El adelanto de las generales pospone el debate del socialismo andaluz tras su fracaso el 28M

El adelanto de las generales ha aplazado en el PSOE de Andalucía cualquier debate de tipo orgánico tras la derrota del 28M pasado (el PP ganó por cinco puntos y tiene opciones de gobernar en seis diputaciones y en las ocho capitales, además de gobernar con mayoría absoluta en la Junta de Andalucía) hasta después del verano, salvo el de las listas electorales, en las que las fuentes consultadas asumen que algunos cambios habrá. Hay quien tiene el puesto asegurado, como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que previsiblemente irá de número uno por Sevilla, plaza señera, según las fuentes. Y hay quien podría ver su puesto modificado.

En la dirección del partido en Andalucía, que este martes por la tarde celebró una Ejecutiva en la que se habló de las generales y también se analizaron los resultados del 28M pasado, creen que en las municipales se ha producido una situación injusta, producto de la conjunción de numerosos factores, en los que hay que incluir los locales: huyen de razonamientos que ven simples y fáciles y consideran que los análisis de "brocha gorda" no sirven. Ponen ejemplos que se han producido en toda Andalucía para explicar que la visión de lo sucedido debe tener necesariamente un punto de vista local y que reflejan que cada ayuntamiento es un mundo. Hay municipios en los que el PSOE ha ganado por mayoría absoluta y en el ayuntamiento vecino se ha perdido contra pronóstico. ¿Qué pasa que en uno ven la tele y en otro no?, se preguntan algunas fuentes para resaltar la complejidad del análisis.

En todo caso, tampoco se engañan. Saben de sobra que hay mar de fondo, que el liderazgo de Espadas se cuestiona en numerosos ámbitos del partido, cada vez más, y que el resultado de las generales marcará un camino u otro, no solo en Andalucía, sino en casi todas partes. Las fuentes consultadas, todas, coinciden en algo evidente, que un escenario se abre si Pedro Sánchez logra repetir en el Gobierno, porque será similar al actual, con una fuerte conexión entre San Vicente y Ferraz, y otro muy diferente arrancará si Sánchez pierde.

Sobre la apuesta, fuerte, del presidente de disolver las Cortes y convocar las elecciones, en el partido se escuchan todo tipo de metáforas, desde las más normales que afirman que se lo ha jugado todo a una carta, a doble o nada, hasta otras más bélicas que interpreta que "ha pisado una mina y no sabemos si le estallará o no". "Lo que ha hecho es liberar de responsabilidad a todos, nos ha mandado a callar. El que quiera que lo critique a él. Es lo mismo que hizo para proteger a Espadas en las autonómicas", afirma un sanchista de primera hora. En la dirección regional, hay dirigentes que creen que el presidente ha tomado la mejor opción, audaz y temeraria, pero acertada.

Agitación tremenda

En lo orgánico ha habido un elemento que ha provocado una agitación tremenda en el PSOE andaluz en la recta final de la campaña de las municipales: los indicios que cree tener un juez de Granada contra el secretario de Organización de Espadas, Noel López, por el rapto de una edil en Maracena (Granada), que este ha negado de manera "tajante". A algunas direcciones provinciales no les convencían las explicaciones que se habían dado en un caso tan corrosivo como este y Espadas les anunció que daba un paso al lado "temporal" este martes por la mañana en una reunión para valorar la situación política. Así, para esta campaña de generales que ahora arranca, las funciones de coordinación de López las asumirá el senador Antonio Gutiérrez Limones, que ya estaba en el comité electoral de las municipales, según las fuentes consultadas.

Durante la campaña de las municipales también estuvo muy activa la expresidenta de la Junta, Susana Díaz, hoy senadora, a quien Espadas venció en unas primarias para llegar a la secretaría general del PSOE andaluz. Ha dado mítines en numerosos pueblos y ha negado en varias ocasiones que esté en ninguna pelea orgánica. Ha explicado también que ha tratado de empujar a quien se lo ha pedido, aunque hay gente en el partido, obviamente, que interpreta lo que hace de otra manera.