La Asociación Recuperación Memoria Histórica (ARMH) ha recuperado en la fosa cuatro del cementerio de Guadalajara los restos de Domingo Écija Buendía, fusilado hace 83 años por el franquismo tras el final de la guerra civil.

Domingo Écija Buendía era jornalero y miembro de la UGT de Sacedón, en la provincia castellanomanchega. Tras ser detenido, el 15 de enero de 1940 un Consejo de Guerra franquista lo condenó a muerte, según recoge la Fundación Pablo Iglesias.

El 3 de mayo de ese mismo año fue fusilado a los 41 años y sus restos depositados en la fosa número cuatro del cementerio de Guadalajara.

Su hijo Eugenio, que nunca llegó a conocerle, recibirá sus restos próximamente, según ha anunciado la ARMH.

El hermano de Domingo, Ciriaco, también fue fusilado por el franquismo el 24 de febrero de 1940 en Guadalajara. Era labrador y tenía 34 años, según indica el registro del Foro por la Memoria de Guadalajara.

Su familia recuperó sus restos durante las excavaciones de 2016, en la fosa número dos del cementerio de Guadalajara. 

El bisnieto de Domingo es uno de los voluntarios de la asociación que trabajan en las tareas de recuperación de los restos y se ha volcado junto a otros familiares de represaliados desde el inicio de las excavaciones en la ciudad castellanomanchega.

En la fosa número cuatro del cementerio de Guadalajara se encuentran los restos de asesinados por el franquismo entre el 26 de abril y el 3 de mayo de 1940, al menos 26 personas, según los datos de la ARMH.

En este mismo cementerio se encontraban los restos del padre de Ascensión Mendieta, símbolo de la lucha de las víctimas del franquismo, quien consiguió que la Justicia de Argentina ordenara la exhumación.