicaciones, al taller de restauración de arte que su mujer tenía en la calle General Díaz-Porlier de Madrid. 

Tardó dos años en darse cuenta del robo

Dos años después de salir de prisión, hacia principios de 2015, cuando revisó las cajas, advirtió que las grabaciones no estaban. Inicialmente pensó que faltaban cajas que el propio PP habría intervenido en 2013, con su ingreso en prisión provisional. Ha dicho Bárcenas que no se le ocurrió que se hubieran extraviado en el estudio de su mujer hasta que un periodista le comentó algo sobre una operación policial. Entonces ató cabos.

En esas cajas, además de los dos 'pendrives', habría varios teléfonos y material sensible como donaciones que no aparecen en sus 'papeles' y documentación financiera de varias campañas, y ha puesto el ejemplo de las elecciones gallegas que Pablo Crespo, ex dirigente del PP gallego condenado por la trama 'Gürtel', habría entregado al predecesor de Bárcenas, el ya fallecido Álvaro Lapuerta. Las grabaciones eran un seguro ante el "desmarque" que el partido y sus responsables mostraban respecto a su figura por el tema 'Gürtel'; causa que le ocasionó finalmente una condena a Bárcenas y a su esposa, ambos en prisión en la actualidad. 

Presiones del entorno del PP

Ha dicho Bárcenas que su relación con el PP se mantuvo hasta que el Tribunal Supremo ratificó en 2020 la sentencia de la primera época del caso 'Gürtel' y su esposa, Rosalía Iglesias, entró en prisión. Mientras duró la relación, y mientras se encontraba por primera vez en prisión provisional, el abogado cercano al PP, Javier Iglesias, le ofreció 500.000 euros --según ha vuelto a declarar este miércoles  al juez -- si no sacaba nada a la luz sobre la financiación irregular del partido; proposición que Bárcenas rechazó exigiendo más dinero. Después se produjeron seguimientos de un falso recluso que sería agente del CNI, ha indicado Bárcenas.

También ha contado el extesorero que hacia octubre de 2013 otro intermediario, el empresario Javier Sánchez Lázaro, le habría vuelto a ofrecer ese dinero, 500.000 euros, y una mejora en las condiciones carcelarias, con más horas de conversaciones telefónicas y 'vis a vis' extra con su mujer, que se materializaron sin que quedara constancia escrita, ya que siempre se los comunicaban verbalmente. 

Bárcenas ha contado que él achacó estos beneficios penitenciarios a sus relaciones con el PP, por lo que, como gesto de buena voluntad, encargó a un preso de su confianza, Isidro S.S., de origen colombiano y experto informático, que eliminara de la 'nube' archivos comprometedores para el PP, entre ellos los audios que podían poner en jaque al presidente del partido.

A cambio, pactaron el pago de 4.000 euros y que debía acceder a la 'nube', borrar los archivos y que para eso le facilitó un papel con instrucciones que incluía una clave para tener acceso a los correos. Sin embargo, el preso colombiano señaló al juez que acordaron 5.000 euros por simples trabajos de borrado de Google de información y vídeos relativos a Rosalía Iglesias. 

A los tres meses, los 'vis a vis' extra se acabaron. Y cuando preguntó el motivo, desde el entorno del PP le dijeron que el partido no creía que dichas grabaciones existieran y que los famosos 'papeles' "estaban controlados", de modo que no veían necesario seguir cuidando de él en la cárcel madrileña, según ha declarado Bárcenas.

Durante esta comparecencia, varias defensas han puesto sobre la mesa la contradicción que supone que en diferentes declaraciones de 2013 a 2019 el extesorero del PP hubiera negado la existencia de esas supuestas grabaciones a Rajoy y Arenas. Ante esto, Bárcenas se ha justificado señalando que quería negociar con el partido y que por eso no puso a disposición de la Justicia la documentación que guardaba sobre el PP.