La otra puerta china en Europa
Mientras el proceso de deconstrucción comunitaria parece avanzar a marchas forzadas, China redobla sus estrategias en relación al Viejo Continente.
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PEKÍN.- Mientras el proceso de deconstrucción comunitaria parece avanzar a marchas forzadas, China redobla sus estrategias en relación al Viejo Continente. De una parte, procurando pequeñas mejoras en sus relaciones con la UE, en las que siguen coexistiendo avances y tensiones, y grandes acuerdos con los principales países. Tras su reciente novena visita a China, la canciller Ángela Merkel regresó a Alemania con nuevos proyectos de cooperación industrial bajo el brazo. Berlín es, junto a Londres en lo financiero, el aliado clave de China ante una Europa que se resiste a reconocerla como una economía de mercado a escasos meses de que dicho reconocimiento se opere de forma automática en virtud de los acuerdos de adhesión a la OMC. El presidente Rajoy visitó China una vez –en 2014- lo cual podría explicar su limitado conocimiento del país. Madrid cotiza a la baja en Beijing.
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La clave del nuevo tiempo es el papel de esta región en la estrategia china de la Ruta de la Seda. Los trenes que parten de Chongqing, Wuhan, Zhengshou, Yiwu o Chengdu, atraviesan buena parte de estos países para llegar al centro y sur de Europa. Hasta dieciséis ciudades chinas han habilitado conexiones similares con doce ciudades europeas, entre ellas Madrid, operando bajo la marca “Trenes de carga China-Europa”. Los enlaces ferroviarios y aéreos, la mejora del transporte y la modernización de los puertos así como el planeado corredor marítimo-terrestre progresan a buen ritmo.