Los presuntos comisionistas del escándalo de las mascarillas en el Ayuntamiento de Madrid han declarado por primera vez ante la Justicia. La Fiscalía Anticorrupción puso en el punto de mira a Luis Medina y Alberto Luceño, que están siendo investigados por delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales. 

Ambos se habrían embolsado más de 6,5 millones de euros por tres contratos que realizaron con la Corporación Municipal. En las grabaciones de la toma de declaraciones ante el juez Adolfo Carretero, Luceño ha asegurado este lunes que no acudió de forma presencial al Consistorio y que la operación se gestionó por "por teléfono, por WhatsApp y por correos". "11 millones de euros por teléfono y por WhatsApp", reacciona el juez con sorpresa.

El propietario ha manifestado que "no he cometido ningún delito" y ha argumentado que la operación se realizó de forma "limpia". Ha asegurado que su objetivo "era en parte ayudar al Ayuntamiento y por supuesto cobrar mi trabajo". 

Ha defendido, de hecho, que llevarse el 47% en comisiones le parece "un porcentaje normal". Preguntado por si debía que haber transmitido a la Corporación Municipal el precio de la comisión, ha alegado que no tenía por qué dar esa información: "Es una retribución mía, propia, nadie va diciendo que cobra retribuciones".

El contacto de Elena Collado

El magistrado le ha planteado si puso un precio superior en el contrato para aprovecharse de la situación de urgencia que se vivía en aquel momento por conseguir material sanitario durante los peores meses de la pandemia. El investigado ha asegurado que él no puso el precio, sino que fue el proveedor San Chin Choon. 

Según Luceño, este vendedor "ya ha declarado". Algo que choca con lo que ha expresado la Fiscalía de Malasia, que ha informado que el proveedor se ha negado a colaborar con la investigación ante la petición de la Fiscalía española. También ha reconocido que el otro implicado, Medina, no le envió el contacto del primo del alcalde y que solo se limitó a darle el contacto de Elena Collado, la funcionaria que medió en la operación. "Esta señora me dice que suministre material y que tiene que llegar como sea y de manera urgente", ha añadido.

Medina, un "bróker de materias primas"

Luis Medina, que ha asegurado ser "un bróker de materias primas", ha señalado que Luceño le dijo que tenía proveedores de mascarillas en China y que buscaba a alguien que quiera comprar. Esto motiva a Medina a ponerse en contacto con el Ayuntamiento. De hecho, ha admitido que los contactos con el Consistorio procedían de él y no de Luceño. 

Ha afirmado que no tiene ninguna experiencia en este tipo de operaciones en el ámbito sanitario y que estaba conforme en la cantidad de dinero que cobró su compañero. El juez le ha planteado si le parece normal que, "por ejemplo en el caso de los guantes, la comisión ascienda al 81% del precio". "No había oferta y había mucha demanda", se ha limitado a responder Medina.