MADRID.- Los diferentes candidatos que ya se han postulado para suceder a Rosa Díez en el liderazgo de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) durante el Congreso Extraordinario del próximo 11 de julio mantienen durante los últimos días discretos contactos en los que analizan sus puntos de encuentro y principales discrepancias, según han explicado miembros de varias de estas las corrientes.

Este intercambio de posturas está teniendo lugar pese a que el Consejo de Dirección aún no ha establecido los plazos que precederán al Congreso Extraordinario para la presentación de candidaturas y desarrollo de la campaña.

Hasta el momento, han hecho pública su intención de asumir el liderazgo del partido la diputada Irene Lozano, el militante de Madrid Nacho Fernández, que ocupó el octavo puesto en la última candidatura al Parlamento Europeo, y el líder del partido en Melilla, Julián Domínguez, representante de la corriente crítica REMA.

Quien no se ha pronunciado hasta la fecha es el actual portavoz adjunto de UPyD y número dos de Rosa Díez, Andrés Herzog, quien antes de las elecciones autonómicas y municipales ya dijo estar dispuesto a dar un paso al frente si los militantes le apoyaban. Sin embargo, algunas de las otras candidaturas han asegurado que Herzog y su entorno se encuentran dentro de los contactos que mantienen durante los últimos días y todo el mundo da por seguro que anunciará su candidatura próximamente.

Nacho Fernández ha explicado que el objetivo es relacionarse con las demás candidaturas para intercambiar posturas, buscar puntos de encuentro y analizar las diferencias. De hecho, ha desvelado que tiene previsto reunirse directamente con Herzog y Lozano, aunque en encuentros por separado.

Su propuesta es llevar a cabo cambios importantes en el seno del partido para que la sociedad vuelva a tener ilusión en su proyecto. Para ello defiende remodelaciones tanto en la organización como en la estrategia y la comunicación.

Desde la candidatura de Irene Lozano, Renovadores UPyD, se muestran abiertos al diálogo con todas las corrientes porque consideran que en la formación hace falta diálogo y escuchar otras posturas, dado que unidos pueden recuperar la fortaleza y confianza de la ciudadanía.