No han tardado en llegar las reacciones tras el incidente ocurrido en la pasada Sesión Plenaria en el Congreso de los Diputados, en el que la diputada del Partido Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, insultó al padre de Pablo Iglesias, llamándole "terrorista".

La diputada conservadora insultó de esta forma al zamorano Javier Iglesias, después de que el vicepresidente segundo del Gobierno se refiriese a ella como "marquesa". Previamente, Álvarez de Toledo le había acusado de ser "embajador de ETA Batasuna en el Gobierno" y "el burro de Troya de la democracia".

Uno de las primeros en mostrar su rechazo a lo ocurrido ha sido el ministro de Universidades, Manuel Castells, quien ha afirmado: "Estoy asqueado por los ataques sarnosos de una entelequia despreciable a Javier Iglesias, quiero expresar mi total solidaridad y empatía con un veterano luchador antifascista cuya ejemplar existencia nos recuerda cuán necesario es que todos los demócratas mantengamos una actitud vigilante ante los rebrotes del peor virus de la historia: el odio".

Pero tal y como ha hecho saber el propio Javier Iglesias, los apoyos han sido tan numerosos que incluso le han llegado por parte de miembros del PP, que aseguran sentirse "avergonzados" por las palabras de la diputada de su formación conservadora.

También, la que fuera vicepresidenta y consejera de la Junta con el PP y alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, ha querido apoyar las palabras del escritor Braulio Llamero, quien afirmaba en Twitter que "conozco y he tratado personalmente a Javier Iglesias, padre de Pablo Iglesias, que vive en Zamora. Es un gran intelectual y una bellísima persona. Inspector de Trabajo e Historiador, jubilado. Comunista desde joven. Estuvo en prisión de joven, pero por repartir octavillas".

Rosa Valdeón secundaba las palabras, "lo conozco y respeto personal, y profesionalmente, más allá de nuestras formas de ver la vida. De otras personas más cercanas ideológicamente no podría decir lo mismo".

Íñigo Errejón, líder de Más País, también ha mostrado su firme apoyo a los padres de Pablo Iglesias, "fueron luchadores por la libertad. Los privilegiados tienen que aprender a respetar a quienes pusieron el cuerpo por la democracia ayer. Y a respetar la soberanía popular hoy".

La propia madre de Pablo Iglesias, María Luisa Turrión, también mostró su rechazo a la acusación vertida por la portavoz del PP, asegurando que "ser hijo y compañera de Javier Iglesias es un honor que la lengua bífida de una marquesa de pacotilla no empaña", escribió en redes, asegurando que "fue y es un hombre de bien" y un "luchador contra cualquier forma de fascismo".