La renta antigua y el antiguo régimen
La llegada de 2015 dejará tras de sí mucho más que un año. Cerca de 200.000 establecimientos comerciales de toda nuestra geografía, muchos de ellos cargados de historia, corren el riesgo de desaparecer a partir del 1 de enero. Ese día se cumple la moratoria que pesaba sobre las rentas antiguas de muchos locales, debiendo ajustarse al precio actual de mercado que, en muchos casos, multiplica los alquileres actuales. Una vuelta de tuerca más para un pequeño comercio con el agua al cuello desde hace mucho tiempo. Y este golpe parece definitivo. Nada hace el PP por impedirlo. Para muchos otros lados mira el PSOE mientras tanto. Porque tanto monta, monta tanto. Adiós a muchas de las tiendas que conocíamos, especialmente aquellas situadas en los emplazamientos más jugosos para posibles nuevos inquilinos dispuestos a pagar su revalorizado alquiler. Nuestras calles se llenarán primero de locales vacíos, luego de carteles de ‘Se alquila’ y, paulatinamente, de reformas que habilitarán nuevos est
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La llegada de 2015 dejará tras de sí mucho más que un año. Cerca de 200.000 establecimientos comerciales de toda nuestra geografía, muchos de ellos cargados de historia, corren el riesgo de desaparecer a partir del 1 de enero. Ese día se cumple la moratoria que pesaba sobre las rentas antiguas de muchos locales, debiendo ajustarse al precio actual de mercado que, en muchos casos, multiplica los alquileres actuales. Una vuelta de tuerca más para un pequeño comercio con el agua al cuello desde hace mucho tiempo. Y este golpe parece definitivo. Nada hace el PP por impedirlo. Para muchos otros lados mira el PSOE mientras tanto. Porque tanto monta, monta tanto.
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Queremos una economía con raíces locales, tronco democrático y frutos sociales que articule ciudades, pueblos y barrios habitables, justos y humanos.
Pero que nadie me malinterprete: nada de esto implica un cierre de filas incondicional ni una idealización abstracta del pequeño comercio ni de la pequeña y mediana empresa per se. Nuestro objetivo debe ser una economía que ponga a las personas y al bienestar en el centro de su actividad. Una economía basada en la justicia social, comercial y medioambiental. Una economía con raíces locales, tronco democrático y frutos sociales que articule ciudades, pueblos y barrios habitables, justos y humanos. Soberanía, auto-organización y empoderamiento económico de las y los de abajo. Dicho de otra manera: las raíces materiales de la revolución democrática que ya está en marcha.