10-N Casado y Rivera evitan aparecer en la campaña de Navarra Suma, única coalición de la derecha en todo el Estado
La candidatura integrada por PP, Ciudadanos y UPN huirá de los grandes mítines y buscará reforzar la imagen de unidad por encima de las diferencias, palpables sobre todo entre los regionalistas y la formación naranja.
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Juntos, pero no revueltos. Pablo Casado y Albert Rivera, socios circunstanciales en Navarra, han optado por no protagonizar ningún mitin en la comunidad foral. Paradójicamente, allí y solo allí pueden presumir de haber puesto sus siglas al servicio de un proyecto más amplio, en el que también participa la regionalista Unión del Pueblo Navarro (UPN). La coalición Navarra Suma optará así por actos a pie de calle, protagonizados principalmente por sus candidatos locales.
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El objetivo de la campaña conservadora es, básicamente, no hacer demasiado ruido. Según las encuestas, tienen grandes probabilidades de obtener nuevamente dos escaños, tal como ya ocurrió en las elecciones generales de abril pasado, en las que la candidatura conservadora se ubicó como la fuerza más votada. El próximo domingo 10, si los sondeos no fallan, podría ocurrir lo mismo.
A pesar de esos buenos pronósticos –o tal vez precisamente por ellos– ni Casado ni Rivera contemplan aterrizar en Navarra durante la corta campaña electoral, informa Marta Monforte. El líder del PP estuvo allí el pasado 11 de octubre, cuando “vino para estar con Navarra Suma, reforzar los lazos y mantener el pacto”, destacan a Público fuentes de la coalición conservadora.
Durante los últimos meses, Navarra había estado muy presente en el discurso del líder de los populares, quien incluso nombró a Ana Beltrán, presidenta del PP de Navarra, como número 3 de la formación a nivel nacional. Aquello fue interpretado como un claro gesto respecto a la importancia que la formación conservadora daba a la comunidad foral en un momento clave: Beltrán ascendió a vicesecretaria de Organización a finales de julio pasado, en medio de una intensa campaña de acusaciones contra el PSN por su hipotético acuerdo con EH Bildu para acceder al Gobierno navarro.
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Las críticas se recrudecieron en agosto, cuando el PSN accedió finalmente al Ejecutvo foral mediante un pacto con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra y la abstención de EH Bildu. Sin embargo, la situación en Catalunya acabó superando a Navarra como tema estrella de los populares.
En Ciudadanos ocurrió prácticamente lo mismo. En septiembre pasado, cuando estaba a punto de expirar el plazo para que Pedro Sánchez fuera investido presidente o se convocaran nuevas elecciones, Rivera llegó a plantear al presidente en funciones la ruptura del Gobierno de Navarra como una de las condiciones ineludibles si quería el apoyo naranja.
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Ahora, en cambio, Catalunya ocupa la mayor parte de la atención de la cúpula de Ciudadanos. “La guerra de Rivera no pasa por estas tierras”, afirma desde Pamplona el sociólogo Ricardo Feliú, quien destaca además otro aspecto clave para entender por qué Rivera no aparecerá durante la campaña: “debido a su discurso recentralizador y contrario a los fueros, hay un sector amplio de las bases de UPN que le considera como un mal menor”.
"Muy de carpa"
Por su parte, fuentes de Navarra Suma señalan que la campaña electoral huirá de los grandes mítines y será “muy de carpa y de estar en calle”. “En otras palabras, sin el agobio que suele haber en las grandes campañas, todo mucho más relajado”, señalaron. Los detalles diarios son coordinados por un órgano de dirección de campaña compuesto por representantes de los tres partidos.
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En tal sentido, las fuentes consultadas reconocen que en abril pasado hubo algunos “problemas logísticos” entre los socios de la coalición, algo que achacan al “poco margen de tiempo” con el que se fraguó la candidatura. Ahora, en cambio, los socios cuentan ya con unas relaciones afinadas, principalmente gracias a la “experiencia parlamentaria” en la Cámara foral, donde también funcionan bajo el nombre de Navarra Suma.