Este artículo se publicó hace 2 años.
53 migrantes en un camión: la mayor tragedia migratoria en EEUU
Inna Afinogenova
Madrid-
Cuando se anulan todas las formas legales de buscar asilo o cruzar la frontera, la gente no deja de migrar. Sino que empieza a tomar medidas extremas cuyas consecuencias suelen resultar dramáticas, aunque nada sorprendentes.
El 24 de julio se produjo la tragedia de Melilla, y tan solo tres días después se dio la mayor tragedia de migrantes documentada en suelo estadounidense de la historia.
En un camino en la localidad de San Antonio de Texas, un mecánico de un taller de la zona oyó gritos en español del interior de un tráiler aparcado por ahí. Llamó a las autoridades y cuando estas llegaron y abrieron las puertas del camión, se encontraron con una pila de cadáveres y una docena de personas agonizando.
48 muertos dentro del camión, niños incluidos, 16 moribundos, cinco de los cuales fallecieron horas después. O sea, 53 fallecidos, de los que la mitad eran mexicanos, y los demás procedían de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Viajaron en ese vehículo huyendo de la indigencia y la inseguridad de sus vidas, hacinados, sin ventilación, ni ventanas, ni refrigeración, sin agua, y bajo temperaturas extremas. Murieron por las altas temperaturas, asfixia y deshidratación. La tragedia de San Antonio se convirtió en el caso más mortífero de tráfico humano registrado en EEUU.
A las más de 60 víctimas de la tragedia de San Antonio las abandonó el conductor a su suerte en ese camión. Según reportó The Texas Tribune en esos días, cuando las encontraron, muchas de ellas parecían haber sido rociadas con condimento para carnes en un aparente intento de ocultar el olor a muerto.
El conductor traficante huyó. El vehículo recorrió 200 kilómetros desde la frontera de México y sorteó dos controles ya en suelo de EEUU, sin ningún problema.
Los intentos de cruce de frontera en camiones de contrabando se han vuelto habituales en esa región del mundo. Coloquialmente los llaman "coyotes" o "polleros", tienen muy pocos riesgos de ser detectados. La frontera entre México y EEUU es extensa, abarca varios estados a la vez y las inspecciones de camiones son muy poco frecuentes.
Luego de la tragedia de San Antonio se decidió aumentar el número de inspecciones de camiones. De hecho, dos semanas después lograron interceptar uno que transportaba a unas 80 personas.
Solo en octubre de este año hubo 230.000 arrestos en la frontera con México, con un tercio de esas personas expulsadas.
Esa estrategia de expulsiones, bajo el Título 42, se suma a la de 'tercer país seguro', en el marco de la cual son México y Guatemala los que tienen que hacerse cargo de los migrantes: mandándolos de vuelta a casa, dejándoles quedarse en sus territorios, pero eso sí, asegurándose de que no sigan subiendo.
Desde que bajaron los contagios y las muertes por la Covid, todo el mundo esperó que EEUU levantara el Título 42, pero un tribunal decidió mantenerlo en vigor durante un tiempo más, hasta que hace unos días lo tumbó una resolución judicial. Debido a eso, expertos en migraciones prevén un aumento considerable del número de personas intentando cruzar las fronteras, porque ya no se las podrá echar de manera exprés. Eso irremediablemente generará un aumento de muertos.
En lo que va de 2022 ya contabilizan 853 personas muertas en su intento de cruzar desde México a Texas sin documentos. El año pasado se registraron 546 víctimas. Y ninguna de esas cifras incluye a los que fallecieron en el territorio de México ni en el recorrido previo por América del Sur y Centroamérica.
El Tapón de Darién es una zona selvática entre Colombia y Panamá, donde las dificultades naturales por cruzarlo a pie se combinan con el peligro que representan varias bandas de tráfico de droga y de personas que operan por ahí.
En los diez primeros meses de 2022 en el Tapón de Darién se registraron la muerte o desaparición de 35 personas, entre ellos 12 niños. Sin embargo, según advierte la Organización Internacional para las Migraciones, se trata de una cifra anecdótica que refleja tan solo una pequeña parte del verdadero número de fallecidos. Emprenden ese viaje, mueren en el camino, sus restos nunca son recuperados, por lo tanto, no engrosan ninguna lista. Como si no hubieran existido.
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