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La apertura de una fosa de la Guerra Civil desentierra la memoria que duele a la derecha

Argentina abre la puerta

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La fosa del cementerio de Guadalajara que ha exhumado la ARMH por orden de la Justicia de Argentina.- REUTERS

GUADALAJARA.- Una mujer española de 90 años de edad, Ascensión Mendieta, envuelta en un abrigo de piel y una bufanda de lana, se mantuvo de pie delante de una profunda tumba abierta y murmuró "mi padre" al ver un esqueleto desenterrado en el fondo de la fosa. Timoteo, el padre sindicalista de Ascensión Mendieta, recibió un disparo en 1939 en los meses posteriores a la Guerra Civil española y fue enterrado en una fosa común en una de las esquinas del cementerio de la ciudad de Guadalajara.

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El caso ilustra las dificultades que tiene España para afrontar un pasado que está desapareciendo de la memoria viva, pero que sigue dejando sus marcas en la actualidad. La ley de amnistía aprobada para allanar el camino de la dictadura a la democracia perdonó los crímenes políticos cometidos en el pasado. Pero el hecho de que nunca se hizo un registro de las atrocidades cometidas significa que las hostilidades nunca fueron enterradas.

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"Ya podemos hacerle un entierro digno como todas las personas merece. No tirado allí como un perro"

El antagonismo entre los dos bandos de la Guerra Civil persistió durante la transición a la democracia en los años 70, dando lugar a una profunda división entre la izquierda y la derecha en un sistema bipartidista que dominó la política española desde el fin del régimen de Franco. En las últimas elecciones al Congreso de los Diputados, los españoles votaron en masa a nuevos partidos, rompiendo con el bipartidismo tradicional y marcando el comienzo de una nueva era política que ha imposibilitado hasta ahora formar un gobierno y obliga a los partidos a buscar un consenso que abarque diversos espectros políticos.

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Cementerio de Guadalajara.- REUTERS

Argentina abre la puerta

Mendieta, quien tenía 13 años cuando murió su padre, viajó a Buenos Aires en 2013 para aportar pruebas sobre su muerte. Esta mujer fue una de los cientos de personas que han recurrido a la legislación internacional en materia de derechos humanos para acudir a un tribunal argentino en busca de justicia por los crímenes llevados a cabo durante y después de la Guerra Civil.

Pacto de olvido

España, al igual que muchos países de América Latina en su paso de la dictadura a la democracia, aprobó una la ley de amnistía en 1977 para poner punto final a su pasado violento. Las Naciones Unidas y diversas organizaciones de derechos humanos han instado a España a revocar esta ley. Pero España ha defendido el llamado "pacto de olvido", que muchos ven como el precio necesario pagado para que la transición fuera un éxito.

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La juez argentina María Servini quiere buscar justicia por los crímenes del franquismo que abarcan desde la tortura hasta ejecuciones extrajudiciales

Un proceso de reparación sólo habría dejado el país peligrosamente polarizado es el argumento esgrimido por muchos ciudadanos. Un portavoz del Ministerio de Justicia dijo que era poco probable que la apertura de la fosa común afectaría la ley de amnistía. Un portavoz del Ayuntamiento de Guadalajara dijo que solo por orden judicial se podrían llevarse a cabo más exhumaciones. El tribunal alcarreño que aprobó la apertura de la tumba por orden de la juez argentina no hizo comentarios al respecto.

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Ascensión Mendieta, la mujer que ha conseguido abrir la fosa de su padre.- REUTERS

Baltasar Garzón, el exjuez español más famoso por su defensa de los derechos humanos, jugó un papel principal en ese proceso, que dejó sin efecto las leyes de amnistía argentinas aprobadas en 1987. En su propio país, Garzón despejó el camino para la apertura de las primeras fosas comunes y abrió una investigación sobre los crímenes del franquismo, que no consiguió concluir. 

El pasado sigue en el presente

El pasado sigue repercutiendo en la política nacional a muchos niveles - la alcaldesa de Madrid y la presidenta conservadora del gobierno regional se han enzarzado en una disputa sobre la retirada de monumentos y placas ligadas a la España de Franco.

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La ARMH, sin ayuda del Estado español de ningún tipo, ha abierto la fosa común de Timoteo Mendieta.- REUTERS

"Aquí están los abuelos"

A petición de la juez Servini, un tribunal de Guadalajara autorizó la exhumación de la tumba, que contenía 22 cuerpos de personas que se cree fueron asesinadas por las fuerzas de Franco en los meses posteriores al final de la guerra civil. Los arqueólogos empezaron a excavar el 19 de enero, trabajando a partir de un archivo del ayuntamiento, que registraba con una cuidada caligrafía los nombres, edades y posición de los enterrados en el cementerio de la ciudad.

"Con una profundidad tan grande está claro que había premeditación de la cantidad de cuerpos que iban a ser arrojados en la tierra"

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Se cree que el cuerpo de Timoteo es el decimonoveno o vigésimo de los cuerpos apilados verticalmente en esa tumba. Mientras los arqueólogos trabajaban desenterrándolos, decenas de familias llegaban al lugar para preguntar por familiares que podrían estar enterrados allí.

Pablo Rodríguez, un jubilado de 63 años de edad, dejó a sus datos de contacto en una carpa montada por la asociación cerca de la excavación. "Yo vine con mi madre de pequeño a dejar flores el Día de los Santos. 'Aquí están los abuelos', me decía. Había una tapia antes. Había que pedir una llave para pasar dentro", dijo.

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El arqueólogo de la ARMH encargado de la exhumación, René Pacheco

Rodríguez llevaba una bolsa de plástico que contenía documentos antiguos y cartas, incluyendo una orden de 1940, emitida por un tribunal militar, para ejecutar a su abuelo por unirse a una rebelión. "A mí me gustaría que estuvieran con su hija", dijo, señalando la tumba de su madre a 20 metros de distancia, en la sección principal del cementerio.

El arqueólogo René Pacheco paró un momento a descansar del trabajo de excavación. Los huesos se colocaron cuidadosamente en cubos, se izaron a la superficie y se metieron en cajas de cartón. "Esta fosa tiene muchas particularidades. Una fosa en un cementerio y tan profunda no la habíamos encontrado nunca", dijo. "Con una profundidad tan grande está claro que había premeditación de la cantidad de cuerpos que iban a ser arrojados en la tierra".

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