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Atentado en las ramblas La célula de Ripoll vendió joyas robadas para comprar explosivos en tiendas

Este miércoles han comparecido diecinueve testigos, entre ellos la dueña de un restaurante donde trabajaba uno de los terroristas abatidos, la cual afirma que cuando ella estaba trabajando sufrió el robo de unas joyas en su domicilio.

Vista del tribunal que juzga estos días a los tres acusados por los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona).
Vista del tribunal que juzga estos días a los tres acusados por los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils (Tarragona). — Fernando Villar / EFE

EFE

Varios testigos han reconocido en el juicio a miembros de la célula de Ripoll (Girona) que cometió los atentados de Barcelona y Cambrils en agosto de 2017 como los jóvenes que días antes compraron sustancias explosivas en localidades catalanas y vendieron joyas, algunas supuestamente robadas, en Castellón.

La Audiencia Nacional ha reanudado este miércoles el juicio a dos presuntos integrantes de la célula yihadista, Mohamed Houli y Driss Oukabir, y un supuesto colaborador, Said Ben Iazza, acusados de participar en la preparación de los atentados de Las Ramblas de Barcelona, mediante un atropello múltiple con una furgoneta, y Cambrils (Tarragona), que dejaron 16 muertos y 140 heridos.

Mohamed Houli sobrevivió a la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona), donde la célula preparaba artefactos explosivos para cometer atentados, ocurrida la noche del 16 de agosto de 2017 y que, según dijeron los mossos d'esquadra que testificaron al comienzo de la vista, desencadenó que improvisaran los ataques al día siguiente en Barcelona y de la madrugada del día 18 en Cambrils.

Según detalla la Fiscalía en su escrito de acusación en la explosión de la casa de Alcanar resultó herido Mohamed Houli y fallecieron dos presuntos terroristas, entre ellos el imán de Ripoll (Girona) Abdelbaky Es Satty, en torno al cual se formó la célula.

Los fiscales piden 41 años de prisión para Mohamed Houli y 36 para Driss Oukabir, a cuyo nombre supuestamente se alquiló la furgoneta utilizada en el atentado de Las Ramblas de Barcelona por Younes Abouyaaqoub, abatido el 21 de agosto por los mossos d'esquadra en un camino de Subirats (Barcelona).
Said Ben Iazza se enfrenta a una petición del Ministerio Público de ocho años de cárcel por prestar presuntamente su documentación y su furgoneta isotérmica para comprar y transportar los precursores explosivos.

Robo y ventas de joyas

Este miércoles han comparecido diecinueve testigos, entre ellos la dueña de un restaurante de Ripoll donde trabajaba uno de los cinco terroristas que fueron abatidos en Cambrils la madrugada del 18 de agosto por los mossos d'esquadra después de que hubieran atropellado a una agente, que resultó herida, y a otra mujer, que falleció, y herido con cuchillos y un hacha a otras once personas.

Esta testigo ha recordado que denunció que el 14 de julio de 2017, cuando ella estaba trabajando en el restaurante, sufrió el robo de unas joyas en su domicilio. También han declarado trabajadores de una joyería y de dos tiendas de compraventa de oro de Vinaroz (Castellón) donde miembros de la célula vendieron joyas y que han corroborado los reconocimientos fotográficos.

Dos miembros de la célula llevaron a cabo la venta de joyas entre los días 12 y 16 de agosto para comprar unas bombonas de butano

Según la Fiscalía, dos presuntos miembros de la célula, entre ellos Mohamed Houli, llevaron a cabo la venta de joyas entre los días 12 y 16 de agosto para comprar unas bombonas de butano. Igualmente han reconocido a algunos integrantes de la célula doce testigos que les vendieron en locales de Tortosa (Tarragona), Gurb (Barcelona) y Vinaroz diversas cantidades de peróxido de hidrógeno, acetona y disolvente entre los meses de julio y agosto.

Dos hermanos responsables de una empresa de Tortosa han recordado que vendieron a uno de los presuntos miembros de la célula cien litros de peróxido de hidrógeno y que el joven les explicó que lo quería para blanquear ropa en su empresa de Marruecos. Por su parte, dos trabajadores de una empresa de pinturas de Gurb han indicado que el joven que les compró siete garrafas de acetona les indicó que las quería para limpiar unas piezas de hierro en un depósito. "Hablaba catalán perfectamente y era muy educado", ha comentado uno de los testigos.

La empleada de una tienda de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) ha declarado que el "chico de Las Ramblas", en referencia a Younes Abouyaaqoub, compró en el local dos días antes del atentado unos interruptores y unos pulsadores. "Hablaba catalán perfectamente", ha apuntado

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