Análisis Los nuevos retos de Podemos tras las andaluzas
El partido morado tiene muchos frentes abiertos tras los resultados de las elecciones y pasará por un período de reflexión y análisis para reformular estrategias y discursos.
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madrid, Actualizado:
Adelante Andalucía no consiguió los resultados que esperaban. Pero no sólo fue esta la mala noticia para la coalición: desde el momento en el que se conocieron los datos aseguraron que lo que más les preocupa no son sus escaños, sino que la derecha suma para gobernar en el Parlamento gracias a los votos del partido franquista, Vox. En la coalición — como en los partidos — se ha hecho autocrítica y se reconocen "fallos", aunque todavía están a la espera de un análisis detallado que se realizará en la próxima reunión de Rumbo de 2020, las convocatorias de Podemos de su gobierno a la sombra.
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Pero, mientras llega la cita, varios miembros de Podemos ya han ido reconociendo algunas flaquezas y avanzando en estrategias que tienen que abordar en este ciclo político. Las andaluzas se presentaban como un avance de las futuras elecciones de 2019 y entre el partido morado hay quienes consideran que tiene que abordar distintos frentes para revertir la situación.
Frenar el avance de la extrema derecha
"Alerta antifascista", advirtió el secretario general de Podemos el pasado domingo al conocer la irrupción de Vox en el Parlamento andaluz. Una escena memorable con dirigentes de Izquierda Unida y del partido morado con caras que transmitían preocupación. La misma imagen tenía lugar minutos antes en Sevilla con los líderes de Adelante Andalucía que quisieron dejar claro que les preocupaban sus resultados, pero aún más el número de escaños que había conseguido Vox. Unos números que no esperaban ningún partido ni había previsto ninguna encuesta electoral.
Podemos defiende el "patriotismo de las cosas de comer" frente al avance de la extrema derecha
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En Unidos Podemos tienen claro cómo quieren enfrentar este avance: con "patriotismo de las cosas de comer". Iglesias aclaró en Espejo Público que la formación de Santiago Abascal es una corriente del PP y que su líder ha estado décadas "chupando del bote" de las Comunidades Autónomas con Esperanza Aguirre. "Son la corriente más franquista de la corrupción y del PP. El PP sin complejos. De nuevos no tienen nada", asegura.
En la formación morada asumen que la situación en Andalucía tiene "implicación en el conjunto del Estado". Por esto el primer llamamiento que hizo el grupo confederal fue pedirle a la mayoría de la moción de censura tener "alturas de mira", apoyar los Presupuestos de 2019 y "cerrar las puertas a la extrema derecha mejorando las condiciones de vida de los españoles". Pero no las tienen todas con ellos porque los partidos catalanes, de momento, se mantienen en el 'no', a pesar de que el Ejecutivo haya decidido llevar las cuentas a las Cortes en enero.
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Volver a movilizar a su electorado
A falta de análisis más profundos, la bajada de votos la achacan a la abstención. "Nuestros votantes se han quedada en casa y esto es lo primero que tenemos que revisar" reconoció la coportavoz del partido, Noelia Vera, tras el análisis de la ejecutiva de la formación. Podemos en el anterior ciclo irrumpió con fuerza en las instituciones, pero no todo apunta que vaya a ser igual en 2019 al tener que consolidar y reformular parte de su discurso. Fuentes del Consejo de Coordinación reconocen a Público que tienen que reinventarse en muchos aspectos y que es complicado llegar a los niveles de 2015.
La prueba es que Adelante Andalucía, a pesar de tener mítines repletos por todas las provincias, no ha mantenido movilizado a su electorado y ahora tienen que ver cómo consiguen recuperar esta fuerza en todos los territorios para las próximas elecciones de 2019. La ilusión entre su electorado sigue templada. Desde septiembre hasta este último mes fuentes de la dirección explican que han subido del 17% de votos al 18% en las encuestas electorales. Pero reconocen que el avance es muy lento.
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Uno de los puntos claves será la movilización en la calle. Como ya hicieron en la "primavera democrática" con el 8-M y la marea de pensionistas o ante la sentencia de las hipotecas, Podemos seguirá llamando a la gente a la protesta en las calles. Mantener la movilización y lograr una convergencia de las luchas fue un punto importante para la irrupción de Podemos en la política. Hay dirigentes que reconocen que el equilibrio entre mantener "un pie en las calles y otro en las instituciones" no siempre se cumple y que deben volver a priorizar el primer paso.
Convencer con la coalición entre Podemos e IU
Podemos, Izquierda Unida y Equo se presentarán juntos en la mayoría de territorios en las elecciones de 2019. Los malos resultados no hacen que los partidos se planteen presentarse a las elecciones por separado. Rodríguez y Maillo apuestan por la continuidad de Adelante Andalucía. Mientras que Iglesias y Garzón tampoco barajan romper la confluencia de Unidos Podemos.
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Aunque algunas "fuerzas hermanas" ya han descartado ir con la confluencia. Mónica Oltra ha avanzado en una entrevista en El País que Compromís no irá con Unidos Podemos en las próximas elecciones generales. "No es inteligente una fórmula que te hace perder representación, que nos resta posibilidades electorales. Otra cosa es la alianza política, que la tenemos, de objetivos comunes aquí y en el Congreso de los Diputados. Se puede tener una alianza política sin tener una alianza electoral", asegura la dirigente valenciana.
