Marcando hitos, rompiendo pronósticos
Instante 1. “Para triunfar en un deporte de equipo es fundamental tener un buen entrenador y Scariolo es muy, muy buen entrenador”
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Actualizado:
Psicólogo deportivo
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Instante 1. “Para triunfar en un deporte de equipo es fundamental tener un buen entrenador y Scariolo es muy, muy buen entrenador”
Con Juan Antonio Orenga dirigiendo el equipo se fraguó el fracaso en el Mundial 2014 celebrado en España. Desde el inicio se cayó en la tentación ilusoria de los medios de comunicación que proyectaron una hipotética final soñada entre EEUU y España, y se olvidó lo esencial, la adecuada preparación del equipo. El aprendizaje que trajo tanta autocomplacencia es lo que certificó la defunción de ese mito del liderazgo deportivo que es la autogestión del equipo, es decir, una dirección de los jugadores y para los jugadores complementada desde el banquillo por un liderazgo permisivo. Como los antecedentes competitivos de este grupo de jugadores eran abrumadoramente de éxito y el equipo estaba plagado de estrellas de la NBA y de la liga ACB, y como además se jugaba en España, se cayó en una falsa autoconfianza –no se previeron las posibles dificultades de la competición- algo que resultó letal en el cruce de cuartos ante Francia, que en estos campeonatos es precisamente el momento clave pues es cuando empieza realmente la competición de verdad y cualquier derrota es imposible de rectificar.
Instante 2. “Nada une más que luchar por algo juntos”
Scariolo quiere recuperar la conexión emocional del equipo y el espíritu colectivo huyendo de los caprichosos egos individuales, marcando ciertas premisas como claves de esa nueva dinámica grupal: la unión del equipo, la humildad y el sentido de la dificultad de la tarea, “la satisfacción individual de cada uno hay que ponerla en segundo plano. Será clave bajar el trasero y compartir el balón”.
Instante 3. “Ir de menos a más en el campeonato, es lo que siempre queremos”
El objetivo inicial es clasificarse entre los cuatro primeros equipos y pasar la primera fase,“era un grupo eliminatorio del que no se podía decir que haciéndolo medianamente bien podíamos estar en la segunda fase”. Había hay cinco equipos - Serbia, Turquía, Italia y la anfitriona Alemania, además de España- que se jugaban cuatro plazas. Después, el equipo se plantea llegar a la final para clasificarse para la cita olímpica y lograr la medalla de oro, esta evidente dificultad pondrá en alerta la concentración del equipo desde el primer momento.
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Instante 4. “La ambición por el reto nos lleva a competir contra cualquier rival y en cualquier sitio”
Durante la competición el equipo de Scariolo va perfeccionando su competitividad colectiva y su fortaleza mental de forma progresiva:
Instante 5. “La adversidad vivida nos valió para no dejarnos ir del partido ni ante Grecia ni ante Francia”
Ante las diferentes situaciones de dificultad competitiva que se le van planteando a la selección, el equipo responde adecuadamente fortaleciendo su percepción de autoeficacia como equipo.
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Instante 6. “Lo más importante es haber hecho mi parte para lograr esta medalla”
El éxito de Scariolo en la dirección y gestión del equipo es evidente y se puede personalizar en tres jugadores que sí dieron ese paso adelante que la situación del equipo requería, aportando cada uno una contribución decisiva e inesperada al éxito del equipo.
Felipe Reyes. Solo buscaba la oportunidad de demostrar su valía, la misma que se le había negado injustamente en el anterior Mundial. “El capitán ha sido decisivo. Entiende su rol y sabe ajustarlo sin ego para forjar la química y la personalidad del grupo. Sabe sacar las uñas para agarrarnos en los partidos difíciles”.
Instante Final
El éxito deportivo depende de cómo se gestionen los recursos que el entrenador tiene a su disposición, y no por tener más recursos un equipo puede conseguir siempre el éxito en un Torneo de 15 días, Serbia-Francia era la hipotética final prevista. Lo que es seguro es que de cuantos menos recursos disponga un equipo, mucha más importancia tienen las decisiones técnico-tácticas y de gestión de equipo del entrenador. Así, Scariolo ha sabido elegir adecuadamente las estrategias que han maximizado el rendimiento del equipo aún en condiciones de precariedad (utilizando únicamente 8 jugadores en la rotación), con un gran desgaste físico y mental pero sin “fundir” nunca a sus jugadores, especialmente a Pau Gasol. Además, a pesar de la evidente debilidad de la selección española ha hecho crecer mentalmente a su equipo durante el torneo, encontrando en todos los obstáculos, los esperados y los que no estaban previstos en el guión, un reto que intentar superar. Para ello el equipo mezcló humildad, ambición y cohesión grupal, sabiendo cada jugador interpretar perfectamente el papel que le correspondía.