Este artículo se publicó hace 2 años.
La Audiencia de Barcelona fija para dentro de casi tres años el juicio por agresión sexual a una menor con discapacidad
La vista oral se celebrará el 4 de diciembre de 2024. La Fiscalía pide 38 años de prisión para el acusado de agresión sexual continuada entre 2012 y 2015 a una niña, hoy ya mayor de edad, con un 65 % de discapacidad intelectual. La jueza instructora no dictó prisión provisional.
Madrid-Actualizado a
El acusado de agredir sexualmente varias veces a una menor de edad con discapacidad intelectual, entre 2012 y 2015, disfruta de libertad desde que comenzó a instruirse la denuncia, en octubre de 2018; y seguirá haciéndolo hasta el 4 de diciembre de 2024. Es la fecha que ha fijado la Audiencia Provincial de Barcelona para la celebración del juicio, según ha podido saber Público.
Una fecha, dentro de dos años y nueve meses, extraordinariamente lejana para los cargos que pesan sobre E.L.C., de 59 años; y para las penas que solicitan la Fiscalía y la acusación. El Ministerio Público pide 21 años para las agresiones sexuales sufridas por la menor en el periodo 2012-2013 y 19 años para las que padeció en 2015. En total, 38 años. El presunto delito que se juzga es agresión sexual a persona menor de 13 años agravado por escaso desarrollo intelectual de la víctima.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por los progenitores de la chica, solicita 21 años para el acusado. La abogada de la víctima, Encarna Peral, indica a Público que "jamás en mi carrera profesional vi que se fijara la fecha de un juicio por unos hechos tan graves con casi tres años vista". Cree la letrada que los problemas de saturación en la agenda de la Audiencia de Barcelona han provocado tantísima demora. "Y no se puede hacer nada para revertir la fecha", indica Encarna Peral.
La situación hubiera sido diferente si la jueza instructora del Juzgado de Instrucción 5 de Arenys de Mar hubiera admitido la petición de la Fiscalía de decretar prisión provisional en octubre de 2018, cuando entró en el juzgado la denuncia procedente de la Unidad de Pediatría del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, que conoció el caso y realizó un informe donde constan los indicios de que la chica, nacida en 2002, había sido agredida sexualmente.
"Si el acusado hubiera estado en prisión, el juicio hubiera salido rápidamente, pues así ocurre en las causas con preso", explica Peral. La jueza consideró que no era necesario tomar esa medida cautelar, pese a la gravedad de los hechos que estaba investigando, "por no existir motivo que haga sospechar riesgo de fuga".
La víctima tiene en estos momentos 19 años y cuando se juzgue al presunto violador tendrá 22. Los tiempos en este caso han sido desde el principio un problema. "Una instrucción con muchas dilaciones --dice la abogada--. La que está sufriendo estas demoras de la Justicia es la víctima, que no podrá superar lo que le ha ocurrido si sabe que el culpable sigue en libertad".
Imitaba películas 'porno' con la víctima
Corría el verano de 2012 cuando comenzaron los abusos, según el sumario, al que ha podido acceder este diario. E.L.C., primo del padre de la niña, se instaló en la residencia familiar mientras trabajaba unos meses en la localidad barcelonesa de Arenys de Mar. La niña tenía aquel verano 9 años [cumpliría los 10 en octubre]. Los tocamientos y demás abusos sexuales dieron paso a penetraciones y otras prácticas que el acusado imitaba de películas pornográficas, según consta en el sumario.
El siguiente verano se repitieron las agresiones. La niña no contó nada a sus padres por "miedo y vergüenza" y ante la amenazas del agresor de que la menor acabaría en un centro, lejos de su familia, si llegaba a contar lo que le hacía.
El caso se desveló en 2018, cuando la chica se sinceró con su tutora, dos años después de haber cesado la agresión. Desde el colegio transmitieron a la familia el martirio que estaba soportando. Su madre, en conversación con este diario, manifiesta que la joven sigue un tratamiento psicológico semanal y que arrastra secuelas traumáticas por las agresiones sexuales.
"No entiendo que la Justicia considere que juzgando al violador en diciembre de 2024 se va a hacer justicia. ¿Dónde queda la víctima mientras? ¿Cuál es la reparación que va a tener mi hija si ve cómo el violador sigue libre tantos años?", clama la madre.
El acusado niega los hechos. No ha reconocido ni una sola de las acusaciones, pese a que las exploraciones periciales a la menor acreditan que el relato de la víctima es veraz, y que, pese al retraso en su maduración intelectual, no es tendente a fabulaciones.
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