Los datos muestras que Oltra tiene razón cuando dice que la confluencia hace que pierdan representación. Adelante Andalucía no es el único ejemplo. En 2016 tampoco rentabilizaron el "pacto de los botellines" respecto a los resultados electorales: se dejaron 1,2 millones respecto al 20-. A las formaciones les queda un largo camino para convencer a los que fueron sus votantes del futuro de las coaliciones.
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La relación con el PSOE y el adelanto electoral
Otra de las conclusiones de las elecciones es que Adelante Andalucía no ha conseguido arrebatar el voto socialista que esperaba. Y la situación en el panorama estatal es aún más compleja; el PSOE desde el Gobierno se come parte del terreno de Unidos Podemos. La dirección del partido reconoce que, con la actual correlación de fuerzas, para ganar en las elecciones de 2019 tendrán que pactar con el PSOE pero hasta entonces tienen que conseguir marcar distancias del Gobierno. Si bien desde muchos sectores han reconocido el pacto presupuestario como un logro de Podemos, los socialistas han conseguido sumar votantes que hasta la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa habían perdido.
Por ello, varios dirigentes de Podemos asumen que los acuerdos y las negociaciones que han ido desarrollando entre el Ejecutivo y Unidos Podemos son un ensayo previo a los gobiernos de coalición que tendrán que formar en las autonómicas si quieren gobernar. El peligro es que vuelva a ocurrir como ha pasado en Andalucía; no logren marcar las distancias y no vuelvan a sumar entre PSOE y Unidos Podemos para gobernar.
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La posición ante el conflicto catalán
El tema catalán ha sido el más complicado del último curso político. Iglesias demostró su capacidad de interlocutor con el independentismo con la moción de censura al conseguir que los partidos catalanes apoyaran a Sánchez, así como por las conversaciones que mantiene con los dirigentes catalanes o ser el primer líder de una formación estatal en visitar a los presos del procés; Jordi Cuixart y Oriol Junqueras.
Podemos se distanció claramente del resto de grandes partidos ante el 1-O al reconocer el concepto de 'España plurinacional', reivindicar el modelo de Estado como la república y reconocer a los dirigentes catalanes que se encuentran en la cárcel como "presos políticos", tal y como hacen los partidos independentistas. Desde la dirección de Podemos insisten en que la única solución para este conflicto es el diálogo.
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Sin embargo, la postura de Podemos sobre Catalunya no se ha entendido como esperaban. Varios dirigentes reconocen a Público que creen que esta posición les ha pasado factura en estas elecciones y que tendrán que trabajar más para explicar una postura que sí se ha entendido en el espacio catalán. Desde el conflicto catalán, Unidos Podemos ha ido perdiendo votantes aunque en los últimos meses hayan recuperado un 1%.
Anticapitalista, cada vez más fuera de Podemos
Las primarias de la Comunidad de Madrid fueron el gran punto de fisura. Después de unas semanas de tensiones tras el documento filtrado desde el móvil de diputada de Carolina Bescansa en el que proponía un plan a Errejón para derrocar a Iglesias como líder de Podemos, el candidato a la presidencia regional y el secretario general de la Comunidad enterraron el hacha de guerra con una rueda de prensa en la que anunciaron la "candidatura conjunta" para la Comunidad de Madrid. De esta forma, escenificaron la unidad de Podemos que, sin embargo, no cuenta con la tercera pata del partido, Anticapitalistas, que decidió no participar en las primarias. Ni con la mujer que Espinar y Errejón esperaban, Lorena Ruíz-Huerta, que abandonó la formación meses después. La organización tachó estas primarias de “pacto de sillones”.
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Tampoco participaron en las de la capital. Ni en las generales. El reclamo de "unidad" que lanzaron las bases a los tres sectores de Podemos no se ha cumplido. Hay quienes ya consideran que Anticapitalistas está "fuera" del partido, aunque todavía hay dirigentes que se mantienen en la primera línea política, como Teresa Rodríguez y Miguel Urbán. La dirección del partido ha asegurado que Rodríguez es la mejor candidata que pueden en tener en Andalucía y no se plantean buscar otra alternativa, mientras que Urbán va como número dos en las listas europeas. Junto con algunas excepciones más, los choques entre Anticapitalistas y el resto del partido cada vez son más comunes y se alejan más de las instituciones.
Mantener la alcaldía de Madrid
Podemos insistió mucho para que la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, repitiera como candidata a las elecciones municipales de 2019. Pero, una vez que ha anunciado que se presenta, el proceso para formar las listas para los comicios no está siendo tan fácil ni rápido como esperaban en el partido morado.
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El acuerdo entre el nuevo partido de la alcaldesa, Más Madrid, y Podemos e Izquierda Unida no está cerrado. Algunos dirigentes madrileños consideran que "todavía hay tiempo" aunque reconocen que las negociaciones van muy lentas. Pero diputados del Congreso alegan que ya debería estar resuelto. Aunque las conversaciones no han parado en ningún momento, hay un cierto temor a que no se logre cerrar un acuerdo. Y, con ello, que se pierda la alcaldía de la capital.