Púnica Ana Botella contactó con un conseguidor de la 'trama Púnica' para mejorar su imagen en internet a cambio de 60.000 euros
Un informe de la Guardia Civil revela que, siendo aún alcaldesa de Madrid, Botella y su marido, José María Aznar, se reunieron en agosto de 2013 con el empresario Alejandro de Pedro, investigado por el caso de corrupción, para contratar sus servicios, que ya ofrecía a otros cargos públicos del PP, hoy todos imputados.
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madrid, Actualizado:
Los tentáculos de la operación Púnica son tan largos que terminan por llegar a casi todas partes: el diario El País informa este martes de que Ana Botella, exalcaldesa de Madrid, contactó con uno de los principales imputados en esta trama de corrupción, el empresario Alejandro de Pedro, con el objetivo de mejorar su imagen en Internet, tal como hiciera en su día el expresidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez.
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Según esta información, a finales de agosto de 2013, cuando todavía era alcaldesa, Botella y su marido, el expresidente del Gobierno José María Aznar, recibieron en su domicilio de Marbella a De Pedro para acordar la contratación de sus servicios a cambio de 60.000 euros que serían abonados por el Ayuntamiento de Madrid. En aquel encuentro, propiciado por el exministro Eduardo Zaplana, De Pedro presentó a Botella una serie de propuestas para mejorar su reputación online.
Las grabaciones realizadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil durante la investigación del caso desvelan estos contactos. Fruto de esas escuchas, los investigadores de la Guardia Civil entregaron el pasado 2 de noviembre al juez un informe sobre los trabajos realizados por la empresa de De Pedro para mejorar la pésima imagen de Ana Botella —y eso que en agosto de 2013 aún no se había producido el "relaxing cup of café con leche"—. "Los trabajos consistían básicamente en crear y difundir noticias positivas sobre los cargos públicos para desplazar a las negativas en los buscadores", afirma el informe.
El informe de la UCO que revela El País señala que tras ese encuentro, "De Pedro entraría en contacto con la jefa de prensa de la alcaldesa, Elena Sánchez, dando por iniciado el proyecto pocos días después". Se da la circunstancia de que Elena Sánchez ya había ocupado el mismo puesto con Eduardo Zaplana cuando éste era ministro de Trabajo.
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De Pedro y Elena Sánchez pactaron el pago de 60.000 euros, y aunque los trabajos empezaron a realizarse días después del encuentro en Marbella, los propios investigadores señalan en su informe que "de los distintos mensajes cruzados se deduce que la contratación [de estos servicios] no termina de concretarse".
Botella no fue el único cargo público del PP que contactó con De Pedro: también lo hicieron en su día el expresidente murciano Pedro Antonio Sánchez, la exconsejera madrileña Lucía Figar o la senadora y exalcaldesa de Cartagena Pilar Barreiro. Todos pagaron con dinero público a De Pedro y todos están siendo investigados por corrupción.
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"El problema", cuenta El País, fue "facturar esos trabajos con cargo al presupuesto municipal". De acuerdo con la información, a pesar que De Pedro y Elena Sánchez habían acordado un pago de 12.000 euros en cinco meses, el Ayuntamiento sólo le podía pagar 400 euros al mes sin levantar sospechas. De Pedro se puso entonces en contacto con Zaplana para reclamar los pagos acordados con Elena Sánchez. Ésta le respondió a través de Whatsapp: "Es que sólo nos dan eso. Pero hay un plan B. Ya te contaré". Ese plan B consistía en subcontratar a una de las empresas de De Pedro para una campaña de publicidad del Ayuntamiento de Madrid.
Zaplana hizo de mediador
Además de las escuchas, los investigadores de la Guardia Civil han analizado también decenas de correos electrónicos que se intercambiaron los implicados en este asunto. La UCO cree que el exministro de Trabajo y expresidente de la Comunidad Valenciana Eduardo Zaplana pudo cometer un delito de tráfico de influencias al gestionar el encuentro entre Botella, Aznar y De Pedro.
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El informe revela que Zaplana habría conseguido que De Pedro se reuniera el 13 de agosto de 2013 con Botella y Aznar. Gracias a esa mediación de Zaplana, las empresas Eico y Madiva, propiedad de De Pedro, consiguieron que se les adjudicara trabajos para mejorar la imagen de Botella en internet y su posicionamiento en redes sociales. "A continuación", prosigue el informe, "[Zaplana] intervendría en el seguimiento y desbloqueo del proyecto, pudiendo haberse servido de su relación profesional previa con la jefe de prensa del Ayuntamiento, Elena Sánchez".
Los investigadores también aprecian indicios de delito en Elena Sánchez, en De Pedro y en un socio de éste, José Antonio Alonso Conesa, pero no en Ana Botella.