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Aragonès afronta el asalto final a la presidencia priorizando diálogo, agenda transformadora y reactivación económica
El candidato de Esquerra presentará este jueves en el Parlament su programa de Govern y el viernes será elegido president de la Generalitat con el apoyo de la mayoría independentista de ERC, JxCat y la CUP.
Barcelona-
El coordinador nacional de ERC Pere Aragonès afronta el asalto definitivo a la presidencia de la Generalitat.
Después de fracasar en el primer intento, el presidenciable de Esquerra Republicana de Catalunya expondrá su propuesta de programa político en el Parlament durante el discurso de investidura previsto para las cuatro de la tarde de este jueves. Una propuesta que tiene garantizada la viabilidad en primera votación gracias a la mayoría absoluta de los 74 diputados y diputadas independentistas que se hará efectiva después de sendos acuerdos a que ERC ha llegado con la CUP y, ya in extremis, con Junts per Catalunya.
La votación se celebrará este viernes después de un largo debate que comenzará a las 9 de la mañana y que previsiblemente suscitará duras críticas del resto de fuerzas políticas no independentistas.
La sesión recuperará el hemiciclo histórico (aunque con una disposición especial de los escaños) después de que el primer intento de Aragonès se celebrara en la sala de actos del Parlament por prevención pandémica.
Diálogo, nueva etapa y Generalitat republicana
A pesar de la repetición del Govern de coalición independentista entre ERC y JxCat, con apoyo de la CUP, Aragonès pondrá el énfasis en la apertura de una "nueva etapa".
El que será el 132º president de la Generalitat centrará sus prioridades en tres grandes ejes de actuación para la que denomina la nueva "Generalitat republicana", según apuntan fuentes republicanas.
En primer lugar, Aragonès explicitará una apuesta por el diálogo aparcando la vía unilateral para afrontar el conflicto político entre Catalunya y el Estado español. Pero con la exigencia de una "solución democrática" y la reivindicación del derecho de autodeterminación. Urgirá al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a convocar una reunión de la mesa de diálogo entre los dos ejecutivos.
Y pedirá pasos firmes para frenar y revertir "la represión". En este punto será manifiesta la demanda de una ley de amnistía para los presos, pero también para los cerca de 3.000 encausados por el Procés.
El diálogo con el Gobierno español y la necesidad de negociar una solución al conflicto estará bien presente en el discurso de investidura de Aragonès, según las fuentes republicanas. El presidenciable de ERC planteará la necesidad de resolver el conflicto político mediante "actuaciones democráticas y políticas". Y explicitará "la apuesta por el diálogo y la negociación política para resolver el conflicto político".
Pero también apelará a una estrategia conjunta de todo el independentismo basada en "una confrontación cívica y pacífica para forzar al Estado a asumir la realidad hasta ahora negada", pero que sea viable y aglutine mayorías sociales amplias.
Eso sí, Aragonès dejará muy claro que su presidencia no tendrá "tutelas, ni controles, ni supeditaciones, ni imposiciones", en clara referencia al Consell per la República que preside Carles Puigdemont.
Reactivación económica y nuevo contrato social
El segundo eje esencial del discurso se centrará en la reactivación económica y en mantener la lucha contra los devastadores efectos de la pandemia. Siempre con un enfoque de izquierdas que situará la salida de la crisis en beneficio de los sectores más precarizados y no al contrario: "Un nuevo contrato social para garantizar derechos como la vivienda, el acceso a suministros básicos como el agua, la energía y la conectividad, y que todo el mundo disfrute de unos ingresos mínimos para vivir con dignidad y disfrutar de una buena vida cotidiana".
En este sentido será básico el despliegue de un plan piloto para la Renta Básica Universal que prevé dirigir directamente desde la presidencia. O incrementar el presupuesto destinado a vivienda hasta los mil millones, destinar el 25% del presupuesto sanitario a la Atención Primaria, con un aumento presupuestario de 5.000 millones en este ámbito.
Aragonès también expondrá su apuesta por la reindustrialización de Catalunya con un Plan para la Reactivación Económica y la Protección social.
Proyecto transformador desde el minuto uno
La tercera idea fuerza del discurso de investidura será la de impulsar "una transformación profunda de Catalunya desde el primer minuto de la legislatura" basada en "cuatro grandes revoluciones": la social, la feminista, la verde y la democrática.
Para este empeño, Aragonès situará en el epicentro de su discurso a nuevas consellerias que son una apuesta estratégica del futuro president: Feminismes i Igualtat y la de Acció Climàtica, pero también la ya existente de Polítiques digitals.
Las políticas de igualdad, la transición energética y el impulso de las energías renovables serán algunas de las prioridades del presidenciable. Junto con una fuerte transformación del tejido económico y productivo, poniendo un especial énfasis en la importancia vital de los fondos europeos para la reconstrucción, los famosos Next Generation, para conseguir este objetivo.
Finalmente, Aragonès incorporará algunos guiños a la CUP con temas sensibles para los anticapitalistas y que quedan recogidos en el acuerdo suscrito con los republicanos. Por ejemplo, la remodelación de las fuerzas antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y el compromiso de que la participación de la Generalitat en querellas contra manifestantes se limitará a casos evidentes de agresión a los agentes. Así como la consolidación del Institut Català de Finances como estructura básica de una futura banca pública.
Con esta estructura del discurso de investidura, Aragonès cierra el esquema de un Govern y una mayoría parlamentaria netamente independentista para la próxima legislatura. Pero a la cual el dirigente de Esquerra quiere imprimir su sello personal e intentar abrir muchos de sus planes económicos y sociales a otras fuerzas políticas no independentistas.
Y en el caso de la autodeterminación, pedirá a En Comú Podem que se sume a la consecución de este ideal. Un objetivo que este viernes recibirá una contundente respuesta de los comuns, molestos por las frustradas negociaciones que iniciaron con ellos los republicanos. Pero que puede dar frutos más adelante, incluso con un PSC de Salvador Illa que ejercerá como jefe de la oposición con mucha más moderación que la que hizo desde Ciudadanos Inés Arrimadas.
Los socialistas ya han dejado claro su total rechazo a la investidura de Aragonès para una fórmula de Govern que consideran fracasada en el pasado. Pero Illa ha dejado abiertas todas las puertas a colaborar en temas como las políticas sociales, la reactivación económica o la lucha contra la pandemia.
Aragonès llegará este viernes a la presidencia de la Generalitat a lomos de la mayoría independentista, pero no renuncia a aprovechar la clara división que presenta la oposición en el Parlament entre la izquierda no independentista del PSC i los Comuns, y la derecha españolista bajo liderazgo de la ultraderecha que representan Vox, Cs y PP.
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